Ella es un ángel, y él, el infierno en persona.....qué sucederá cuando se encuentren?
Ella es una víctima, y él, el victimario. Luego de una experiencia traumática, Elara deberá desafiar todo a su alrededor, incluso, a aquel que tanto daño le hizo...
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Al abrir los ojos, todo a mi alrededor era oscuro, me encontraba tendida en el frío suelo y mi cuerpo dolía. Como carajos pude terminar yo en esta situación?
Pude divisar a lo lejos un pequeño reloj que marcaba la fecha y la hora, 19 de enero, hora 6:58pm. Los espacios casi inexistentes entre barrote y barrote, dejaban ver un largo y oscuro corredor.
3 días antes, fecha 16 de enero.......................
Corría como desaforada por los largos pasillos de Hogwarts tratando de no llegar tarde a clase de pociones, no estaba de humor para escuchar los regaños de Snape. Apresuré mi paso y llegué, pero la puerta estaba cerrada y no había ningún alumno afuera, había llegado tarde.
—Buen día profesor -dije cabizbaja abriendo la puerta-
—Es la cuarta vez en el mes que llega tarde señorita Scamander, por qué no nos sorprende con la excusa de hoy? -levanté un poco la vista y vi su cara de enojo-
—Lo siento.....es que....yo, bueno yo.....estaba practicando para el partido de quidditch! -exclamé sonriendo falsamente y lo miré-
—Quidditch? Esa excusa es bastante buena, pero dígame señorita, por qué nadie aquí le cree? -alzó una ceja y se cruzó de brazos, soy una tonta-
—Porque no estoy en el equipo de quidditch, profesor -susurré totalmente avergonzada-
—Exacto, 5 puntos menos para hufflepuff, será mejor que deje de quitarle puntos a su casa, están muy lejos de ganar la copa -hizo una pausa y yo asentí con la cabeza, los alumnos de slytherin que estaban con nosotros solo se reían por lo bajo. —Siéntese junto al señor Nott, harán una poción en duplas y le vendrá bien un poco de ayuda
—Pero profesor, hay lugar en la sección de hufflepuff -me quejé —Además soy una de sus mejores alumnas, no necesito ayuda
—El que necesita ayuda es el señor Theodore, y si no quiere que le quite 10 puntos más a su casa solo obedezca -suspiré frustrada y me dirigí al fondo del salón a sentarme junto a Nott.
—Bien hecho estúpida hufflepuff, ahora todos saben que me va mal en pociones -Theodore susurró en mi oído-
—Bueno, no es para tanto Nott, mejor ayúdame con la poción -dije sin voltear a verlo mientras echaba algunos ingredientes al caldero.
—Esto no se quedará así, Elara -hizo énfasis en mi nombre y se cruzó de brazos a observarme —Te conviene que esa poción quede perfecta
—Tonto -susurré y continúe en lo mío, al cabo de unos 5 minutos ya la había terminado. —Profesor, he terminado -alcé mi mano sonriendo.
—Tan rápido? esta poción debe estar horr....-metió un trozo de pergamino en el caldero y este se hizo trizas al instante. —Perfecta, esta poción es perfecta
—Gracias profesor -sonreí satisfecha y Snape miró a Nott y luego a mí de manera intrigante.
—Supongo que no recibió ayuda del señor Theodore para esta poción, o me equivoco? -alzó una ceja y de reojo pude ver como Theodore me miraba impaciente.
—De hecho si, se equivoca profesor, Theodore fue de gran ayuda para mí -Snape me miró indiferente justo en el momento que tocó la campana para salir. Tomé mi cosas y corrí fuera del salón.
Caminaba por el pasillo tranquilamente, aun tenia 10 minutos para llegar a mi siguiente clase. Pare unos minutos para saludar a mis amigos, Fred y George. Estuvimos riendo mientras ellos me enseñaban sus nuevos inventos, pero la felicidad no dura mucho, y tuve que seguir mi camino para no volver a llegar tarde.
Estaba por llegar a mi salón cuando sentí que alguien me tomaba del brazo y me metía dentro de un salón, claramente este estaba vacío.
