La tienda de Wonka - VI

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✦ ₊˚⌇ ₊˚⌒⌒ ₊ ๑ ⌒ Gina ⌒ ₊ ๑ ⌒⌒ ♡₊˚ ⋆。˚

Corrí hacia Willy para ver si estaba bien e intenté ponerlo en su cama, era más liviano de lo que parecia. Me sente a su lado y esperé a que se pusiera un poco mejor, pero cuando me di cuenta el estaba dormido y no desmayado.

Voltee los ojos e intenté levantarme, apenas puse un pie en el suelo sentí que alguien me tomo la mano, impidiendo que me moviera. Me tiró para que volviera a sentarme, pero acabe cayendo arriba de él. Aún así pareció no importarle en lo absoluto.

Acabo que tuve que dormir ahí, ya que el se dió vuelta y terminé debajo de el sin poder salir. Se levantó demasiado temprano, sin embargo no había salido de la cama. Solo vi que estaba abrazándome igual que chicle y ni que lo empujase salía.

Tuve que pedirle que salga y solo entre rasga dientes lo hizo. Me fui antes de que otra persona nos viera y volví a mi casa antes de que todo el mundo despertará. Tristemente, en esta ciudad todo el mundo sabía todo de todos, así que si no estaba en mi casa en estás hora, los rumores empezarían.

Acabo que dormí lo que no pude en la noche, estaba demasiado nerviosa, no solo de tener a un hombre como Willy a mi lado, sino también que alguien entrará. Me perdi la abertura de la tienda, pero estoy segura que no habría pasado nada, bueno, al menos eso creía.

Tuve que ir corriendo a ver cómo estaba la tienda, aunque mi emoción se fue desvaneciendo poco a poco. Cuánto más me acercaba más policías, personas gritando o quejándose había. Sin entender ví a Noodle y a los demás saliendo de la tienda deprimidos, intenté hablarles, pero no dijeron nada, tan solo miraron adentro.

Lo único que vi fue a Willy sentado, deprimido y una gran parte de la tienda en ruinas. Entre despacio y me senté al lado de él. Nadie dijo nada, tan solo mire a los alrededores y lo abracé. Solo después de bastante tiempo fue cuando dijo "Los chocolateros." Que entendí casi todo, bueno, al menos me hacía una idea.

—No te preocupes, solo hay que volver a intentarlo...— Antes de que pueda decir otra cosa el se soltó del abrazo y negó con la cabeza.

Lo ví irse, no quería presionarlo, el también tenía que estar a solas, entonces solo lo deje ir. Salí y fui a hablar con Noodle, ella me explico que los chocolates habían sido envenenados, pero no había como probarlo. Por ahora, estábamos en la ruina.

Yo también volví a casa, lo último que ví fue a los chicos volver de cabizbajo a la lavandería, probablemente ellos también ya habían perdido la esperanza. Al llegar me senté a leer las pocas cartas que tenía, entre ellas tres de los chocolateros, pedían para verme hoy, ya que, no tenía mucha opción más.

Llegué a la oficina y como siempre, el señor Rapiña fue quien me recibió, me senté y el empezó a hablarme de su nueva oferta de empleo. Respondí lo mismo de la última vez, probablemente ya estaba cansado de esa respuesta, pero que podía hacer?

—Señorita, no es por nada, pero el señor Wonka no va a estar más en la ciudad, no tiene otra opción.— Me dijo, sin entender, exclamé confundida;

—Que?

—Solo digo...— Levantó los hombros junto con las cejas. —El dinero compra todo, señorita Gina, hasta el hombre más honesto del mundo tiene un precio.

—De que habla, desgraciado? Willy no se vendería.

—Tiene razón, el no, pero que tal si a otros si?— Se levantó de la mesa y se fue cerrando la puerta antes de que yo saliera.

Intenté abrirla, pero no importa cuánta fuerza ponía no abría. Ya se estaba haciendo de noche, lo más probable es que Willy se vaya por este horario. Empecé a desesperarme sin saber que hacer solo ví una salida, la puta ventana. Cuál era la probabilidad de salir de aquí intacta? Ni una. Ya que, era ahora o nunca.

No pensé mucho, lo único que me importaba era Willy y que el no se fuera. De un momento al otro me ví en el piso del otro lado, ni siquiera yo sabía cómo lo había hecho. Solo corri hacia el muelle y acabe de rodillas viendo que el barco ya estaba saliendo y obviamente, con Willy dentro.

No importa cuánta mierda Rapiña hablara, estaba segura que el no nos había vendido. Vi a los chocolateros en el muelle reír para luego irse cada uno por su lado, entonces en mi último grano de esperanza ví dos figuras saltar del barco.

Apenas llegué mas cerca para ver el barco explotó y pronto solo quedaban pedazos en el agua. Busqué por la superficie para ver si había alguien, apenas ví la cara de ese hombre tan idiota grité su nombre. Apenas se dió vuelta empezó a nadar con todas las fuerzas que tenía.

—Gina!— Pude escuchar cuando subió antes de que se tirará encima mío para quedar aplastada. —Esos... Chocolateros me engañaron, Noodle y los demás están en peligro! Hay que ayudarlos.

Parece que su espíritu había vuelto, al menos no tuve que hacer mucho, pero el ya quería salir corriendo para hacer algo. Aún así, no podríamos hacer nada en este momento, el tenía que calmarse y esperar.

—Y pensar que hasta hace dos minutos atrás eras más... Soportable.— Sentí una voz familiar... Era el umpa-lumpa? Al parecer si.

Con la boca abierta ni siquiera me dejó decir algo, solo me hizo una señal con los dedos para que me quedará callada y se fue andando. Que extraño que era ese enano, solo reí y seguí abrazando a Willy, aún así tuvo que durar poco. Con una última sonrisa nos levantamos y ya sabíamos lo que haríamos.

Pinky promise - Willy Wonka y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora