Capítulo 4

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El ruido de la alarma de su móvil sonó por toda la habitación. Maldijo internamente. No había dormido en toda la noche y estaba cansado.

Se levantó de la cama y apagó la alarma que todavía estaba sonando. Fue directo hacia el baño y se miró en el espejo. Tenia muy mala cara. Unas ojeras enormes colgaban de sus ojos. Hoy estaría de muy mal genio.

Se puso su uniforme y salió de su habitación. Cuando estaba caminando por el pasillo Kirishima le saludó, pero le hizo caso omiso.

Bajó a la sala común, donde todos estaban desayunando.

—Bakugo, te ves muy mal —Mina se acercó a él mientras comía una manzana. Pero la ignoró.

Mientras caminaba hacia la cocina, muchas personas le saludaron, pero él no tenia ganas de contestar a ninguno. Al estar en la cocina, vio a Shoto comiendo un panecillo con una taza de té en la mano.

—Buenos dias, Katsuki —saludó, dando otro mordisco al panecillo.

Por un momento el mal genio de Bakugo desapareció por completo.

—Buenos dias, Mitad-mitad —devolvió el saludo a su manera y se puso al lado de Shoto.

Agarró un panecillo y le dió un gran mordisco.

—¿No has dormido bien? te ves muy cansado —Shoto miró de reojo a Bakugo, se veía agotado.

—No he dormido una mierda, todo por culpa de una persona —se terminó el panecillo rápidamente y se fue.

—¿Eh? ¿quien? —no obtuvo respuesta.

Bakugo salió del edificio y caminó hasta la academia solo. Como todavía era temprano no habían mucho estudiante por allí.

El cielo estaba nublado y empezó a caer gotas de agua, al parecer iba a llover mucho. Bakugo llegó a la entrada no mucho después, encontrándose con Camie sujetando un paraguas.

—Lo que me faltaba —pensó disgustado.

—Bakugo-kun —Camie se acercó alegremente hacia él y lo abrazó.

—¿Que quieres? —dijo apartándola.

—Hoy nos dieron día libre en mi academia, así que vine a verte —se puso un mechón de pelo detrás de la oreja— Te veo muy cansado. ¿Tienes tiempo después? Te invito a una cita.

Bakugo suspiró.

—Camie, no me gustas, déjame en paz —ya la había rechazado casi mil veces pero ella seguía insistiendo, algún día perdería la paciencia con ella.

—Pero tú me gustas mucho, podrías conocerme más y tal vez te llegue a gustar —se acercó más a Bakugo, quedando a pocos centímetros de su rostro— Eres guapo y yo también soy guapa, haríamos una pareja perfecta, ¿no crees?

Camie puso sus brazos alrededor del cuello de Bakugo.

—Son casi las 8 de la mañana, no me jodas —dijo de mala gana, apartando los brazos de la chica— Te he dicho mil veces que no, no me insistas más.

Camie comenzó a molestarse.

—¿Sabes porque te insisto? ¡Porque te quiero! ¿Has escuchado alguna vez que si te gusta alguien, debes pelear por su corazón? Pues eso es lo que he estado haciendo todo este tiempo —la voz de Camie sonó entrecortada y dejó caer el paraguas al suelo— Pero no me haces caso y me rechazas sin ninguna razón.

Bakugo apretó los puños.

—¿Quieres saber porque te rechazo todo el tiempo? —preguntó casi gritando, llamando la atención de Camie— ¡Porque tú en verdad no me gustas, no voy a enamorarme de alguien que no me gusta! ¡No puedes obligarme a nada! —gritó, cosa que no queria hacer.

Perfect [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora