PROLOGO: Los Aliados

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TIERRA

19 DE FEBRERO 2149

Cielo estrellado, noche fría, el crujido de las hojas y el pasto junto con el agua fluyendo, era todo lo que Inko Midoriya comprendía de su alrededor al estarse adentrando a ciegas a un bosque guiado por Yagi Toshinori, el alguna vez héroe número uno antes de haber perdido su capacidad de combate, aun así buscaba como tener algo que hacer con su vida, y con Inko parecía no estar muy lejos de encontrarlo.

Inko: Oye ya enserio ¿Seguro que no te perdiste? Porque todo esto me hace pensar que no sabes a dónde vamos. -Preguntó ocultando con risas nerviosas su miedo a no ver nada pues seguía con una venda en los ojos mientras Yagi la guiaba.

Yagi: No estamos perdidos, créeme.

Inko: Es un poco difícil creerte cuando no veo absolutamente nada y menos ¡Ah que fue eso! -gritó aterrada al sentir algo pasar por su pierna.

Yagi: Creo que solo fue una rama. -Dijo entre risas ignorando el hecho de que se estaba divirtiendo con sus reacciones. -No tengas miedo, solo confía en mí ¿Sí?

Inko: Bien, creo... creo que puedo hacer eso. Solo no me dejes sola.

Yagi: No lo haré, descuida, solo unos pasos más y... llegamos. -Con gentileza le retiró la venda de los ojos, dejando a Inko observar el pequeño risco al que habían llegado, rodeado de árboles iluminados solo por la linterna de gas que Yagi llevaba a su cuidado, frente al risco era visible una enorme vista de toda la ciudad de Musutafu, una muy cambiada respecto a hace apenas uno o dos años, pero en ese momento las brillantes luces hacia el horizonte hacían que eso pareciera no importar.

Inko: Vaya, Yagi ¿qué... lugar es este? -Preguntó impactada de la enorme vista frente a ella.

Yagi: Encontré este pequeño rincón hace un par de meses. Tan solo rodeado de la naturaleza, y a la vez con todo en la ciudad a tu alcance. Decidí volverlo un pequeño lugar privado para cuándo necesitará despejarme. ¿Qué te parece?

Inko: Es... Es precioso, creo que jamás había visto tanto de Musutafu al mismo tiempo. -Aún maravillada. -No creí que supieras de un lugar así.

Yagi: Te dije que sería algo especial, no podría ser menos. -Mencionó mientras se sentaba en el suelo con la enorme ciudad frente a él.

Inko: Siendo honesta... -Sentándose junto a él admirando la vista. -Cuando dijiste que ibas a decirme algo importante, y luego traerme aquí... la verdad me pone un poco nerviosa.

Yagi: Lo siento, esperaba no volverlo incómodo.

Inko: No, descuida, no es... tu di lo que tengas que decir, yo estoy bien, enserio.

Yagi: De acuerdo, si tú lo dices... lo que tenía que decir... Sabes? Cuando conocí a Izuku el solía hablar mucho de ti, desde entonces me imaginé que serías una buena madre. Resultaste ser más, una... maravillosa persona.

Inko: Oh, em... gracias. -Respondió obviamente alargada por sus palabras. -Tú también resultaste ser... mucho más... maravilloso de lo que los posters de Izuku mostraban, je. Entonces eso era la cosa importante que tenías que decirme.

Yagi: No, no era eso. Eh ósea si quería decirlo pero no era lo... si era importante pero... am voy a eso. En fin, he estado pensando en algo, algo un poco loco y no sé cómo lo vayas a tomar. Em... yo pensaba... -Era evidente que los nervios le estaban ganando, estaba consciente de que debía retomar el control, por lo que antes de seguir hablando tomó un respiro profundo. -Y si nos vamos?

Inko: Eh? Pero acabamos de llegar, creí... Bueno, si te sientes mal podemos.

Yagi: No, no me refiero a irnos de aquí, me refiero a... a irnos, irnos de Musutafu, ¡de la tierra! ¡Irnos a dónde sea, incluso fuera de la galaxia!

Heroes in the Stars Episodio III: La Era del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora