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Una semana había pasado desde aquel encuentro con su tío y Jimin estaba más que agradecido de que el hombre haya entendido la indirecta, porque no lo había visitado en ese tiempo, había conversado con Hoseok sobre su vida metiendo la excusa de "aún no recuerdo por completo" y por fin comprendía un par de cosas.

Como el hecho de que sí podía quedar embarazado, cosa que le resultaba extraño porque había estudiado la historia de Corea y nunca en toda su vida había escuchado algo así, pero según lo que Hoseok le había dicho, para los años en que su madre quedó embarazada, hubo una especie de infección si es que podía llamarse de ese modo, y durante 7 años las mujeres que dieron a luz y tenían hijos varones estos venían al mundo con un útero, suceso que se dieron cuenta luego de que una pareja trajo al mundo a una niña cuando ambos eran varones.

Era algo sorprendente, pero la gente lo tomó a bien, los matrimonios entre varones y mujeres comenzaron a ser posibles y eso permitió que el príncipe de la corona pudiera ampliar sus posibilidades. Otro dato que Hoseok le había comentado al rubio era su estadía en la dinastía Ming, al parecer había partido a los 5 años y se había mantenido allá hasta que fue convocado a la selección, no sabía el motivo, dijo que su familia había comentado era por estudios, Jimin creía que era más que eso después de lo que su hermana dijo.

Y por último, los rumores acerca de él y cómo nació ese apodo...

Resultaba que Jimin era, merecedor de ese apodo, al menos por todo lo que le contó Hoseok, había hecho muchas cosas, demasiadas, realmente locas.

— Tienes que estar bromeando — Soltó incrédulo mientras miraba el lago del palacio junto al pelimarrón — No pude haber hecho eso, es una locura.

El chico lo miró apenado, en todos esos días que llevaba conociendo al príncipe, re conociéndolo, no le parecía el loco del que todos habían hablado.

— Pero lo hizo alteza, el rey de Ming casi lo destierra de su país — Hoseok movió la cabeza recordando — Fue un caos total, casi crea una guerra con Joseon, pero algo pasó y al final resultó en nada, nadie sabe qué, sólo que el rey de Ming lo invitó a quedarse en su palacio como alguien importante.

—QUÉ?! Pero cómo? Por qué? Digo — Sus ojos estaban abiertos muy grande — Cómo pasamos de querer desterrarme e iniciar una guerra a invitarme al palacio como alguien importante?

— Eso sólo lo sabe usted alteza, así que debería recordar pronto — El rubio lo miró esperando que continuara — Porque la boda es en una semana y él asistirá, no creo que le parezca bien que usted no lo reconozca, el rey es muy temperamental, podría ocasionar una guerra incluso porque hace demasiado calor.

Ocasionar una guerra incluso por el calor, eso sería demasiado absur...

— Pero si el rey es todo un galán eh — La ira brotaba del rostro del soberano al escuchar esa voz — Sólo mírenlo actuar como tal cuando ni siquiera pudo conquistar a un pueblerino — La burla bañaba la voz del rubio y el rey no pudo resistir más, saliendo de su escondite y amenazandolo con una espada directo al cuello — Vaya majestad, se estaba tardando, dígame por fin va a aceptar lo que le dije?

— Park Jimin, desde este momento quedas desterrado de Ming y como oses pisar nuevamente mi reino, te voy a asesinar — Tenía una sonrisa en el rostro al escucharlo, pero no se inmutó.

— Por favor Jackson, ambos sabemos que no harás eso — El pelinegro gruñó y Jimin sonrió con malicia — A menos que de verdad desees que me vaya y nunca más vuelvas a ver a Sertu.

El pelinegro abrió grande los ojos y bajó la espada, avanzó unos pasos y preguntó con la voz temblorosa.

— Tú eres Sertu? — El rubio asintió — Pruébalo.

Aithérios || kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora