Nicole Harrison lleva enamorada de su mejor amiga desde los diez años. ¿El problema? Tiene miedo ha perderla y no le confiesa lo que siente por ella.
¿Un amor imposible que acaba siendo posible o un amor imposible que acabará en una trsite historia...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chloe
Había invitado a Nick a casa. Mis padres no estaban y hoy no tenía que cuidar a Mia. Estaba nerviosa. Ella creía que sólo venía a ayudarme con las cosas de la "noche de sábado" , pero no era así. La había invitado porque quería hablar con ella sobre el tema que llevaba atormentándome varios días. Después de la charla con Jenn entendí que debía hacerlo.
Nick: Estoy llegando.
Ese era el último mensaje que había recibido. De eso hace ya casi tres minutos, lo que quiere decir es que ya estaba a punto de llegar. Y efectivamente, el sonido del timbre me lo confirmó. Bajé las escaleras y abrí la puerta.
— Hola — me saludó con una sonrisa.
— Hola — dejé un pico en sus labios — Pasa — pedí seria. Ella frunció el ceño, pero no le di tiempo a hablar cuando me dirigí de nuevo escaleras arriba. Estaba callada, pensando en qué y cómo se lo iba a decir.
— ¿Pasa algo? — preguntó con miedo — Estás seria y callada.
— Tenemos que hablar.
— ¿H-Hablar? — levantó las cejas — ¿He hecho algo o...?
—No, no — aclaré al ver su cara de susto — Es que... — bufé — Tengo que decirte algo — me senté en la cama — Y no sé por dónde empezar.
—Chloe, me estás asustando. Sólo dilo — se sentó a mi lado.
—Está bien — cogí aire — Yo... yo... tengo miedo.
—¿Miedo? ¿Miedo de qué?
—Pues que Nick... — la miré — Que yo nunca he estado con nadie y me da miedo que cuando tú y yo... — me puse roja — eso — puntualicé y ella asintió dándome a entender que lo había entendido — No sepa que hacer o que me bloqueé... no sé. Me siento un poco tonta — murmuré.
—¿Tonta por qué, mi amor? — me agarró de las manos.
— Pues porqué yo no he hecho eso nunca y tú... tú sí — suspiré — Tú lo has hecho un montón de veces y seguramente con chicas con experiencia y yo... ni siquiera había dado mi primer beso hace a penas unos meses.
— ¿Y qué pasa si no has estado nunca con una mujer? Nada.
—Sí que pasa. Pasa que yo no sé hacer nada y...
—¿Y?
— Me da miedo que te vayas — susurré.
—¿Cómo me voy a ir, preciosa? — dejó un beso en mi frente — Eso ni lo pienses. Yo no me voy a ir nunca y menos por una cosa así.
— Voy a hacer el ridículo — aseguré. Ella negó acercándose a mi.
—¿Crees que no sé que nunca has estado con una mujer? — acarició mi nariz con la suya — Pues claro que lo sé, pero me da igual — dejó un besó en ella.
