29.LA IRONÍA.29

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*INTERACTUÉ CON EL CAPÍTULO Y TRAERÉ ANTES EL SIGUIENTE. *

Tenía el sentimiento enterrado en mi piel, la ira me tenía cegado, como si de una venda se tratase, me retorcía, gruñía, jadeaba... me sentía como un animal enjaulado que habían sacado de su habitad natural —¡Soltadme! —mi voz era completamente rota, afónica. Quería llorar ahí mismo de la impotencia, pero el sentimiento de molestia era superior, llevaba tantos años callado para no molestar a nadie, que me había olvidado de como se sentía.

—Está demasiado nervioso —hablaba aquella voz que me sonaba tanto, notaba que había otra persona más, pero estaban en un punto de la habitación donde era completamente oscuro, me resultó imposible verlas, intente acercarme, pero las cadenas que sujetaban mis muñecas y tobillos me detuvieron bruscamente.

—¿Qué cojones hago yo aquí? —grite para que sus murmullos acallaran y me hablaran a mi directamente —¿Qué mas quieres de mi? ¿Quereís que me vuelva loco? ¿Es eso, zorra? —llegados a este punto ya no controlaba mis propias palabras, acciones y pensamientos. Estaba cansado de toda esta mierda que parecía estar siempre en mi contra.

Iba a cumplir treinta, yo tenia la creencia de pequeño que con treinta tendría una familia, una casa, iría todos los veranos a un pueblo costero a veraniegar, seguramente trabajaría de policía siendo muy ambicioso, pero nada más lejano de la realidad, me había pasado casi quince años huyendo de personas que querían hacerme demasiado daño, no podía culpar a Gustabo, en ocasiones también disfruté que he hacía.

—Controle ese vocabulario jovencito —me reprendió educadamente dando unos pasos hacia mi, haciendo que poco a poco la luz fuese iluminándola, otra vez aquella cabellera pelirroja, siempre supe que me daría problemas, primero con Volkov, luego con Conway... y ahora, conmigo mismo —, ¿Por que está tan nervioso, eh? ¿Será que se encuentra así por lo que le dije en la cafetería? —estaba delante de mi, a una distancia préndete, a una distancia que sabía que no llegaría a ella por las cadenas, me miraba con esos ojos que en otras ocasiones me habría tenido estático —, ¿Sabía que por su boca me ha metido en un... un contratiempo?

Fue entonces cuando entendí, no querían volver hablar como fue en la cafetería la vez anterior, querían rendirme cuentas por haber hablado demasiado —¿Todo esto fue por eso? —exclamé sin derrumbarme, estaba completamente preparado para lo que viniese —, ¡Era obvio que hablaría! Yo no podría mentirle a Jack Conway, a mis compañeros.

—Horacio sea honesto —me pidió, dando unos pasos más, estaba frente a frente de mi, a unos pocos centímetros, aún que hubiera querido empujarla, o cualquier otra acción requerida con mis manos, habría sido completamente imposible, mis muñecas encadenadas estaban hacia atrás, dejándome con el pecho en alto y completamente vulnerable ante lo desconocido —, no se ha callado por un factor, y no me mienta a la cara diciendo que fue por Jack Conway. Nadie le cree.

—¿Julia, no será que fue, por qué al señor Horacio le siguieron...? —mi respiración se paralizó, abrí bien mis ojos mirando hacia la oscuridad.

No me jodas.

—Cierto, ¿Como se me habría podido olvidar? —colocó ambas manos en mis hombros, volviéndome a ella, haciendo que la viera —, se encontraba muy bien acompañado, ¿Verdad? Es un hombre francamente atractivo, no le puedo culpar, tal vez un poco más mayor que usted.

Inconscientemente negué con la cabeza sin dejar de verla —, no se de que me hablas.

—¿No lo sabe? Venga Horacio, no le he traído aquí para que venga a subestimarme, ¿Creía que no notaría que usted venía bien acompañado? ¿Creía de verdad que iría tan desprotegida? En el primer instante que cruzaste la puerta, pude ver quien estaba tras usted. —me quede completamente en silencio, la cosa cambiaba si añadíamos a otro factor, un factor que me importaba —, quite esa cara, no le haremos nada...

—¡Pues claro que no! —dije completamente seguro de mis palabras, mi voz, sonó tan fuerte que retumbó por el lugar —, es demasiado fácil atrapar a un aficionado como yo, de echó no es un mérito muy destacable, yo siempre paso por estas mierdas —asegure sin dejarla de ver a los ojos —, pero no vayas por ese camino, por que tu ni nadie puede hacer nada contra Volkov.

Soltó una carcajada —¿Cómo puede estar tan seguro?

—Por que estás hablando de la mano derecha de Conway, ¿De verdad crees que Conway elegiría a alguien débil? No me jodas, se supone que fuiste su mujer, deberías de saberlo. —la mujer retrocedió un paso, se veía en su rostro que no esperaba esa reacción de mi parte —, ¿Por que la mujer que abandonó a Conway me busca? ¿Por que me preguntaste por Gustabo, por mi? ¿Para que me buscaste en primer lugar?

—Horacio, en primer lugar usted no sabe la historia, y en segundo; las preguntas, en su posición no las puede hacer usted, tal vez debería de recordarle su posición —se cruzó de brazos, miro hacia atrás, hacia las sombras, volvió a verme a mi, fue un gesto lento. De entre las sombras salió una mujer no la había visto más de una vez, pero aquello no importó e hizo que retrocediera un paso inconscientemente, tal vez fue el impacto.

—¿Por que le hacen esto a Conway? —exclamé retrocediendo uno más mirando a ambas mujeres.

—¿Por que no mejor pregunta, que hizo Jack Conway para que le hagan esto? —preguntó la recién incorporada, arrastraba un bate de béisbol, no supe en qué momento lo alzó del suelo y lo levantó, por reflejo retrocedí lo suficiente para agarra la cadena y extenderla, usándola de escudo, —¿Realmente cree que Jack es una víctima?

Torpemente esquivaba sus golpes como podía, el bate de madera golpeaba las cadenas de hierro, tan solo jugaba conmigo aquella mujer —Esta claro que el viejo no es un jodido ángel —asegure mirando fugazmente a Julia, aquel gesto fue lo que me condenó, con gran fuerza el bate golpe mi abdomen, me sacó el aire y me hizo retroceder hasta caerme, mi espalda golpeó bruscamente con la pared de cemento —¡Pero no creo que sea tan malo como para que su socia y mujer le traicionen así! —grite con reproche —, ¡Se ve que ese hombre extraña y ama a su "difunta" mujer! pero se ve que a los fantasmas le gusta jugar a los malos sintiéndose los buenos, ¡Que hipocresía es esa eh, Julia! —señale a la recién nombrada —¿¡Y tu!? No me jodas ese hombre confía en ti, ¿Por que? ¿Por que me metéis vosotras en vuestra mierda familiar? ¡Yo no pinto nada!

—¿Acaso no recuerda nada? —la mujer perdió momentáneamente la compostura.

—Julia —la llamo un tanto preocupada su hermana.

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Voy dejando esto por aquí ☕️

He de reconocer que he movido los hilos de cómo iría la trama y la estoy poniendo a como lo haría ahora. Amo que ahora si esta agarrando la forma que quería darle, pero un poquito más coherente.

¿Tenéis alguna teoría? Si es así... ¿por que no nos la cuentas?

Nos vemos en un rato, seguramente hoy haré otra actualización, todo dependiendo de que tan querido sea el capítulo.

Gracias por leer.

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Damned. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora