"Nada podría malir sal."
Ha pasado una semana más...? ¿Un mes? No puedes decirlo con exactitud. El tiempo ha pasado tan ocupado y entretenido que apenas te has visto en la necesidad de tomar el tiempo que has pasado en la mansión. Tampoco era como si necesitaras salir, tenias todo lo que querías ahí dentro. Tu vida también se había vuelto más atareada, ahora solo cuidas de Charlie sino también de Lucifer.
Había comenzado con una simple petición por parte del monarca para que le ayudases con su moño, y ahora, de alguna manera, habías acabado ayudándole en su oficina, incluso descubriendo su extraña afición por los patos. Más parecido a una obsesión, pero él parece feliz con ellos.
El día se divida en cuidar de Charlie y de Lucifer, que cada dia que pasaba se volvía un poco más amigable y un tanto infantil.
Las cosas estaban mejorando, sin dudas, pero... Te preocupa Carmilla. Recientemente hubo una noticia de una lucha entre demonios, aparentemente Overlords por el tamaño del desastre que causaron. Lucifer estuvo despotricando sobre eso durante un rato, hablando de lo molestos que eran esos Overlords y de todo el desastre que causan. No lo culpas, pues la mayoría del tiempo termina siendo Lucifer quien tenía que encargarse de los desastres.
Eso último deja con duda en ti, ¿Por qué Lucifer se preocupa por limpiar los desastres? Si tanto odia a los Overlords como dice, ¿Por qué preocuparse por limpiar el camino?
Suspiro. Quieres saber, pero aun no te sientes con la suficiente confianza de preguntarle.
Y volviendo a las buenas noticias... ¡Ahora puedes bajar con Charlie al primer piso! Claro que Lucifer aun no confiaba en sus empleados para presentarles a su hija, pero incluso él estuvo de acuerdo en que la pequeña manzanita tenía derecho de conocer todo su hogar. Tan gran paso amerito el despido de casi medio personal, cosa que no te gusto, pero Lucifer había argumentado que solo había echado a personas en quienes no confiaba. Que no confiaba en nadie realmente, pero no podía dejarte todo el trabajo así que en realidad dejó a los que le tenían más miedo.
La sorpresa entre los empleados restantes fue demasiada. Nunca antes en el infierno se había visto un bebé así, si bien los imps y hellhounds se podían reproducir, no era el mismo caso con los pecadores.
Fue un momento raro e incómodo. Tú estabas haciendo de intermediaria entre los empleados y Lucifer que protegía a su hija celosamente. Claro que las preguntas sobre cómo había nacido Charlie no se hicieron esperar, incluso tuviste que aclarar las cosas cuando te habían cuestionado si eras la madre de Charlie. Te sonrojaste muchísimo y habías tartamudeado, pero dejaste en claro que no había nacido de ti.
Ni siquiera tú sabes realmente de dónde venía Charlie... ningún pecador es capaz de engendrar.
Las cosas han estado mejorando, nada podría malir sal.
[...]
La sangre brota y los miembros cortados salen volando. La feroz pecadora no daba tregua en sus golpes, todos eran certeros y mortales, impulsados por una rabia y frustración inmensas.
Los pecadores contra los que luchó Carmilla fueron masacrados en cuestión de segundos, incluso Zestial tuvo que detenerse un momento para darle una mirada a su compañera.
–Carmilla querida, ¿Qué te sucede?-- Cuestionó el más alto, preocupado por la otra pecadora.
Carmilla gruñó mientras desataba toda su ira en un pobre diablo que ni siquiera tuvo tiempo de procesar el dolor.
–Ha pasado más de un mes, Zestial... Un mes y TN no aparece por ninguna parte.-- Informó ella mientras retira de un cadáver la punta afilada de su tacón.
–¿TN? ¿Esa chica de la que me hablaste?
–Si... ella jamás había tardado tanto.-- Carmilla suspira. –Me temo que... no quiero pensar en eso, pero... ¿Y si la hirieron? Y si ella está.. Está... ¿Muerta?-- Su voz salió temblorosa. No quería pensar en eso, solo imaginar que la chica a la que consideraba una hermana estuviera muerta le partía el corazón.
–Se que la encontraremos... por lo que me has dicho, ella es muy fuerte. Seguro que solo está por ahí.-- Zestial muestra su apoyo poniendo una mano en el hombro de la pecadora.
–Si...
Ambos se quedaron viendo el uno al otro durante unos segundos, pero fueron interrumpidos por los rugidos de otros pecadores quienes se acercaban corriendo para atacarlos.
–Hay que limpiar este lugar primero, después moveremos a nuestros queridos lacayos para buscar a tu amiga.-- Dice Zestial mientras a su alrededor tentáculos de magia se levantan listo para la pelea.
Una masacre de grandes proporciones se produjo. Aquellos pecadores no tuvieron ninguna clase de oportunidad contra dos de los demonios más poderosos, no importó que tuvieran armas celestiales.
Carmilla y Zestial quedaron de pie, un tanto cansados, pero vencedores.
–El siguiente Overlord no puede estar muy lejos. Si nos apresuramos a rastrearlo podemos acabar con él esta misma noche y hacernos con su territorio.-- Carmilla informa.
La atención de ambos demonios se distrajo cuando escucharon un raro sonido viniendo de las ruinas de un edificio. Ellos se acercaron con cautela y lo que vieron los dejó confundidos. Entre los escombros había una pequeña radio que solo daba sonidos de interferencia.
–Alguien debió olvidar esto aquí.-- Carmilla bufo.
–Es una baratija bastante bonita, ¿No quieres conservarla?-- Zestial comento.
La espalda de ambos demonios se tenso cuando de repente la interferencia de la radio cambió a gritos de agonía y súplica. Tanto Carmilla como Zestial se echaron para atrás, sorprendidos por el repentino cambio.
–¿Qué carajos?
[Fin del capitulo 6]
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.