Family (Bakudeku)[FINALIZADA]

Extra 3

Warning: Inseguridad, mención a problemas alimenticios, temas sensibles, mención al peso y calorías.

*Si son temas complicados para ti, por favor priorízate, muchas gracias por estar aquí 💜*

Izuku siempre había tenido un excelente cuerpo.

Era un héroe y le encantaba el ejercicio, aún después de tener a sus gemelos había conservado ese cuerpo musculoso pero curvilíneo que lo caracterizaba, era joven y saludable no tenía que preocuparse por comer muchas calorías porque después las quemaba en el gimnasio, pero ahora, después de cuatro hijos, y entrando a finales de sus treinta, se veía en el espejo, y no le gustaba. Sus músculos estaba ahí claro, pero tenía grasa en lugar de abdominales, sus caderas ya no eran las misma, y ni hablar de sus muslos, nunca se había acomplejado de su peso o apariencia hasta ahora.

Los medios hablaban mucha mierda de él, desde ser un padre/omega héroe que trabaja, hasta la forma en que lucia después de tres partos y cuatro hijos. Nunca le había importado, pero ahora, después de pasar un parto muy difícil y aún no recuperarse del todo después de dos años, amaba a su pequeño Koi pero había sido el más difícil, con un embarazo riesgoso y un parto traumático, había decidió dejar de tener hijos, aunque amara a los bebés.

Un comediante famoso dijo cosas hirientes de su peso, pero lo peor no fue eso, fue que era verdad. Su cuerpo había cambiado, y viendo a su esposo aún saliendo en portadas que lo hacían ver más masculino, a él solo lo hacían modelar en revistas de padres omegas, su belleza ya no estaba en juego desde que cumplió treinta, pero eso no importaba, seguía haciendo un magnífico trabajo como héroe.

—¡Deku ya llegue!—Escucho la rasposa voz de su esposo desde abajo.

Se bajo la camisa y se puso una sudadera encima aunque estaban a mitad del verano que Tokio. No quería que su esposo lo viera de esa forma tan... gorda.

—Traje Katsudon, tu favorito.

—Mhm, creo qué pasó por esta vez—Dijo tratando de distraer a Katsuki, que se veía preocupado

—¿Qué? Dios mío Deku, amas esta mierda, ¿Por qué no la comes?

—Está bien comeré—Izuku rodó los ojos y aceptó la bolsa.

Katsuki sonrió orgulloso y se fue a cambiar al baño. Izuku miró la comida frente a él y le dio asco, si seguía comiendo esas porquerías terminaría como un globo, yo no se vería bien cuando quisiera usar lencería para Kacchan, y la última vez que lo hizo, estaba embarazado de Koi, en los primeros meses, estaba seguro que nunca se volvería a ver así de bien.

Comió el Katsudon a fuerza, necesitaba cenar y su esposo le encantaba verlo comer. Acostaron a todos sus hijos y se acostaron a dormir, pero a Izuku algo le carcomía la mente, podía sentir la grasa de su cena aún en su garganta. Agarró su teléfono y busco calorías del Katsudon, llego a una página y abrió sus ojos al mirar la cantidad que estas tenían. Se mordió las uñas y no pudo dormir toda la noche de la preocupación.

Cuando despertó esa mañana, apenas pudo comer una manzana, les sirvió a sus hijos el desayuno y se quedó solo en casa ya que era su día de descanso, luego fue al supermercado y lo único que podía ver de todo era la parte de atrás de ellos, donde estaba la información nutricional y las calorías, junto a las grasas. Desde las sopas hasta un mísero huevo, se sentía tan miserable y tan...

Obeso.

Llego a casa con las compras, miro el yogurt sin grasaque compro, según decía era para perder peso y lo comió en silencio, esa cosa sabía muy rancia. Katsuki llegó primero, la casa estaba vacía porque Koi estaba con sus abuelas y sus demás hijos en pijama y la UA. Se asustó y trato de ocultar lo que comía pero Bakugo lo sorprendió.

—¿Eh? ¿Que es esa mierda? —Dijo tomando el bote—Tu no necesitas esto, pero si te gusta...

Se quitó la chaqueta dándole espaldas a Izuku, hasta que escuchó unos sollozos.

—M-mientes, estoy tan obeso.

—¿Amor?—Katsuki se sentó en la silla enfrente del pecoso.

—Estoy horrible desde que nació Koi, gordo y flácido, he comido tanta grasa en estos meses sin darme cuenta, ¿¡Sabes cuantas calorías tiene tan solo el Katsudon!? ¡O la maldita leche!

—Zuzu, mi amor, respira conmigo ¿Si?

—¿Por qué me sigues queriendo estando así?

—Dios mío Izuku, te amo por quien eres, por ser el amor de mi vida, padre de mis hijos y mi mejor amigo en todo el mundo, por eso te amo, eres hermoso, con tus ojos, tus pecas y tu cuerpo dios, lo adoro.

—No te creo.

—Como te veas o tu apariencia no representa el amor que recibes o que crees merecer, la gente te ama y te quiere por que eres Izuku, mi Izuku. No estas gordo, ni obeso, no se donde mierda sacaste eso, si, subiste unos kilos, yo también lo hice, ser padre es difícil.

—Ya no soy igual que antes.

—¿Cuando teníamos veinte? Joder, crecimos mi amor, somos padres, somos héroes, tu vales igual con kilos de más que sin ellos.

—Dios, es que todo el mundo critica como me veo.

—¡Que se jodan! ¿Ellos son héroes a tiempo completo? ¿Ellos dieron a luz a cuatros saludables cachorros y los crían? ¿Ellos salvan vidas a diario?

—Te amo tanto Kacchan...—Murmuro con lágrimas en los ojos.

—No tienes que probarle nada a nadie, como lo que quieres, yo te compraré y alimentaré con todo lo que me pidas, y te amare por siempre.

—¿Aunque parezca una vaca?

—Ya te dije que eres hermoso, pero si eso llegara a suceder, si, te amare igual, que siempre.

Katsuki abrazo a su esposo y le dio un tierno beso en la boca.

—¿Sexo?

—Joder, nunca me negaré a eso mi Zuzu.

. . .

¡Feliz casi navidad! Este año si publicaré un especial por las fechas.

Gracias por leer este capítulo tan personal. Todos tenemos inseguridades, incluso el gran Izuku o incluso Katsuki, este es un tema bastante delicado para mi, más lo de las calorías.

¡Gracias por leer!