𝘾𝙖𝙥 3:𝙀𝙡 𝙘𝙤𝙢𝙞𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙙𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙤.

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White estaba sentado en aquella mesa, mirando a la nada, con la mirada perdida y sin emoción. Miles le tiró de la oreja para llamarle la atención y este solo se quejó.

—¡Ay! Hijo de- ¿Ya vas a empezar?— Dijo White, con un tonó molesto hacia Miles.

—Perdon pero es qué no me estabas escuchando a mí ni a Anne, agradece que no dispare al aire..— respondió Miles, volviendose a cruzar de brazos y acomodarse la mascara.

White se desconcerto un poco por la respuesta de Miles, pues el no se habia dado cuenta de que le estaban hablando.

—...Perdon, estaba en mis pensamientos hace unos segundos...— Se disculpó White.

Anne miro a Miles y luego sin que estos se dieran cuenta se fue haciendo para atrás y se fue, Anne sentía que tenía que irse de ahí porque se venía una charla en la cual ella no tendría que estar. Miles miro para atrás y pudo ver a Anne retirarse, decidió no decir nada y volver a quedarse con White en silencio. Después de unos minutos bastantes incómodos de las dos partes, White decidió hablar para romper la tensión.

—...Esto...¿Cómo esta?..—

—...¿Quién?—

—Pff, Noo-Noo, se quedó mas traumado que yo qué tengo estrés postraumatico...—

—Ah, bueno...Se quedó asustado y ahora esta al lado de cualquiera cuál escudo humano.— Dijo Miles entre risas.

White sonrió un poco, puede que Miles y el se llevarán considerablemente mal pero verlo reir era un descanso de todas sus peleas. Miles rió suavemente mientras se tapaba la cara con la mano, luego su risa se calmó y agito la cabeza, tratando de disimular.

—...Y ahora...Tenía algo que decirte; debemos de volver a encontrar la maquina creadora de tubbies para desactivarla de forma definitiva...— Dijo Miles.

—...¿Pero como? No tenemos una tarjeta de acceso con suficientes permisos para desactivarla sin destruirla, amenos que...— Dijo White, levantando su cabeza y mirando a Miles con los ojos iluminados.

—...Amenos que la hackeemos y la desactivemos...— Agregó Miles, se veía que debajo de su mascara sonreía.

White no pudo evitar sonreir tambien, por fin pudo saber que Miles escucho lo que le dijo alguna vez; no destruir la maquina en caso de que pudieran saber como desactivarla y como utilizarla, y así hacer todo desde cero. White tenía ganas de abrazar a Miles, pero sabia que no debía.

—Me alegra oir eso, enserio.— Dijo White, parandose de su silla y empezar a caminar para encontrarse frente a Miles con una leve sonrisa, la mas suave, agradable y cálida sonrisa que cualquiera pueda haber visto. Esa sonrisa podría ser una carta de amor para el tonto mas grande del planeta..Las orejas de Miles bajaron y subieron con algo de emoción, luego volvió a ponerse serio y miro a otro lado volviendose a cruzar de brazos.

—En fin, será mejor que cuándo te llame ya estes listo para esta...Misión...— Dijo Miles, queriendo lucir enojado y arrogante.

Luego de que Miles pareciera actuar ridiculo por haber visto la sonrisa que White le hacia, se fue con prisa y muy pronto de allí, dejando a White solo una vez mas. White solo lo vio irse y volvió a sonreir pero esta vez para sí mismo.

White se quedó ahí una vez que Miles se fue, pensativo. White dudaba de la misión que estaban por tener, ya que la última vez que estuvieron ahí Miles estuvo en riesgo de muerte por su culpa, puede que lo odie, al menos un poco, pero no le desea tanto mal. White podía hacer algo al respecto, lo cual era no ir a la misión, y se lo cuestionó varios minutos y luego decidió que no iría e iba a decirselo a Miles para que no lo esperará ahí.

𝙎𝙡𝙚𝙣𝙙𝙮𝙩𝙪𝙗𝙗𝙞𝙚𝙨: 𝙏𝙝𝙚 𝙧𝙚𝙨𝙪𝙧𝙚𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora