26 de febrero 2016 7:15 am
- ¡Einily!, ya baja que se te va a hacer tarde y no quiero manejar rápido para llevarte a la escuela- habló mi mamá desde la planta baja del departamento, ella y yo no vivíamos juntas desde hace un tiempo, aproximadamente seis meses, pero al menos esta semana estaba de visita.
No llevábamos la mejor relación cuando estábamos bajo el mismo techo, eran peleas constantes, ambas tenemos un carácter fuerte, pero una manera de pensar bastante diferente.
Fue una mamá bastante joven, recién cumplía los 20 años cuando yo nací. A lo largo de los años aprendí que no fue su culpa la manera en la que me criaba, no había alguien que le dijera si estaba bien o mal ese trato. Cuidar de otra persona siendo tan joven te hace cometer muchos errores.
Palabras, gritos y golpes fueron lo que nos orillaron a tomar la decisión de que yo me mudara, al menos ahora nos llevamos mucho mejor. Mi padre es quien me ayuda a pagar los gastos de la renta, de todo lo demás me hago cargo yo, tengo trabajos de medio tiempo los fines de semana y entre semana le ayudo a una vecina a cuidar a sus hijos.
Gracias a que tuve muchos primos es que aprendí a cuidar de ellos, como alimentarlos, cambiarlos, jugar y procurar.
Para mi padre es mejor pagar una renta a que existan peleas todo el día en la casa y ver cómo su pequeña familia se desintegraba poco a poco, no tuve más hermanos porque no quisieron después de que falleciera mi hermano, pero me hubiera encantado tener uno.
- ¡Enseguida bajo! - grité mientras estaba parada frente al espejo, ya estaba por terminar de arreglarme, solo me puse un poco de perfume en el cuello, un tono rosado en sus labios y unos pequeños aretes de perlas blancas que mi abuela me había regalado, eran mi tesoro más preciado a modo sentimental ya que fue el último regalo que me dio antes de fallecer.
Mi aspecto es más casual, no tengo la ni la menor intención de resaltar entre la multitud, no me gusta llamar la atención, soy recatada a excepción de mis amigos y cercanos, con ellos me gusta ser una persona diferente.
-Hasta que, por fin bajas, falta poco para que acabe el año, pero no implica que llegues tarde Einily- es verdad, estábamos a 1 mes de salir de la preparatoria.
Este año entraba a la universidad, aún faltaban días para saber los resultados de las pruebas que apliqué y estaba muy nerviosa por ello, porque determinaba si me mudaba a otro estado o me quedaba aquí.
Por lo mismo de que no sabía si me iba a quedar aquí o me iba a ir, no quería lidiar con temas de amor. Suficiente había tenido con las relaciones pasadas que terminaron de las peores maneras posibles, peleas, engaños, venganzas o con la frase "Eres lo peor que haya conocido", claro que no era algo de lo que me enorgullece realmente, pero ya no tenía interés en ello.
-tranquila mamá, ya sabes que siempre salgo a la misma hora de la casa, no hace falta que te preocupes, aparte la primera hora hoy la tengo libre- le dije mientras bajaba las escaleras.
Físicamente ella y yo somos iguales, de igual manera tenemos los mismos gestos y fue como me di cuenta de que solo torció los ojos y sonrió.
-Me hubieras dicho antes, desayunamos y te llevo- me tomó del hombro para ir a la mesa y platicamos de temas triviales, como el aseo de la casa, como eran los últimos días con mis compañeros, etc. Ella estaba nostálgica de que hubiera crecido tan rápido, duró poco ya que ella era la que haría que llegáramos tarde.
Me fui a lavar los dientes, me subí al carro y en el camino íbamos escuchando música.
Llegando a la escuela le di un beso en la mejilla, extrañamente le dije que la amaba, algo me decía que lo hiciera. Una sensación rara se empezaba a hacer presente en mi estómago, pero no sabía qué era, hoy no sería como todos los días.
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Breath
FanfictionA veces me pregunto ¿Cuándo exactamente decidí apagar o perder esa parte de mí? nadie tiene la vida perfecta, hay unos que lo tienen todo y son infelices, otros no tienen nada y son las personas más felices del mundo ¿yo donde me encuentro?