capítulo 1

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Yo a veces me pregunto, ¿las personas superan la muerte de un ser querido?
Sabes cuál es la respuesta a esa pregunta, no. Simplemente no se puede superar a alguien que has amado con todo tu corazón, es peor aún si nunca has tenido la oportunidad de declarar tu amor por esa persona, que coincidentemente es lo que me sucedió con Nathan...

Mi nombre es Renna Wood, vivía en Nueva York desde que nací hasta mis 16 años, la razón es que pronto me iría a vivir a Texas al Condado de Travis todo porque mi padre consiguió un trabajo que iba a darnos una mejor vida.

El día que llegamos al Condado de Travis fue algo inolvidable, los vecinos fueron muy amables y curiosos que ayudaron con las cajas de mudanza y también a limpiar la pequeña casa para después terminar con una cena entre todos, ahí fue donde conocí a Sara que por casualidad ella asistía al colegio donde mis padres me habían inscripto. Ella era conocida (más bien apodada) como la retrasada por el hecho de preferir estar en su casa, leer y no preocuparse por encontrar alguien que la amé a tener que salir de fiestas como todos los adolescentes "normales".

Al terminar de cenar, Sara me llevó a dónde ella siempre iba, era como su lugar seguro y ese lugar seguro se encontraba cerca de un lago y un gran sauce llorón.

—Creo que aún sigues soñando despierta. —expresó burlescamente.

—¿A que te refieres? —pregunté algo pérdida.

—Lo digo porque desde que terminamos de cenar comenzaste a mirar a un punto fijo sin parpadear. —mencionó entre risas.

—Me ocurre normalmente, pero está vez es porque no puedo creer que allá un lugar tan tranquilo como éste, tan tranquilo y pacífico. —expresé con una sonrisa tranquila.

—La verdad si, es tranquilo aquí y también apenas llegaste te ganaste una gran amiga y la mejor de todas. —afirmó orgullosa.

—No puedo negarlo, eres una gran persona y eso que solo te conozco hace unas horas. —sonreí

—Lose, soy un amor.

Reímos un rato de su gran orgullo para luego irnos a descansar a mi casa y si, ella se invitó sola a dormir, pero no me quejó, tampoco me dejaría.

Al día siguiente despertamos y nos preparamos algo para desayunar.

—Y ¿te sientes algo nerviosa? Ya que mañana será tu primer día en el colegio ¿no? —pregunto antes de tomar un sorbo de su té.

—La verdad no, me siento más ansiosa por conocer nuevas personas y experiencias. —mencioné alegré.

—Quisiera tener ese entusiasmó. —se expresó descontenta.

—¿Lo dices por este tema de la burla que hay sobre tí? —pregunte.

—Ese tema la verdad me importa un carajo, yo se lo que soy y se lo que quiero ser.

Volví a quedarme quieta, mirándola y pensé. «Como quisiera tener esa forma de expresar y no tener miedo a la opinión ajena».

Después de eso, terminamos de desayunar y se despidió ya que tenía que llegar a casa para almorzar con sus abuelos que llegaban de visita.

De mi parte, terminé de almorzar y salí a conocer más el lugar donde iba a pasar por lo menos los últimos años que me quedan para ingresar a la universidad eh irme a otra ciudad para mejorar mis estudios. Me encuentro con muchas personas, la mayoría mayor de edad, habían chicos de mi edad pero al parecer no se encontraban ese día, quizás se iban al lago a pasar la tarde.

Después de visitar la parte de la vecindad decidí ir más para el bosque y luego ir al lugar seguro de Sara y ahora mio claro.

Al ya haber explorado un poco el pequeño bosque me dirigí directamente al sauce llorón, pero al llegar me congele al ver a un chico sentado de bajó del sauce. No estaba segura de estar despierta o no, solo sabia que no podía quitar mi mirada sobre ese chico de cabello ondulado color café oscuro, de sus ojos marrones y su expresión de tranquilidad.

No sabia que hacer, simplemente me quedé quieta intentando descifrar si era un sueño o la realidad, pero eso duro hasta que note que se estaba levantando para irse, rápidamente me oculte detrás de unos árboles observando cuidadosamente de que no sea descubierta viendo como se alejaba del lugar.

En ese precisó momento me quedo claro que no iba a lograr sacarlo de mi cabeza, en ese momento inconscientemente supe lo que era el amor a primera vista.

Mi único y último amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora