Bajo La Luz De Luna [AU MINJOONG]

CAPÍTULO 4

4. Aquí cada 7 de noviembre

Habia pasado un año desde ese día en el que Hongjoong vio a Mingi. Su vida continuó como normalmente aunque en muchas ocasiones volvía a pensar en ese niño de pelo azabache y sonrisa bonita.

A veces creia que todo fue un sueño y que esa noche en verdad no bajó a la playa, que fue producto de su mente mientras dormía, pero la perla que colgaba de su cuello le decia que no, que fue todo tan real como su misma existencia.

Se portó bien durante todo el año y ayudó a sus padres en lo que podía, además se esforzó para sacar notas sobresaliente solo por una razón, una única e importante razón. Supo que sus esfuerzos valieron la pena cuando su madre le hizo esa pregunta la mañana antes a su cumpleaños.

-¿Qué quieres para tu cumpleaños, Joongie?

-¡Solo quiero una cosa! - dijo con ilusión.

-Dilo -le sonrió.

- ¿Podemos ir a la casa de la playa? Por favor..

La mujer torció la boca un poco en desacuerdo. Su hijo dejó de hablar de esa casa desde la noche en la que entró en su cuarto gritando como un loco, no sabía si era buena idea volver a llevarlo allí.

-No quieres otra cosa?

-No -negó con la cabeza.

-¿Por qué quieres volver?

Hongjoong apretó sus labios debatiendo sobre que decir pero decidió solo contar una parte de la verdad.

- Me gusta. Lo pasé muy bien cuando fuimos y quiero ver el mar de nuevo - levantó sus comisuras de manera tierna ablandando el corazón de su madre.

-Muy bien, volveremos - le acarició la cabeza.

-¡Bien! ¿Cuándo nos vamos?

- Hm, ¿cuándo quieres?

-¡Ahora mismo! - la mayor rió.

- Papá todavía no ha llegado, esperemos a ver qué piensa él.

- Si no es ahora, será tarde.

- Tranquilo...

Hongjoong se quedó mirando por la ventana del salón detrás de las cortinas marrones que llegaban hasta el suelo viendo si su padre volvia del supermercado. Su peluche le acompañaba bajo el brazo y su mano tocaba su colgante con nerviosismo.

-¿Por qué no vuelve? - le preguntó al ser inanimado. - ¿Tanto se tarda en comprar? Solo es meter las cosas en un carro y pagarlas - hizo un puchero.

El ruido de un coche entrando en la calle llamó su atención y se alegró al ver el vehículo de sus padres que aparcaba frente a la casa. Salió corriendo alborotando las cortinas y asustando a su madre la cual no sabia que estaba alli.

- ¡Papá! ¡Papá!- gritaba su nombre aunque todavía el hombre ni se había bajado del coche.

Al ver que lo que hacía no servía de nada, abrió la puerta y salió al jardin delantero atacando a su padre con preguntas y peticiones.

-¿Podemos ir a la casita de la playa? Por favor... Juro seguir portándome bien y estudiaré mucho mucho. ¿Podemos irnos esta tarde? Quiero ir esta tarde. Porfi.

Caminó al lado del mayor hasta que entraron en casa y este fue a la cocina para dejar los mandados que cargaba en dos bolsas de plástico.

- Joongie... tengo trabajo esta semana, tengo que planear muchas clases para la universidad.

- Solo dos días.

- Joongie...

-¡Mamá me lo ha prometido, me dijo que si!