WINDY SPRING XI

CAPITULO 10

Seokjin no pudo suspirar de alivio hasta que salieron de la clínica. El doctor le había dado a Taehyung un certificado de buena salud en su mayor parte. Todavía necesitaba tomar las cosas con calma durante unos días más, pero aparte de eso, el doctor dijo que todo estaba bien.

Tan pronto como salió por las puertas dobles de vidrio que conducían a la clínica, examinó el área inmediata que los rodeaba. Cuando no percibió amenazas, presionó firmemente en la espalda baja de Taehyung para que se moviera por el estacionamiento.

—¿Todo seguro, Hombre de Montaña?

Seokjin miró a Taehyung con sorpresa antes de asentir. —Cómo supiste...

La sonrisa de Taehyung era deslumbrante. —Porque prometiste mantenerme a salvo. Confío en ti para cumplir tu promesa.

Apenas las palabras salieron de los bonitos labios de Taehyung cuando Seokjin captó un destello en la azotea de un edificio al otro lado del estacionamiento por el rabillo del ojo. Empujó a Taehyung hacia el cemento entre dos autos estacionados justo cuando una bala pasó volando donde habría estado la cabeza de Taehyung.

Cada instinto protector que Seokjin tenía salió al frente mientras cubría a Taehyung con su cuerpo. Esperó escuchar otro disparo, cualquier cosa que pudiera decirle la ubicación de quién pudiera estar disparándoles. No escuchó nada.

—Quédate abajo —gruñó cuando Taehyung intentó levantar la cabeza. El tirador podría estar en cualquier sitio. Sólo porque Seokjin había visto un destello en el edificio al otro lado del estacionamiento no significaba que el tipo no se hubiera movido. Seokjin no iba a tomar riesgos.

—¿Que están haciendo, chicos?

Seokjin se tensó mientras miraba por encima del hombro al cocinero del restaurante parado frente a uno de los vehículos. —Agáchate —dijo mientras agitaba su mano hacia Lucas—. Hay un tirador ahí fuera.

—¿Dónde? —dijo Lucas mientras comenzaba a mirar a su alrededor.

—Maldita sea, Lucas —gritó Taehyung desde debajo de Seokjin—. Agáchate de una maldita vez.

Seokjin se sorprendió cuando el hombre se acercó y se agachó junto a ellos. No parecía tener mucha prisa. Y también tenía la cabeza lo bastante levantada como para recibir un disparo mientras se asomaba por el borde del capó del automóvil.

—¿Te puedes agachar? —gruñó Seokjin. Era menos una pregunta y más una demanda.

Lucas se agachó detrás de la cubierta del coche. —¿Estás seguro de que alguien está disparándote? No veo nada.

El labio superior de Seokjin se curvó hacia atrás. —Estoy seguro.

El sonido de un disparo y la bala silbando por encima de su cabeza para incrustarse en uno de los coches entre los que se escondían era uno que un hombre no olvidaba una vez que le habían disparado. En el ejército, le habían disparado muchas veces.

—Tal vez deberíamos llamar al comisario —dijo Lucas.

—Fantástica idea —dijo Seokjin—. ¿Tienes un teléfono?

Él no lo tenía. La recepción no era tan espectacular en la cima de la montaña, así que tenía un teléfono por satélite, pero no le hacía mucho bien ya que lo había dejado en la camioneta. Tener un teléfono celular mientras vivía en la cima de una montaña no tenía sentido. No llevar su teléfono por satélite mientras sabía que Taehyung estaba en peligro había sido descuidado, pero había estado tan preocupado por la visita de Taehyung al médico y bajar al pueblo que se había olvidado de agarrar la maldita cosa.