PRÓLOGO

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-Bueno... No tenía la cabeza para fijarme- respondí dando medía vuelta y mirándole a la cara -creo que aún no te he agradecido lo suficiente- ¿Por qué me tiembla la voz ahora?

-Oye- puso una de sus manos encima de mi cabeza -¿Quieres un abrazo?- preguntó dirigiendo su mirada a otro lado.

-Si- las palabras salieron sin que yo las pensase y me rodeó con sus brazos, ni si quiera sabía que esto era lo que necesitaba hasta que unas lágrimas aparecieron por mis ojos -mierda-

-No me importa que llores, hazlo si es lo que necesitas- fue lo que necesitaba escuchar para empezar a sentir un sin fin de lágrimas correr por mis mejillas.

-Perdón, perdón, perdón- me separé de él para limpiarme las lágrimas pero él agarró mis manos.

-Oye, no te disculpes- pasó sus pulgares por mi cara eliminando la humedad de mis lágrimas aplastadas por su pecho -¿Necesitas algo?- lo miré a los ojos, sus profundos ojos y no dudé en volver a abrazarle, necesito calor, necesito estar con sus abrazos alrededor mía, yo... Lo necesito a él.

Envolvió sus abrazos alrededor mía y otra vez miles de lágrimas volvieron a salir de mí, mi cuerpo temblaba, mis piernas no aguantaban más, si no fuese porque él me tenía sujeta me hubiese caído al suelo.

KAGEYAMA TOBIO | ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora