Taller Para Corazones Rotos

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Espero sus comentarios sobre la novela, recuerden que sí habrá cosas bonitas… pero primero nos debe doler el corazón que para eso la estoy haciendo ❤️

Feliz Triste Lectura…

Termino de evaluar los exámenes antes de escuchar la puerta, suspiro poniéndome de pie y yendo a ver quién es, la abro al comprobar que es Luke, es el mejor amigo de Dorian… Luke y yo tuvimos algo antes de que conociera a Dorian.

Muchos años antes.

—¿Dónde está?

Me encojo de hombros regresando a mi lugar.

Me siento y sigo pasando las calificaciones a la computadora.

—¿Cómo estás?—no levanto la cabeza porque quiero terminar para poder irme al supermercado que tengo que comprar algunas cosas—. Lloraste otra vez.

Luke conoce todo desde el comienzo, ha sido un buen amigo también en estas últimas fechas. En las que me duele todo y no tengo ganas de hacer nada, él me convenció de tomar clases de cualquier cosa que pudiera servirme de distracción.

Ya tomé dos cursos de repostería.

—Dorian me comentó que le pediste que te diera el divorcio—no me sorprende.

Son amigos muy cercanos.

Por eso cuando empezamos a salir Dorian temía decirle, no porque le tuviera miedo, más bien por sus reacciones que no son lo que uno espera. Luke se enojó porque nos conocemos desde décimo y digamos que nosotros nunca pudimos avanzar en nada.

Pero Dorian y yo…

—Es mejor—subo el último de mis estudiantes al sistema cuando escucho la puerta.

No hace falta que mire para saber que es mi esposo que trabajo sólo su turno nocturno y se regresó a la casa para ir al gimnasio casi seis horas, creo que también fue a ver a su mamá. O algo así escuché.

Luke lo saluda y recibe una respuesta seca y vacía que confirma que viene de malas. Cierro la laptop y recojo mis papeles de la mesa que me quiero ir.

Luke nos mira actuar como extraños mientras yo recojo y Dorian va a la cocina por su malteada de proteína.

—¿No van a ir al cine a ver esa película de superhéroes?—al menos no juntos.

Se lo pregunté ayer por la noche con la esperanza de que me dijera que sí, su respuesta fue que tenía cosas que hacer. Luego consigue con quién ir y yo encuentro los boletos de cine en su ropa cuando lavo.

—Luke… —advierte Dorian en tono cansado.

—Vamos, les haría muy bien—doy una sonrisa seca antes de irme con mi primer bonche de papeles. Me quedó unos minutos en la oficina que tenemos aquí para regresar y escuchar la conversación—. Deberías pedirle el divorcio.

—Luke…

—Vamos Dorian, ¿La has visto?—escucho un bufido de su parte—. Parece un alma en pena. Tu esposa ya perdió esa alegría que tenía… no te cuesta nada dejarla.

—Luke no te metas.

—Entonces sé mejor esposo—escucho un vaso ser puesto en algo duro—. Llévala al cine, una cena, sexo otra vez… eras un bastardo calenturiento con ella. No recuerdo haberte escuchado quejarte por la cantidad de sexo que tenías, odiabas sus periodos.

—No puedo, Luke—bajo la vista triste—. Ya no puedo hacerlo, y sí lo he pensado, volver a mí relación de antes… pero no puedo. Y el divorcio… sí la dejó… no creo que pueda sola.