—No! No pienso ir a ese tonto colegio
con esos "compañeros"!
Un berrinche hacia el pequeño Dylan exigiendo mientras su tío conducía ignorando los pucheros y gritos de su sobrino.
—Dylan te vas a divertir porfavor... ya deja de gritar que nos están mirando.
—No!
Al dejar al infante en la escuela se fue para no oírlo más.
El pequeño en el recreo se aleja de otros aunque ellos querían estar con pero el sabía que no eran sus verdaderos compañeros solo eran gente hipócrita que solo se le acercaban porque sabían que su tío era un multimillonario.
Mientras comida un sandwich un avión de papel callo cerca de el este miro a todos los lados para ver quien se lo lanzó.
Detrás de un pequeño arbusto se veía alguien que solo lo miraba con sus grandes ojos con sus pupilas como las de un gato, se sentía incomodo y enojado a la vez por molestarlo y estar espiando "¿quien se creía?" Era lo único que pensaba pero otro avión de papel estaba se le callo en la cabeza lo sacó de sus pensamientos ,yendo a su dirección pensaba ir a reclamar le pero el sonido de una campana lo hizo retroceder y cambiar de dirección a su salon pero cuando volteo para ver si la persona aun estaba detrás de los arbusto estaba anonadado al no ver a nadie "¿donde se habrá ido?"
—¡¿Que?! Pero jefecito usted sabe que no puedo cuidar a su sobrino...porque...porque.
Buscaba una excusa el conejo rojo más famoso de todo Chile para no tener
de cuidar del arrogante sobrino (Dylan) de su jefe.
—Porqué tengo que ayudar a Juanin en limpiar el lugar si por eso jeje y no debo hacerlo esperar.
Sonríe falsamente mientras contenía sus nervios pues su amo y señor Eusebio manguera no parecía creerlo
—Vamos Bodoque ni tu te crees esa estupidez así que por mentir te vas a encargar de mi sobrino y recuerda cuídalo como su fuera tu sueldo.
Luego de decir se fue dejando al conejo junto al "bebe hipopotamo" como lo decía Tulio.
—Escucha Dylan te quedaras aquí afuera esperando a que nosotros terminas te vale no hacer un desastre o irte a otro lado ¿oíste?
Ordenó con un tono autoritario al niño que solo mirada disgustado pero haciendo caso a sus órdenes se quedó sentado mientras los dejas empezaban el noticiero.
—Eso es un asco...
Indignado
—Hola!
La presencia de alguien asusto al gordinflón haciendo que se caía de su asiento golpeándose la cabeza.
—Perdón no quería asustarte.
Le da su mano para se levante.
—Soy la que estaba en los arbustos un gusto soy-
