Carta a mi Viejo (Sr. Flores)

Capítulo 3

Hay tantas cosas que te quiero explicar, porque uno nunca sabe, si mañana esté aquí...

Yo siempre supe que saldrías de esa, solo me preocupaba lo que harías después, seguir en lo que te llevo ahí sería fatal, pero fue un cambio total, en todos los sentidos, jamás pensé verte predicando y nunca lo dije, pero no sabes lo orgulloso que estoy de ti.

Ya no te vería fumando o llegar borracho cada fin de semana, ocasionando problemas en la familia, creando rencores en mí que no puedo soltar hasta hoy y a pesar de que tu ejemplo no fue tan bueno, un día, mientras llegaste tomado, entre el relajo y las discusiones, supe que eso era justo lo que no quería ser, y tengo que agradecerte eso, también me enseñaste lo que no debía hacer en mi vida. Fue un cambio inimaginable, ahora ya sabíamos dónde estabas, andabas bien elegante en la iglesia, ahora sabíamos que llegarías temprano y sin generar problemas con tu llegada.

Por alguna razón he pensado tontamente, que me debes un perdón que quizás ni merezco, pero, aunque no parezca te necesite, no solo para que sintieras orgullo de mí, aun no sé cómo iniciar una conversación contigo, no sé si te tengo miedo, rencor o respeto, o todo eso junto, pero no tengo el valor de verte a esos ojos, que con el paso de los años se notan pesados y cansados.

No sé si en el fondo estas orgulloso, yo estoy orgulloso de ti y también de mí, porque no me convertí del todo en lo que eras, aun no se si un día estaremos hablando de todo, riendo como si nada haya pasado, ojalá que llegue el día y ojalá que la vida no nos pase factura, porque te quiero ver cada día de mi existencia, porque quiero sentir alegría en mi corazón al verte después luego de unos días. Quiero dejar de sentir ese nudo tan cruel que comprime mi pecho, al escuchar: Quizás de Enrique Iglesias.

En tu honor soy portero, tu apellido FLORES lo he llevado con orgullo y se ha mencionado para cosas buenas, tu legado seguirá en las próximas generaciones, porque defiendo lo bueno que tienes y pelearía con cualquiera que quiera hacer ver lo contrario.

Ya son veinte tantos y estoy seguro que un simple abrazo tuyo me partiría en pedazos y volvería a ser aquel niño que te esperaba, aquel que quiso que lo vieras, no importa cuantos años tenga para cuando entiendas esto, ojalá seas eterno como el amor que te tengo viejo de mi alma, te perdono, ojalá tú me perdones a mí.

Por querer que fueras un buen padre me convertí en mal hijo, no me di cuenta que seguías ahí, que te alejabas con tu indiferencia, pero, yo también me aleje con tanto resentimiento, perdón por no hacer que estuvieras tan orgulloso, a veces ni se porque busque tanto eso, ni siquiera he logrado nada. Ojalá un día tenga todo para que no te falte nada a ti.

Me gustaría escribir sobre unas buenas anécdotas contigo, pero no sé si el dolor me las bloqueo, o es que realmente no haya mucho que contar sobre eso, ojalá tengas buenos recuerdos de lo que fui, y de lo que soy ahora.

Hoy te perdono, hoy estoy agradecido por tenerte...
Gracias por ser mi padre Sr. Flores...

Quizas, que gracias a la vida hoy te quiero más...