HUELLAS DE ENERO

5-Cry Baby

Aaron Peters:

Camino al restaurante para pasar la noche del cumpleaños de mis hermanos, Grether se veía feliz, y me alegro que despegara un poco la mente del caso de la repentina desaparición de su hermano. Eso la tenía abatida, aunque, aún así, hay momentos en los que su mirada se perdía en el vacío.

Por otro lado,  trato de ocultar el enojo y preocupación por Ian, tampoco quiero arruinarle el cumpleaños, por más que quisiera darle un buen regaño, me abstengo.

—Ahora que recuerdo —comenzó a hablar Grether,  señalando a los mellizos —hace unos días vi a uno de los dos en la esquina de mi casa, hablando con otra persona, no quise interrumpir, porque sería de mala educación, pero fue sorprendente encontrarlo.

Inmediatamente supe que era Ian, Egan no era de salir mucho de casa, y por estos días ni siquiera había mirado la puerta.

Egan iba a tratar de averiguar que hacia afuera y por qué no le había contado nada.

—Oh, no recordamos haber salido
¿No es así, Ian?

La cara de Ian era completamente desifrable los nervios se le notaban hasta en las orejas, nunca había sido un buen mentiroso.

—Claro.

Al fin llegamos al lugar, quitando toda esa presión de encima.

Todos pedimos sushi y unas bebidas para complementar.

Los chicos estaban bastante felices y eso me alegró mucho, es el cumpleaños número cuatro que pasan sin papá, y pensé que eso les iba a incomodar pero al parecer me equivoqué. Estoy aliviado que su falta de presencia no los abrume, sería una lástima que todo se arruinase por eso.

No podía parar de mirar a Grether, se había puesto un vestido azul, que se ajustaba perfectamente a sus caderas, y llevaba su cabello en una coleta. El color cálido de su cabello, y el tono frío de su vestido, quedaban increíbles.

El resto de la cena transcurrió perfectamente, con conversaciones fluidas y algunas que otras historias.

Hasta que el teléfono de Ian comenzó a sonar.

—Tengo que irme —dijo.

Fue lo que escuche salir de su boca,  para que luego saliese corriendo del lugar.

Egan quedó completamente paralizado, parecía frustrado.

Trate de salir para detenerlo pero ya no estaba. No supe por qué se fue, ni quién lo llamó, pero las sospechas eran cada vez más grandes, casi imposibles de ocultar.

El cumpleaños 15 de Egan,  creo que iba a pegar bastante fuerte en todas las conversaciones futuras que tenga. Pero queda esperar que se haya ido con una justificación justa —que posiblemente, no había—, que se haya ido por una emergencia, y no por asuntos meno importantes que su hermano.

Las conversaciones serían algo así:

—Egan y ¿como fue tu cumpleaños número 15?

—Bueno, mi hermano gemelo se fue sin ninguna razón, dejándome solo en ese día tan especial,  sin darme tan siquiera una explicación.

Ian es muy impulsivo y siempre se lleva las broncas Egan.

Es difícil detener a unos gemelos así.

Seguimos el camino a casa de Grether,  ya que debía dejarla antes de las 12:00am.

Egan iba todo el camino dos cuadras antes que nosotros, al parecer sus pensamientos estaban bastante revueltos como para hablar con alguien más.

—Oye,  Pepsi, perdón por esto, realmente no tienes porqué meterte en estás cosas familiares.