Capítulo 166: Plan descubierto

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Ya volví.

Contenido +18 para que tengan su noche buena.

Feliz Navidad.

😉

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Paseo mis dedos bajando y subiendo por el abdomen tonificado del demonio hasta llegar a su pecho. Sus brazos fuertes me tienen rodeada, y mi cuerpo desnudo sobre él hace contacto con esa piel pálida.

Estamos acostados en un colchón que yace en el suelo.

— ¿Te gusta el nuevo departamento?

— Me gusta... espero que no demoren los muebles, sobre todo la cama. — Le digo.

— No me incomoda estar aquí en el piso, todo es perfecto si estas a mi lado Bitchin. — Deja un beso en mi boca.

— Oye... tengo algo que decirte, prometimos decirnos todo.

— Ya sé que vas a decir... mi pene es muy pequeño.

— Tienes una idea muy alterada del tamaño de tu miembro.

— Entonces, duré muy poco... lo sabía.

— Kaan... estuviste excelente, y no tiene que ver con nosotros, es sobre Loki.

— ¿Le hiciste una mamada?

— No.

— ¿Él te hizo la mamada?

— Tampoco... déjame terminar. — Prosigo. — la noche antes de irme a Kamar-Taj yo tuve sexo con él, fue para despedirnos.

— Ahora entiendo las miraditas cuando fuimos a su reino.

— Tampoco tienes derecho a reclamarme nada, tú te fuiste con Amy... te recuerdo.

— No te estoy reclamando, sé que no me perteneces Bitchin y jamás te he pedido fidelidad. En cambio yo, siempre te he sido fiel. Esa vez que me fui con Amy, intenté acostarme con ella, pero no pude.

— ¿Y eso por qué?

— No tengo erección con otras mujeres.

— Eso me halaga, pero a la vez me asusta.

— ¿Y en donde fue que tú y Loki hicieron el delicioso?

— En un club BSDM al que él y yo solíamos frecuentar en viejos tiempos.

— Quiero pedirte un favor. — Dice girando su cuerpo.

— ¿Cuál?

— Llévame a ese club.

— Puedo llevarte, pero... tendrás que ir como mi sumiso, no tienes experiencia para ser Dom.

— Con gusto seré tu sumiso Bitchin. — Dice dejando un beso sutil en mis labios.

— Yo no estaría tan segura, a ti te encanta torturar no que te torturen.

— Estoy dispuesto tener experiencias nuevas.

Al volver a Nueva York retomé mi vida de antes, tenía muchos correos sin leer y muchas llamadas perdidas, apenas encendí mi móvil comenzó a sonar. Tengo muchas propuestas de trabajo, a parte retomé la escritura de mi libro y también ya me queda poco por finalizar mi tesis.

— ¡Amiga! ¿por qué no me avisaste que habías vuelto?

— Quería darte la sorpresa a ti y a los niños. — Daisy que está en brazos de su madre al verme sonríe y estira sus bracitos. — Hola princesa... ¿y Dylan?

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora