Los pies le duelen conforme avanza por las calles, si tan solo se hubiese ido con su hermana cuando ella se lo dijo no habría perdido el último autobús y por ende no tendría que estar caminando para llegar a casa, pero no, helo ahí, caminando solo en la banqueta con las únicas luces de las farolas iluminando su camino, al menos aún tenía batería y sus audífonos reproduciendo música lo acompañaban.
Llega a casa más pronto de lo esperado, suspirando aliviado cuando se quita los tenis antes de dejarlos al lado de la entrada y con una sonrisa en el rostro al ver un plato con un sándwich y la cafetera en la mesada de la cocina.
‘Eu te amo, Bagi' Piensa mientras se sirve una taza, cogiendo esta y el plato para ir directamente a su habitación.
Dejará todo en su mesita de noche, encenderá el televisor y como cada jueves disfrutará un capítulo más de su serie antes de hacer la tarea e irse a dormir, tal vez esta noche sea un poco más atrevido y verá un capítulo más, incluso podría al fin comer esa rebanada de pastel que ha estado guardando en el refrigerador.
Empuja la puerta con la cadera, coloca el plato en la mesita y antes de darle un sorbo al café este le cae encima cuando el sorpresivo sonido de una batería a todo volumen se cuela por su ventana.
“Que porra é essa?”
Horrorizado ve su camisa completamente empapada y parte del suelo también, dejando la taza a un lado, toma un par de pañuelos de su escritorio e intenta secar la tela aún con el escandaloso sonido de la música proveniente de al lado, furioso se acerca a la ventana más el líquido en el piso le hace resbalar y caer en seco ensuciando ahora su pantalón.
La sensación pegajosa de la tela contra su piel lo pone ansioso al instante, poniéndose de pie en dirección al baño quitándose la ropa para arrojarla al cesto de ropa sucia, toma una toalla para humedecerla y pasarla sobre sí hasta que la desagradable sensación desaparece.
Ahora aún más molesto, camina a la ventana evitando por donde ha caído y abriendo esta se sorprende al ver la ventana del cuarto vecino completamente abierta, el sonido siendo mil veces más notorio y molesto.
“Hey, hey!” grita intentando llamar la atención de quién sea que esté ahí
Casi al instante una melena castaña se asoma entrando en su campo de visión, un joven de piel morena, alto y ¿por qué no mencionarlo? Guapo, le sonríe en cuanto cruzan miradas, poniendo nervioso al contrario, pues detesta hacer contacto visual
“¡Heeey! pero si muy buenas noches” le responde, mirándolo juguetón de abajo hacia arriba ensanchando aún más su sonrisa
Curioso a su reacción se mira así mismo cayendo en cuenta de que sigue únicamente con ropa interior.
Las mejillas se le encienden tan rápido como se dirige a su armario, colocándose con torpeza un pantalón y playera de manga larga con la risa contraria que se escucha gracias a que la música disminuyó su volumen.
“Não é engraçado!” grita nuevamente en su dirección
“Nunca dije que lo fuera”
Apretando los dientes intenta calmarse, respirando ondo analizando la situación.
¿Desde cuándo tenían vecinos? Esa casa solo había estado habitada una vez desde que Cellbit tiene memoria, y sus antiguos vecinos jamás habían sido tan molestos como este chico demostraba serlo con menos de cinco minutos de interacción. Aunque claro, sus anteriores vecinos tenían más de 50 años lo que lo hacía comprensible.
“¡Por cierto, mucho gusto, soy Roier, tu nuevo vecino!” habla el chico llamando su atención
“Sim, Cellbit, un gosto, ah-” ¿por qué carajos se presenta? Bueno, no hacerlo sería de mala educación y él ciertamente no era así “Escute, você não poderia tocar música a esta hora? eu tento dormir”
Mentía, sí, pero solo quería un poco de silencio.
“¿Dormir? Pero si apenas van a ser las once”
¿Apenas?
“Muitos de nós precisamos dormir cedo, então, por favor…”
“¿Por qué un chico bonito como tú necesita dormir temprano?”
¿Un… qué?
Nuevamente el color llega a sus mejillas y lo desorienta por un momento, abre la boca intentando hablar, mas las palabras mueren en su garganta conforme la sonrisa del contrario parece no vacilar ¿Qué diablos le pasa a este chico?
Joder.
“Nã-não brinque comigo desse jeito! Basta desligar a música!” grita, más para sorpresa suya que del contrario, antes de cerrar de golpe la ventana y dejarse caer al suelo con la espalda contra la pared, cubriéndose el sonrojado rostro con las manos en un miserable intento por tranquilizarse.
“¡También ten buena noche vecino!”
Y para el colmo de la noche, la música vuelve a escucharse.
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HOME || Guapoduo
FanfictionCellbit pasaba aburridamente sus días, o eso al menos hasta que una extraña familia se muda a lado y un escandaloso nuevo vecino llega a poner su mundo de cabeza "Desligue a música ou chamo a polícia!" "¡Escuchar música no es un delito, que me veas...