Dos

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El mensaje de Jimin me dejó pensativa durante la noche, tuve problemas para conciliar el sueño, pues un sexto sentido en mí me indicaba que mantuviera distancia de ese chico. En medio de la noche bloqueé su número en mi celular, unos toques a mi puerta me hacen mirar allí, papá se asoma con cuidado sosteniendo una bandeja con la otra mano.

—Buenos días.

—Buenos días—responde dejando la bandeja en mi mesa de noche—¿Cómo te sientes, cariño?—me incorporo en la cama quedando sentada. Todavía me mareo un poco si hago movimientos bruscos, por suerte no tengo que bailar en este momento o de lo contrario necesitaría reposo.

—Estoy bien—miento. Toma asiento en la cama mirándome con esa dulzura de cuando era niña, seguía viviendo con él a pesar de tener casi treinta porque no soportaría vivir en un lugar sola, odio la soledad—Gracias por traerme el desayuno—tomo su mano dejando que acaricie la mía. En su rostro hay algunas arrugas por los años.

—No necesitas levantarte de la cama—deja un beso en ella—Seré tu esclavo, cuando te vayas a España la casa se sentirá vacía—aquello me hace sentir mal.

—Lo siento.

—No, no lo hagas, me alegra que EunSung te de una oportunidad de trabajo en algo que te gusta. Pero, me parece que Jimin no está tan emocionado por esto, ¿Me equivoco?

—Él...

—Me parece que estaba molesto cuando lo vi salir del hospital.

No me gusta mentirle, tampoco quiero contarle lo que pasó en realidad, todavía no asimilo del todo lo ocurrido.

—Terminamos ayer.

—¿Qué?, ¿Fue por la noticia?—asiento—Oh, EunSeo, lo siento mucho, ¿Qué pasó?, pensé que se apoyaban mutuamente...

—Yo también pensaba eso—susurro—De ahora en adelante, si aparece aquí no lo dejes pasar, por favor.

—¿Estás segura?

—Muy segura. Necesito enfocarme en acomodar mis papeles, mi ropa, todo lo que llevaré y dejaré en el viaje.

—Enserio lamento escuchar eso, cielo. Jimin parecía muy comprensivo y amoroso contigo.

Definitivamente él no sabe la verdad de esta relación.

La presentación de danza árabe ha sido un éxito. Todavía siento la adrenalina por los nervios en mí, llego a mi camerino para cambiar de ropa, el público ha quedado satisfecho, es mi primera presentación individual, estoy orgullosa de mi trabajo, mejor aún, mi profesora está orgullosa de mí.

Me deshago de mis aretes y brazaletes escuchando la puerta ser abierta. Jimin aparece con un traje negro ya que en unos minutos presentará y bailará su grupo. No parece contento.

—¿Qué te pareció la presentación?—sonrío emocionada volteando a verlo.

—¿Se puede saber qué demonios crees que haces?—mi sonrisa desaparece en el acto.

—¿Por qué estás molesto?

—¿Y todavía lo preguntas?

—La verdad sí, la presentación fue un éxito, todos aplaudieron, la profesora me felicitó, al público le encantó y yo lo disfruté...

—¿Y esos hombres viéndote vestida así?—me señala—¿Por qué carajos mi novia tiene que mostrar tanta piel?

—No seas estúpido, me has visto usando esto, Jimin—mi vestuario consiste en un top con escote en forma de corazón de color rojo, tiene algunas piedras blancas diminutas como decoración, mi abdomen queda descubierto y la falda es larga de tela delgada cayendo hasta mis rodillas, mis pies van descalzo porque así consiste esto. ¡Es danza árabe!

Excesivo • PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora