22. Premio

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___ pov

Este capítulo puede contener escenas (+18) si eres menor esto queda bajo tu responsabilidad.

Hoy haremos batallas cuerpo a cuerpo, no se vale usar energía maldita y armas malditas, para que sea justo será las chicas por un lado y los chicos por el otro. No me decepcionen mis amores. —dijo Gojo llevándonos al campo.

—Quiero dormir. —dije bostezando mientras llegábamos al destino.

—Yo quiero un novio que tenga dinero y que me mantenga pero no todo se puede en la vida querida. —dijo Nobara.

—El primer combate será de ____ contra Nobara. La primera en caer y quedarse tirada por 3 segundos pierde. —dijo el profesor.

Estoy tan cansada que no
tengo ganas de pelear.
Extraño mi camita.

Si ganas te daré una sorpresa cuando termine esta clase, esta en mi oficina y más vale que no tardes princesa. —dijo Satoru susurrándome al oído de manera coqueta.

Vaya como que de repente se me fueron las ganas de dormir parece.

Con Nobara nos posicionamos frente a frente, estaba dispuesta a ganar este combate y yo cuando me propongo algo lo consigo, pobre Nobara.

—¡Empiecen! —grito Gojo.

Nobara atacó primero intentando apuñalarme en la cara pero lo esquive moviendo mi cara y rápidamente le encaje una patada en el abdomen logrando que retrocediera.

—Hasta a mi me dolió. —dijo Itadori desde la banca.

—Callate y mira. —le contestó Megumi dándole un leve golpe en la cabeza.

Luego la castaña se acerca a mi y me da un golpe en la cara logrando que sangre mi nariz así que agarre su brazo y luego del hombro y con mucha fuerza la di vuelta apoyando el brazo que tenía en la mano en su espalda haciendo presión para arriba haciendo que quede inmovilizada. La tire al suelo apretando fuertemente.

—Uno... dos... dos y medio... y tres. Gané. —dije soltándola.

—Eso fue rápido. —dijo Yuji.

—Si que es buena en combate cuerpo a cuerpo. —dijo Fushiguro.

—Bien hecho Nobara. —dije estrechando nuestras manos.

—Pero no hice nada... —dijo decepcionada.

—Me diste un buen golpe en el rostro. Mira mi nariz sangra, si que pegas fuerte. —dije intentando animarla.

—Al parecer si, perdona y toma esto.

—Gracias por el pañuelo. —dije limpiando la sangre.

—Y gano ____ ahora el siguiente combate es entre Yuji y mi pequeño Megumi. —dijo el sensei.

—Lo voy a matar. —dijo en voz alta el azabache.

—Ya se que me amas pequeñin.

Empezó la pelea y como lo imaginaba ganó Itadori, realmente a pesar de sus tecnicas malditas si que tiene fuerza y mucha. Megumi estaba de mal humor, se nota que no le gusta perder.

—Bueno, terminamos con la clase de hoy. ____ ven a mi oficina por favor.

—¿Qué hiciste ____? —me susurró Nobara.

—Nada ¿Qué podría hacer yo?

—Te conozco ____. Podrías haber cometido el peor crimen del mundo pero ni te darías cuenta por lo despistada que eres.

—Oye, no es verdad.

—Como sea, suerte con el canoso.

—Gracias, supongo.

Me fui hacia el lugar acordado pero antes de ir me había puesto una falda que estaba por encima de la rodilla y un top de color blanco, toque la puerta y el profesor me abrió. Él no se encontraba con su venda, traía una camisa blanca con los primeros botones desprendidos dejando ver parte de su cuello y pecho, en la parte de abajo tenía unos pantalones de color azul marino que le hacían juego con sus hermosos ojos.

Mierda, que hermosa imagen visual.
¿Acaso estoy en el paraíso?

Toma asiento linda. —dijo coqueto. ¿Estamos hablando de la silla o de tu regazo? Realmente espero que sea la segunda.

Le hice caso y me senté en la silla que se encontraba al frente del escritorio.

—Veo que ganaste el duelo. Sinceramente no me impresiona viniendo de ti pero me enorgullece mucho. —dijo parándose detrás de mi poniendo sus manos en mis hombros.

—Y creo que mereces un premio. —dijo agachándose un poco y susurrándome al oído ocasionando que se me ponga la piel de gallina.

—¿Que tipo de premio? —dije curiosa.

—Cierra los ojos y lo sabrás. —dijo mientras sacaba su venda negra de su bolsillo y me la colocaba.

—Abre las piernas.

—¿Qué?

—Que abras tus hermosas piernas. —repitió mientras sentía como sus dos manos estaban apoyadas en mis muslos. Escuche un pequeño ruido, había apoyado algo en el piso, eran sus rodillas al parecer; Gojo Satoru se había arrodillado.

Acto siguiente el sensei empezó a acariciármelas, hasta que llego al borde de la falda, paso por debajo de esta y agarró mis bragas bajándolas lentamente.

—Tu solo disfruta cariño.









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Buenas, antes de que se molesten conmigo el cap seguirá pero lo dividi pq el siguiente va a ser muy extenso. Los amooo

Gojo Satoru - EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora