"𝑯𝒊𝒋𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒇𝒖𝒕𝒖𝒓𝒐" - 𝑲𝒊𝒚𝒐𝒕𝒂𝒌𝒂 𝑷𝒂𝒑á

02.- 𝕷𝖆 𝖕𝖆𝖟 𝖒𝖊 𝖊𝖘𝖖𝖚𝖎𝖛𝖆

"ℌ𝔦𝔧𝔬𝔰 𝔡𝔢𝔩 𝔣𝔲𝔱𝔲𝔯𝔬" - 𝔎𝔦𝔶𝔬𝔱𝔞𝔨𝔞 𝔓𝔞𝔭á

...

Año actual: 8:09 a.m. /Lugar: "Preparatoria Metropolitana de Educación Avanzada"

La luz repentina me cegó por un instante, y rápidamente levanté el brazo para proteger mis ojos del resplandor. 

Parpadeé varias veces, esperando que la intensidad disminuyera, pero cuando finalmente me atreví a bajar el brazo, me encontré en el mismo pasillo de la tienda de conveniencia, sin ningún cambio aparente a mi alrededor.

¿Qué había sido eso? ¿Un simple destello momentáneo? Intenté convencerme de que así era, de que no había pasado nada fuera de lo común. Pero algo en mi interior me decía que no era así.

Decidí seguir adelante, intentando ignorar la extraña sensación que me invadía. Di unos cuantos pasos más antes de detenerme de golpe. Algo no estaba bien, algo estaba fuera de lugar. Giré la cabeza hacia mi carrito de compras, buscando alguna explicación lógica para mi malestar.

---

Y allí, sentada en el carrito, estaba una niña pequeña.

Mis ojos se abrieron con sorpresa al verla, preguntándome cómo había llegado allí sin que lo notara. La niña me miraba con una expresión inocente y curiosa, como si estuviera tan sorprendida como yo por la situación inusual.

¿Quién era esta niña y qué estaba haciendo en mi carrito de compras?

Es una buena pregunta.

Sus ojos se abrieron con sorpresa en reconocimiento, y antes de que pudiera entender lo que sucedía, escuché un grito alegre y familiar.

"¡PAPÁ!", exclamó la niña, extendiendo sus bracitos hacia mí con una sonrisa radiante.

Mis manos se alzaron instintivamente para cargarla, respondiendo al llamado de mi supuesto nombre. Sin embargo, en medio de mi confusión, la razón se abrió paso en mi mente. 

Espera, ¿Yo qué?

¿Papá...?

No, debí escuchar mal.

Pensé que mis oídos fallaron y me dirigieron a una respuesta incorrecta, sin embargo la constante repetición de la palabra que salía de su boca me hizo reconocerlo...

"¡PAPÁ!"

"... "

Nos quedamos mirándonos fijamente por un momento, aún sosteniéndola en mis brazos, como si estuviéramos atrapados en un enigma del tiempo.

Entonces, ella volvió a romper el silencio con una sonrisa deslumbrante y me llamó nuevamente con el título que me heló la sangre en las venas.

"¡¡PAPÁ!!", exclamó con una voz melodiosa y llena de alegría, como si estuviera saludando a su héroe favorito.

Ah, esto va a ser molesto 

"...Um...Lo siento, pero no te conozco..." respondí con confusión.

Como si mis palabras fueran las que no tenían sentido, ella exclamó "¡NO! Definitivamente eres papá", inflando sus mejillas y cruzando sus bracitos con determinación.

¿Qué decía esta niña? 

¿Era siquiera posible que yo fuera su padre? Apenas tenía 17 años y esta niña aparentaba tener unos 6 o 7. No recordaba haber embarazado a nadie, ni siquiera he tenido relaciones con nadie.