amarillo

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Minutos más tarde, Wednesday estaba abriendo la puerta del pasajero a Enid, quien salió gateando del auto y comenzó a caminar en dirección opuesta a la heladería. Negando con la cabeza, Wednesday corrió tras ella y le tomó la mano.

- Por aquí. - Se rió merlina. Enid estrechó la mano de Wednesday y saltó tras ella con una sonrisa emocionada en el rostro. Wednesday los guió hasta la heladería, ignorando las miradas confusas de otros clientes ante el hecho de que Enid todavía estaba saltando, incluso dentro de la tienda.

Wednesday tomó dos de los cuencos del mostrador y le entregó uno a Enid. - ¿Sabes como hacer esto?

Enid la miró inexpresiva y Wednesday suspiró. - Toma, te lo mostraré. - Guió a Enid, que todavía sostenía su mano, hasta el mostrador donde estaban los helados.

- Estos son los sabores. - Mostró las fotos sobre el tipo de máquinas. Enid asintió y estudió a cada uno de ellos detenidamente. Wednesday soltó la mano de Enid para poder sostener su cuenco debajo de la máquina que contenía helado con sabor a 'Cookies&Cream'.

- Mira, tienes que tirar de la palanca y- Wednesday interrumpió la frase cuando se dio la vuelta y vio a Enid ya llenando su cuenco de helado con sabor a plátano. Corrió y detuvo la palanca, justo antes de que el cuenco de Enid se desbordara.

- Es suficiente por ahora. - Se rió merlina. Enid hizo un puchero.

- De nuevo. - Señaló la máquina, yendo a llenar aún más su cuenco. Wednesday sacudió la cabeza y llevó a Enid a la máquina de 'Cookies&Cream'.

- Aquí. - Le entregó a Enid su olla vacía. - Puedes rellenar el mío con este helado aquí.

Enid asintió felizmente, tomando el cuenco de merlina pero caminando hacia una máquina diferente. Antes de que el merlina pudiera detenerla, Enid estaba llenando su recipiente con helado de frambuesa. Wednesday sacudió la cabeza, suspiró y aceptó el bote. Enid pareció complacida.

- Las fundas están ahí. - Señaló el mostrador al lado de ellos. Wednesday agarró la mano de Enid antes de que pudiera exagerar y la siguió. - No agregues demasiado.

Enid asintió, inclinándose hacia los áticos y estudiando todas las opciones. Wednesday estaba añadiendo trozos de fresa a su plato cuando Enid le tocó el hombro y, orgullosa del resultado, levantó su helado, que ahora estaba cuidadosamente cubierto de trozos de plátano.

- Te gustan mucho los plátanos, ¿no? Preguntó merlina, riendo suavemente.

- Sí, amarillo. - Enid asintió. Ella sonrió con orgullo y Wednesday la guió hasta la caja registradora. Colocaron sus ollas en la balanza para pagar. Lanzó una mirada de advertencia al hombre detrás del mostrador mientras él comenzaba a admirar a Enid, que aplaudía emocionada. Rápidamente le dio su cambio y merlina le agradeció.

Wednesday le entregó una cuchara a Enid y caminó hacia una de las mesas. Enid se sentó y cruzó las piernas sobre la pequeña silla. Wednesday se rió, sentándose frente a ella y tomando una cucharada de su helado. Realmente no esperaba que le gustara el helado de frambuesa, pero en realidad estaba muy bueno.

Enid empezó a comer su helado, separando los trozos de plátano y colocándoselos en la boca, uno a uno. Wednesday observó cómo Enid comía felizmente su comida. Levantó la vista de su plato y le dedicó a Wednesday una gran sonrisa.

- ¿Esta bueno? - preguntó merlina levantando una ceja.

- Amarillo. - Enid asintió, como si esa fuera una respuesta completamente aceptable. Para entonces, Wednesday se había dado cuenta de que, para Enid, así era.

- Rosa. - merlina señaló su vaso. Enid asintió con entusiasmo, sonriendo a Wednesday como si acabara de descubrir uno de los secretos más profundos del mundo. A Wednesday le gustó esa sensación.

Enid terminó la mitad de su helado antes de mirar nerviosamente a Wednesday. Al darse cuenta de esto, Wednesday señaló su vaso. - ¿Estás llena?

Enid asintió lentamente, Wednesday solo asintió y tomó las dos ollas, tirándolas a la basura. Vio el menor suspiro de alivio y se preguntó por qué le molestaba tanto decir que estaba llena.

- No es necesario que me tengas miedo, ¿sabes? - Merlina rompió el silencio mientras caminaban de regreso hacia el auto. Enid caminaba a su lado, mirando directamente al cielo y observando las nubes.

- Yo se. - Enid se volvió hacia merlina. - wed buena. Tienes un gran corazón. - Colocó su mano sobre el pecho de Wednesday, como mostrándole que su corazón estaba allí. A Wednesday se le cortó el aliento en la garganta y todo lo que pudo hacer fue asentir.

Tan pronto como llegaron al apartamento, Enid entró saltando y miró feliz a su alrededor. Wednesday miró la hora y se dio cuenta de que habían estado ausentes más tiempo del que pensaba. Pasos apresurados descendieron las escaleras y Wednesday se dio la vuelta y encontró a Divina, que estaba estudiando a los dos.

- ¿La encontraste? - Divina miró a Enid, que ahora estaba sentada en el suelo y hojeando las revistas sobre la mesa de café. Merlina asintió. - ¿Por qué tardaste tanto? - Divina se arrojó en el sofá.

- Nos habíamos comprado helado. - Dijo Enid sonriendo grande y sosteniendo en alto el plástico amarillo que guardó de la heladería. Divina levantó una ceja a merlina y le dedicó una pequeña sonrisa.

- ¿Que pasó? - refunfuñó merlina,
Sentadose en el sofá al lado de la otra chica. Intentó actuar como si el tiempo que había pasado con Enid fuera simplemente algo que tenía que hacer, pero empezaba a darse cuenta de que en realidad había disfrutado de la compañía de la chica más joven.

- Cualquier cosa. - Divina le dio a Wedn una pequeña sonrisa. La chica de ojos negros los puso en blanco, tomó su teléfono y miró la hora. Se levantó rápidamente cuando se dio cuenta de que tenía clase al día siguiente.

- Mierda. - Merlina negó con la cabeza, refunfuñando. Tenía tres bocetos para su primera clase de mañana. Los había terminado todos, hasta que Enid los arruinó. Divina le levantó una ceja y le pidió en silencio una explicación.

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 wenclair - YellowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora