𝑠𝑖𝑚𝑝𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑑𝑢𝑒𝑙𝑒.

92 11 3
                                    

- Que tal si.. No lo sé, ¿te mudas al sur?, ella no suele ir por alli a menos que sea para buscar pinturas o ir de patrullas, ¿ah?.
Mads estaba buscando respuestas para un problema sin solución.
- Rea. -Ella insistió-.
Espabilé. -Perdón, estaba, solo.. Pienso plácidamente. Y con fluidez. -aclaré-.
- Bien, creo que te falta la COHERENCIA. Sé que hace mucho no puedes pensar con claridad. Pero no puede ser que cuando lo hagas sea por qué pensás en irte de acá. ¿Qué va a pasar con tu papá? ¿O con María y Tommy? ¿Jesse...?¿Qué va a pasar.. conmigo..? Yo no podría, Rea.. yo-.
- Ven conmigo. -La interrumpí-.
- No puedo, lo siento-
- Mad.. Por favor.
- No, Rea, en serio-
- probemos.
Cada una hablaba por encima de la otra intentado que nos escuchemos.
- Nerea. Te lo digo posta.
- ¿Posta? ¿Y ese término?
- Posta es en serio. Lo vi en una revista.
- Ah. Bueno. Pero.. podemos hacer esto Mads, dejemos a todos atrás. Ayudame por favor. Hacelo por mi un tiempo despues si lo crees necesario, te podrás ir, no te voy a frenar.- Tomé sus manos mientras la miraba con tristeza y desespero.
- Rea... Sabes que yo no tengo que ayudarte. Acá tienes todo.. Ahora es TÚ desición. Sabes que haría lo imposible, pero ¿salir afuera? Es muy arriesgado.
- Esta bien. Lo haré sola.
- No, Rea.
- No, no, vendré a visitarlos, lo prometo.
Ella frenó en seco, me miró con pena.
- No hagas estupideces, ¿Si?, te necesito con vida hasta que yo ya no respire. Se acercó a abrazarme luego de ese chiste.
Reí un poco. -Juro que voy a volver sin un rasguño. Me abrazó por los hombros y caminamos hasta la puerta. - Vamos, te voy a ayudar a armar tus cosas. ¿Te irás con Kira? Necesitas un caballo fuerte. -asentí-.
- Si, si no te molesta. Papá va a necesitar a Anne.

Llegamos a casa de papá.

- Acá tengo varias cosas.
- ¿Botiquín?
- Sip.
- ¿pastillas?
- También.
- Bueno, estás bien.

Ella guardó algunas mantas en mi mochila.

Eran al rededor de las 11 de la mañana, ya estaba partiendo, antes de que Ellie salga de patrulla.

- Te voy a extrañar mucho. ¿Segura de que no querés venir?. -Pregunté a Mads subiendo al caballo-. -No, estoy bien acá. Que tengas mucha suerte Rea.
Le di una pequeña sonrisa.
Avancé con todo, soltando un suspiro.
Soltar no iba a ser fácil. No iba a ver a mi papá, ni a mis amigos, dejar todo atrás en un abrir y cerrar de ojos, me iba a costar probablemente hasta la vida.
Con lagrimas en los ojos crucé los portones, el viento poco a poco comenzó a azotar los arboles y a sacudir sus ramas, desprendiendo la nieve acumulada en estos días. Era un ambiente considerablemente cómodo, apesar de mi pesada respiración.
Inhala y exhala. Se repetía en mi mente.

Pasando por uno de los puntos de controles vi caballos. Qué extraño.
Continué mi ruta.
El viento tomaba más fuerza, era agresivo. Viendo hacía el norte, se veían nubes notoriamente frías. Quizás y se acercaba una ventisca.
Buscar refugio es mi objetivo.

Dónde Eugenie solía patrullar.
Ahí podría ser un buen lugar.
Pensé.

Hay un pequeño espacio cerrado. No hay nada más que eso, pero preferiría eso antes que salir volando en algún otro lugar.
Habían unos pares de tuercas, y una mesa de trabajo. Era una casa extraña, tenía habitaciones trabadas, imposibles de abrir.

Me fui a una habitación, coloqué algunas mantas. Y me dormí.



























Oí voces.
Abrí mis ojos mirando la habitación con rapidez, chequeando que no haya ningún individuo indeseado.
Por suerte no se percataron de la luz.
Se escuchaban como mujeres.
Permanecí en silencio, acercándome poco a poco a la puerta, con el revolver y la navaja en manos.
Habían corrido un mueble. Qué extraño.
Al mirar al suelo, luces destellaban bajo mis pies. Curioso.

apocalypse-Ellie WilliamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora