Solo puedo preguntar
Pero mi corazón no me ha dicho por qué
¿Que estuviéramos juntos antes fue porque te amé?
No lo sé
Mi corazón todavía no puede traducirlo
Solo sé que mi corazón no puede aguantarlo
No puede soportarlo
Cuando se trata de tí
No sé nada en absoluto
No había delicadeza alguna en los pasos que recorrían los pisos de cerámica de la mansión Theerapanyakul, era inevitable para Big mantener su habitual estoicidad con las lesiones que el último encuentro con la mafia italiana le había dejado. Caminaba hacia la oficina de Khun Korn con una variedad de hipótesis rondando en su mente, preocupándolo en exceso. ¿Acaso su jefe lo reprendería por no haber sido lo suficientemente eficaz al proteger a su heredero? ¿Lo suspendería de sus funciones o lo desecharía sin más preámbulo?Hacía ya muchos años que Big prestaba servicios a la organización principal, de hecho, fue capaz de ascender al puesto de líder dentro del equipo de seguridad personal de Khun Kinn. No podía negar que albergaba esperanzas de que sus méritos acumulados en ese tiempo fueran considerados a la hora de decidir qué pasaría con él de aquí en más. Una vez frente a la imponente puerta del recinto, intercambió rápidas miradas con los guardaespaldas que allí se encontraban e ingresó con ímpetu resignado a afrontar lo que ese día le deparara.
Como de costumbre, Khun Korn y su mano derecha, Chan, estaban en medio de una intrincada partida de ajedrez, a penas mostraron signos de haber notado su intrusión en la habitación. Se aproximó a su mesa y se inclinó en una reverencia antes de dirigirse a ellos.
-Buenas tardes Khun Korn -dijo, haciendo una breve pausa, conteniendo el suspiro que ansiaba escapar de entre sus labios-. ¿Me mandó a llamar?
Finalmente, después de escuchar la levemente temblorosa voz de Big, Korn desvió la mirada del juego en curso para prestarle atención. Se irguió en el sofá individual en el que estaba sentado e hizo un gesto simple con su mano para que su subordinado se acercara.
—He decidido que debido a tu accionar en la última misión, no estás lo suficientemente capacitado para cuidar de Kinn. A partir de ahora, te encargarás de servir a Kimhan, considero que es lo más apropiado teniendo en cuenta tu condición actual.
Sin intención de hacer contacto visual, Big agachó la cabeza y mordió sus labios, reprimiendo cualquier impulso de emitir queja alguna, realmente disgustado por su nueva labor. Simultáneamente, Korn y Chan intercambiaron una mirada cómplice al notar las señales de descontento, el esfuerzo del más joven por ocultar su reacción negativa había sido en vano.
—Espero que al menos tus oídos me sean útiles —indicó Korn con una sonrisa de superioridad en su rostro.
La realidad era que el hecho de que Kim hubiera insistido en mantenerse lo más alejado del negocio posible y vivir fuera del complejo familiar, no era en absoluto del agrado de Korn. Su hijo menor, quien más se le parecía en intelecto y actitud, era demasiado valioso como para que su tiempo se siguiera desperdiciando en asuntos tan irrelevantes como la música. Quizás las desafortunadas circunstancias que habían puesto en riesgo la vida de Kinn, terminarían siendo favorables para él si Big conseguía recopilar información clave, buscaba que Kimhan se viera obligado a volver a la mansión.
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No había cosa peor que el tráfico en la ciudad de Bangkok y la paciencia no era una cualidad que caracterizara particularmente a Kim. En esos momentos odiaba verse obligado a cumplir con el compromiso de asistir al evento de su facultad, sin embargo, debía admitir que en lo más profundo de su consciencia, había una pizca de curiosidad por saber si volvería a encontrarse con el dueño de la voz que días atrás lo había cautivado por un instante.
Además, era imposible que lograra obtener la inspiración necesaria para la canción que P'Ann le había solicitado terminar encerrado dentro de las cuatro paredes de su departamento. Pensó que probablemente salir y distraerse en un entorno diferente al usual le ayudaría a llegar a las palabras adecuadas para su actual composición.
Por su parte, Porchay se hallaba sentado en las escaleras de entrada a la facultad de artes, esperando a que Mine llegara. A penas podía contener la emoción que recorría su cuerpo de solo pensar en que finalmente, después de mucho tiempo, podría ver una presentación en vivo de su artista favorito. Incluso, había oído rumores acerca de ciertas actividades que sus superiores planificaron para los fans de Wik.
—¿Acaso me estás escuchando Chay? —Fue necesario que Mine elevara el tono de su voz y se acercara hasta casi gritar en el oído de su amigo para que el mismo abandonara sus fantasías de fanboy y reconociera su presencia.
—Claro que te estaba escuchando —contestó el mencionado alejándose de su amigo y poniéndose de pie rápidamente antes de mirarlo-. No es como si estuviera soñando despierto con Wik ni nada de eso.
Ambos jóvenes rompieron en risas ante la situación y de esa forma comenzaron a caminar hacia el hall central donde sabían que se desarrollaría el evento.
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El eufórico anuncio de su presentación que Mark realizó dió pie a que Kim subiera al escenario que había sido especialmente preparado para él con su mejor sonrisa, tomó asiento y acomodó su guitarra dispuesto a comenzar con la primera canción de la tarde, Highway. Mientras cantaba, contempló con interés al público que lo rodeaba, mayormente estudiantes con su típico uniforme blanco, exceptuando a un par de chicos que se distinguían del resto, uno de ellos le resultaba extrañamente familiar.
Tras interpretar algunos de sus recientes éxitos, Mark, en su rol de MC del evento inició con el concurso de preguntas y respuestas para que los fans ganaran camisetas firmadas por él. Curiosamente, el chico de camisa celeste parecía conocer todo lo que su superior proponía como desafío, más no tuvo la oportunidad de contestar oficialmente sino hasta el final.
—¿Cuál es el video musical de Wik en el que sale un gato? —exclamó el presentador en el micrófono.
—¡The beached whale! —gritó una de las estudiantes.
—En realidad son tres canciones más, en Lost star sale la cola de un gato en el estribillo, en Shape of you se ven las patas de un gato iniciando la introducción y en I secretly like you sale un muñeco de un gato —aclaró Porchay con tono entusiasmado, dirigiendo su mirada de forma intermitente a P'Mark y P'Wik.
—¡¿Quién demonios eres tú?! Ni siquiera yo que soy un gran fanático sabía todo eso. —El tono indignado del muchacho que respondió la primera pregunta era notable.
El nivel de detalle con que aquel chico conocía su discografía y videos musicales fue una grata sorpresa para Kim. Chay sintió como su corazón se agitaba en cuanto notó que Wik lo miraba sonriente y aplaudía complacido por su respuesta.
—Lamentablemente estamos llegando al final de este maravilloso momento —comunicó Mark a todo el público—. Ai'Wik ¿Hay algún mensaje que quieras dejar para los nuevos estudiantes de la Facultad de Artes de la Universidad Anantrameka?
—Me pregunto todo el tiempo... ¿Cuánto deseo que se cumpla mi sueño? ¿Vale la pena si pierdo algo en medio del camino? -Tomó aire y prosiguió—. Pero si amamos tanto algo, con todo nuestro corazón, ¿no creen que vale la pena? Espero que estas palabras les sirvan de ayuda.
Los aplausos inundaron el lugar en cuanto Kim se puso de pie despidiéndose de todos y bajando del escenario junto al presentador.
—No creí que fueras a venir tan fácilmente —dijo Mark entre risas y palmeando amigablemente la espalda del más joven de los Theerapanyakul—. ¿Acaso tienes algún motivo oculto además de animar a los nuevos postulantes?