CAPÍTULO 10

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Después de la cena, Aoom insistió en comprar helado y después de que el padre de Meena le diera algunos billetes, se dirigieron a la tienda de conveniencia más cercana.

—El de chocomenta es asqueroso.

La nariz de Aoom se arrugó ante la elección de Meena quien la fulminó con la mirada y abrazo con fuerza el bote de cartón.

— El chocomenta no es para débiles como tú.

—¿Yo, débil? —. Soltó una carcajada— Podría romperte en dos sin problema alguno.

Meena resopló.­— Me gustaría verte intentarlo.

No creyó que realmente intentara algo. Debió pensarlo mejor. Aoom siempre excedía sus expectativas y ahora no sería diferente.

Puso sus brazos alrededor de su cuerpo y apretó con fuerza mientras gritaba y forcejeaba, tratando de soltarse del firme agarre de Aoom quien reía escandalosamente a su oído.

—¡Está bien! ¡Para! ¡Para! —. Gritó— ¡Quedó claro!

Aoom aflojó su agarre sin soltarla y Meena salió enseguida de sus brazos, arreglando su cabello y regulando su respiración.

Eres un gorila.

Se echó el cabello hacia atrás y cayó sobre su hombro mientras sonreía triunfalmente.

Llevaremos de chocolate.

—Pues ya que— Meena no iba a retar a ese luchador de la WWE de nuevo y la sensación de la cercanía de Aoom aún no desaparecía y no podía dejar hacerla desaparecer.

Pagaron en caja y salieron del local, Aoom no perdió el tiempo y arrancó el sello del bote de cartón mientras le ofrecía una cuchara de plástico sacada de la sección de refrigerados a la otra chica.

El sabor a chocolate invadió su paladar y se vio en la necesidad de tomar otro bocado satisfecha con la elección de Aoom quien en respuesta le sacó la lengua infantilmente y le dedicó una mirada de "te lo dije".

Se sentía tan raro. Ahora si se sentía como si fueran... ¿Amigas?, tal vez si podían serlo... No. No podía seguir en negación. Ya eran amigas.

Si entonces esta era la verdadera Aoom, no lograba entender por qué tantos años de hostilidad, de desearse la muerte la una a la otra.

—¿Por qué siempre fuiste tan mala conmigo?

La chica se encogió de hombros.

Ya sabes cómo puede ser la escuela—. Murmuró mientras tomaba otra cucharada.

Todos sabían como era. No era tan terrible como las películas y los dramas la hacían parecer, pero sí existía esa separación de jerarquías que socialmente hacía "mejor" a unos. En ese contexto, era comprensible. Pero aun así, entre ellas, las cosas se sentían como algo personal.

Pero, ¿por qué?

Aoom levantó la cabeza hacia el cielo y suspiró. Y habló con su voz fuerte y clara.

—Estaba celosa.

—¿Celosa? —. Eso era imposible y tuvo que asegurarse de que escuchó bien— ¿De mí?

Dejó salir un gruñido y encajó la cuchara en el helado. Meena decidió que era mejor guardarse los comentarios sobre gérmenes. Después de todo ya estaban compartiendo todo el bote.

En verdad eres muy inteligente—. Dijo finalmente— Estúpidamente inteligente, como siempre traté de ser. Pero no pude y eso me frustraba. Sabía que nunca conseguiría una beca por desempeño escolar y por eso fue que decidí practicar voleibol. Nunca quise jugarlo, pero si eso significaba que mi abuela no tendría que trabajar tiempo extra para ayudarme con los gastos escolares, entonces lo haría.

El Guardián Secreto-MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora