Susan
Mientras Carlos y Marcelo se encargan de idear planes para su lucha contra la mafia mexicana y Jazán Frein yo me encargo de diseñar ya que el negocio no se puede caer, Gustavo está frente a la empresa en ausencia de Carlos y todos los días llama para saber de su amigo .
En la mañana temprano hablé con Rubio y Anna, luego con mis padres y me quedé más tranquila al escuchar de sus bocas «No te preocupes, estamos bien».
Entra Marlon con el almuerzo que nos envían de uno de los lujosos restaurantes pertenecientes a Marcel.
- Permiso señor - le dice a Carlos - ya trajeron su almuerzo.
- Entra .
Marlon lo deja frente a él, es un carrito con una bandeja la cuál está repleta de cosas comestibles .
Los amigos de Carlos no se olvidan de él, desde la distancia cada uno aporta su granito de arena .
La conversación con su padre se extiende y solo escucho el nombre de Dmytro Petrenko el cual no tengo la más mínima idea de quién es .
Aburrida me paro en el balcón y observo como una pareja sale con un bebé en brazos, se ven felices . Aveces me imagino una vida al lado de Carlos, donde somos una familia sólida con hijos, de tonta sonrío y no sé porqué siento que es un sueño casi imposible. Me quiere sí pero el hecho de querer formar una familia es algo de otro nivel que no sé si un hombre como él querría conmigo . Muchas mujeres lo provocan y quién sabe si así como le gusté yo más adelante le guste otra y me deje como lo hizo con Amanda .
Las inseguridades me invaden, siempre lo hacen, desde lo de Isidro siempre he sido insegura, por tal motivo me deprimí muchas veces en ocaciones pasadas . A pesar de todo Carlos a llegado a mi vida para hacerme entender que en este mundo el físico es lo de menos cuando de amor se trata . Isidro me rechazó porque siempre le han gustado las mujeres despampanantes, de pelo largo, con ojos claros y ricas. Por mucho tiempo me sentí inferior cuando veía a chicas con esa descripción en la calle, incluso me molestaba y las odiaba por ser así.
«Eres hermosa, una muñequita preciosa que muchos desean y tú no te das cuenta de ello por estar sufriendo por un mal nacido que no te merece»
Evoco las palabras de Rubio.
«No quiero salir, nada de lo que me pongo me queda bien» . Recuerdo que una vez le dije y soltó a reír .
«Créeme cuando te digo que si no fuéramos como hermanos ya te hubiera echo mi esposa» . Sonreí.
Rubio siempre me recalcaba que era bella y nunca le creí hasta que vi como Carlos me miró por primera vez cuando nuestras miradas chocaron mientras recogíamos los libros, me puse tan nerviosa que tuve que alejarme de él. Confieso que me dije a mí misma que estaba ciego o algo así ya que Carlos es demasiado bello, una creación divina hecha para romper corazones y hechizar con su encanto endemoniadamente atractivo y tentador .
Al principio no le creía ni una sola palabra pero el que me fuera a buscar a Miami aunque no se lo demostré me hizo cambiar de opinión.
«No me buscaría si no sintiera algo por mí».
No me besaría con tanta pasión y hambre como lo hace, no me dedicaría esas sonrisas de satisfacción y me llenaría el rostro a besos cada que me coge si no sintiera algo por mí. Es salvaje, dominante pero sé que nunca a tratado a otra mujer como a mí .
El que se desespere cuando no me tiene, cuando no estoy cerca de él me da mucho que decir . Sé que sus «Te Amo» aunque no me lo a dicho muchas veces son sinceros y me he jurado a mí misma marcar una huella en su vida y tener un espacio en ese órgano que late en nuestro pecho al cuál le llamamos corazón por siempre.
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Entre El Amor Y Yo
RomanceTodos tenemos a esa persona que nos ha roto en mil pedazos ,esa persona que hizo que nuestra vida cambiara haciéndonos creer que él amor no existe. Susan Abbey es una joven de 21 años que se pasó dos años enamorada de su crush Isidro el cual amaba p...