Entre Arcángeles

18.Las Pesadillas De Sean

Sean

-Sean yo no me voy a casar todavia-ella se separa de mi, con el poco orgullo  que me queda me pongo de pie

-¿por que?

-Sean, ubicate si, mis padres están desaparecidos o muertos, tu hermano ursupo el trono y ahora esta usando a todos los ángeles para darme caza, quiere mi cabeza, al igual que yo quiero la suya

-¿Por que te obsesionas tanto con eso - ya hastiado llevo mi cabello hacia atrás - para un ser inmortal la venganza no sirve para nada, y tampoco traerás de vuelta a tus padres

-¡Quiero poder! - grita -¡quiero gobernar yo el edén, quiero demostrar que soy poderosa, no simplemente una cara bonita

No pude aguantar las ganas y empecé a reír, como nunca

- la hija favorita de los dioses de la creación, hermana del rey del infierno, prometida del dios de la muerte, y sobre todo Eos la diosa del amanecer, capaz de dar nuevos comienzos, quiere poder-que idiotez, me cruzo de brazos casi ofendido - no hay ser las poderoso que tu, y me dices eso, nunca necesitaste demostrar nada a nadie, si quisieras más poder te casarías conmigo, tu eres una sentimental que quiere a mami y a papi, piensas que matandolo ellos van a regresar

-tengo esperanza - su voz se rompe- ese despreciable me quito a mis padres, lo quiero muerto a él y a mis padres junto a mi

-No dejaré que te lances a una batalla con el, Eos primero te llevo a rastras al mundo intangible antes que dejar que pelees contra él - amenazó

-dijiste que no había ser más poderoso que yo, a que le tienes tanto miedo Sean, a que le tiene miedo la muerte - eso me dejo helado

-a perderte - ahora era mi voz la que se  rompía y las horribles visiones llegaban a mi

No solo podía dar muerte, podía verlas, premoniciones de muertes anunciadas, así sabía cuales almas podía tomar y cuales no. Hay un balance que no tiene que ser alterado, Eos no puede matar a mi hermano, no debe ser ella la que le de muerte, tiene que ser la persona en la que más confíe el dios de la mente quien lo mate , si Eos lo intenta ella muere, no todo es poder, Eos es más poderosa pero Reulan manipula las mentes a su antojo, sin importar quien sea. Eos es la única fuera de la balanza, ella es la que daría paso a una nueva realidad si el balance se pierde, sin embargo eso la destruiría

En la visión de su muerte me veo a mi siendo su asesino , la veo cubierta de sangre en mis brazos, y mi hermano sonriendo con frialdad, con la furia a él también lo mato, rompiendo el balance y haciendo que la realidad colapse, para luego no haber nada, al no estar la que debería reiniciar todo, todo es nada, destruyó toda la realidad y aun así ella  no vuelve, y luego todo es oscuridad

-mi cabeza da vueltas-la voz de Lucifer hace que nos dejemos de mirarnos para verlo, se encuentra en el sofá en el que lo dejamos, agradezco que no haya despertado antes

-¿recuerdas? - le pregunta su hermana, él hace un sonido afirmando mientras se sienta

-Hasta la vez que Ameliel te golpeó en la cara apenas estuvieron solos-me burlo tratando de disipar todo el mal sabor que tengo en la boca

-Eres odioso Sean

-y eres tu el que me lo dice

-sabes a Eos le gustaría mucho saber lo que paso mientras ella dormía - mi sonrisa desaparece

-ni se te ocurra

-¿que paso? - pregunta Eos

-nada-le respondo si quitar la mirada del rubio, si hablas te mato, ese es el mensaje que intento transmitirle, el solo sonríe vanidoso, orgulloso de hacerme perder los estribos

-Eos, recuerdas el altercado en la cueva, Satan me contó todo lo que paso , incluso cuando la muerte te beso

-Lucifer no - abvierto

-¿como recuerdas a la muerte?

-Umm cierto, la recuerdo como mujer, ¿ Sean como es eso posible? - siento la mirada de Eos, dejo de mirar de forma asesina a Lucifer, suavisando la mirada y la voz para hablarle a mi diosa, pero de nuevo  Lucifer habla

-según el, es un hermafrodita secuencia, pero yo digo que solo una ilusión-claro que es una ilusión, pero jamás daría la razón al malcriado de Lucifer

-Claro que lo es, Sean es hombre-Eos ríe con delicadeza - si fuera mujer ya lo sabría yo

-No quería saber eso-la cara de asco de Lucifer me da mil años de vida, se levanta del sofá-la próxima ve que me claves a mi espada, avisa - toca su brazo ya sanado

-exagerado, solo fue un roce - Eos se va a sentar donde se encontraba su hermano, entrecierra los ojos para mirarnos secuencialmente  a los dos -saben, en la tierra me contaron algo que me llamo mucho la atención

Voy a desaparecer a ese demonio

-¿como es eso que fueron pareja?

-que bueno que preguntas-sonríe Lucifer

-tiene que ser Uriel el que mate a mi hermano - suelto de repente para evitar que hable, la mirada de los mellizos se fija en mi

-¿que?

-hay un balance que no tiene que ser alterado, la única forma que eso pase es que el que empezó esto lo termine, osea que el único que puede darle fin a todo esto es Uriel - explicó rompiendo todas la reglas que hay

-Uriel es un traidor - dice Eos con enojo, Lucifer niega

-de hecho no, recuerda que los arcángeles fueron regalo para ti Eos, para que te protegieron de este - me señala, mi hermano era muy paranoico - su lealtad esta contigo, aunque originalmente ninguno tenía conciencia propia, solo seguían la orden de protegerte, fue ese dios quien les dio una conciencia, pero la lealtad de ellos sigue contigo, Uriel solo fue manipulado

-Con tu despertar también despertó su lealtad, su padre creo a sus tropas sin libre albedrio para que no los traicionaran, pero a los 10 Arcangeles los creo diferentes, a ellos le enseñó la lealtad y ellos juraron - tampoco lo decidieron, pues tenían el deseo de protegerla ya desde que existieron- Uriel simplemente no recuerda eso

-Tengo que hacer que recuerde