Juego

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Nota de la autora: Este capítulo va dirigido a mi amiga que pasó por una relación con un narcisista.

En el infierno había un Overlord que definía el narcisismo.

¿Que es el narcisismo? Se refiere a un patrón de comportamiento caracterizado por un excesivo interés y admiración hacia uno mismo, acompañado de una falta de empatía hacia los demás, las personas con tendencias narcisistas buscan constantemente la validación y la admiración de parte de los demás presentando un sentido exagerado de su propia importancia, este compartimiento se manifiesta en diferentes aéreas de la vida principalmente en las relaciones personales.

Lucifer se encontraba en una relación con un narcisista, Alastor el demonio de la radio y un Overlord lastimaba mentalmente al rubio, se metía tanto en la cabeza de Lucifer que el rey ya empezaba a cuestionar su realidad, se cuestionaba lo que creía, lo que pensaba y quien era, hasta pensaba si el mismo era el narcisista y no su amado Alastor se estaba volviendo loco, Satán quien siempre lo escuchaba le repetía lo mismo.

— Por el simple hecho de tú, tener ese miedo y cuestionarte eso automáticamente de cierta manera se descarta la posibilidad de que tu seas un narcisista, si a ti te importa como tu comportamiento le afecta a los demás, si te importa, si sientes culpa, si sientes remordimiento, esos son temas que a los narcisistas no les gusta lidiar.

Lucifer no podía dejarlo ir porque a pesar de hacerlo sufrir o que lo tratara tan mal como la mierda, Alastor era lo único en el infierno que sabía comprenderlo y lo hacía feliz por eso no le importaba cuántas veces Satán le dijera que lo dejara él lo adoraba muchísimo. Satán estaba preocupado por su amigo ya que era la novena vez en la semana que se quejaba de lo mismo, cada vez que lo veía no lo reconocía pareciera que alguien más había tomado su lugar ya no sonreía como antes ya no tenía ese brillo de ángel que una vez tuvo, Alastor fue muy inteligente al seleccionar a Lucifer quien tenía sueños y esperanzas, quien tenía círculos sociales y amigos agradables, quien era un demonio extrovertido y iba en la vida para brillar, un demonio que le iba tan bien en la vida y ahora el demonio de la radio le estaba chupando la vida.
Lucifer no lo decia a menudo pero le daba miedo llorar enfrente de Alastor porque aquel demonio sonreía cínicamente, el demonio de la radio le daba una satisfacción que Lucifer no podía describir por eso cada vez que se reunía con Satán lloraba lo más posible para no derramar ninguna lágrima enfrente de su pareja.

Lo que Alastor necesitaba de Lucifer era una reacción, no le importaba si era una reacción buena, mala, tristeza, locura le daba igual que reacción fuera pero tenía que obtener una reacción para poder alimentarse para poder vivir más años.

Alastor al principio se comportaba super encantador con Lucifer ante los ojos del rey era muy guapo, chistoso, romántico, detallista, pasional, intenso, era perfecto pero así como era tan "perfecto" en el fondo era el peor demonio del infierno, no solo eso Alastor había logrado que lo eligiera a él sobre todo lo demás, ya no podía salir de su casa debía permanecer encerrado, no podía ver a sus amigos, no le permitía divertirse y incluso le prohibió ya no hablar con su hija, si se reunía con Satan era a escondidas ya que hasta ahora aquel pecado había notado su cambio inesperado.

— Yo se que puedo cambiarlo — estaba teniendo un ataque de ansiedad.

— Claro que no Lucifer, no vas a cambiar a un narcisista porque que tú lo quieras un chingo, Alastor es de sangre fria no le importa lo que tu sientas, solo busca beneficio para el mismo — Satán lo tenía abrazado ya que no quería que se lastimara a sí mismo el ángel.

— El no es asi Satán, el error debo ser yo — se decia a el mismo despues de todo en el paraiso siempre le decian que jamás tuvo que existir — El me ama pero entonces porque me lastima de tal manera.

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