TRUST II - JJ Maybank & Rafe Cameron [Triangulo amoroso]

11

Ward empezó a decirme que estaba alterada y a quedar bien delante de los medios.

- ¿Alterada? Tu me alteras pedazo de imbécil.- Fuí directamente a intentar darle pero los policías y los chicos me lo impidieron.

- No la toques.- Le dijo JJ entre todo el barullo.- ¿Por qué no te llevas a los Kooks para variar, Shoupe?

- Venga tía vamos, no vale la pena.- Me arrastró Sarah. 

Por la tarde cayó una tormenta y nosotros estábamos en el porche de casa.

- Voy a testificar. Bajo juramento. Yo lo ví todo. Solo tengo que hablar con mi hermana.

- Su hermana.- Susurró JJ.

- Wheezie es la única parte de mi que sabe que Rafe no estaba en casa.

- ¿Wheezie?

- No queda otra. Yo os metí en este embrollo y haré lo que pueda para sacarnos.- Se fué.

- No es la única opción.- Hablé.- Todos me miraron.- Puedo testificar.

- Lí, no creo que.

- A estas alturas me dan igual las amenazas de Ward. Y por mucho que me duela, quiero que Rafe tenga lo que se merece. 

Pudo convencer por unos segundos pero hubo una discusión de opiniones diferentes entre Pope, JJ y Kie.

- Bien, a ver que puedo hacer yo. Algo haré.- Finalizó JJ yéndose. Lo ví irse bajo la lluvia. No tenía intención de meterme en aquella pelea. Ya bastante he soportado como para meterme en más líos.

Solamente tenía en la cabeza el cómo declarar contra Ward y Rafe. La verdad que tenía cierto temor a lo que pudiera hacer Ward, pero ver a John muerto, supera todos los miedos. 

A las pocas horas me quedé sola en casa excepto con Sarah, le ofrecí quedarse el tiempo que quisiera. Necesitaba aclarar mi cabeza y salí a caminar bajo la lluvia. 

Caminaba y caminaba hasta llegar a la comisaría. A lo lejos ví a Ward meterse en un coche patrulla con una bolsa de deporte.

- Será mamón.- Susurré.

- ¿Qué haces aquí?

- Joder.- Me asusté. Era Rafe.- ¿Y tú? ¿A vigilar que a Ward le salga bien el chantaje?

- ¿Qué te ha pasado en la pierna? .- Reí amarga.

- ¿De verdad lo quieres saber? .- Asintió.- Una de tus balas me rozó el muslo hace unos días.

- ¿Qué? .- Le cambió la cara.

- El día que viniste con Barry a mi casa buscando a John y Sarah, y por lo que ví, a mi también. ¿Qué es lo que quieres, Rafe?

- A tí. Te quiero a tí, Lía.

- Pues ya es tarde. Y me jode porque aun sabiendo lo que has hecho no puedo evitar quererte y  preocuparme por tí. No mereces mi preocupación.

- Lí.

- Ni Lí, ni leches, Rafe. Mataste a Peterkin e hiciste que lo pagara John. ¿Por qué? .- No respondió.- Bien.- Me dí la vuelta pero me agarró de la muñeca.

- Espera.

- Suéltame.- No lo hizo.- ¡Que me sueltes! .- Me soltó. 

No quería verle pero cada vez que lo hago mi corazón y mi estómago dan un vuelco. Llegué a casa después de dos o tres horas bajo la lluvia. Pude divisar a JJ sentado en el porche fumando.

- ¿Ya te has calmado? .- Hablé.

- ¿Y a ti qué te pasa? .- No contesté, me senté a su lado y encendí un cigarro.

- He visto a Ward.- Le dí una calada.- Chantajeando a una poli.

- Será capullo.

- Y ha aparecido Rafe.- Me miró.- Y... me da rabia.- Miré al horizonte con lágrimas en los ojos.- Me da rabia como se está comportando y aún así no poder impedir preocuparme por él.- Mis lágrimas escaparon.- Odio esto. ¿Por qué no podemos volver a cuando no sabíamos de la existencia del Royal Merchant?.- JJ me abrazó calmándome. 

Pasaron los días. Sarah se estaba quedando en casa cuando llegó Kie con su mochila. Parece ser que no era un farol. Obviamente le ofrecí quedarse, aunque sea en el sofá.

Un viernes por la mañana fuí con JJ a la comisaría donde estaba John para hablar con él. Se estaba haciendo el chulo hasta que el policía se hartó y apareció otra policía. Me la quedé mirando, era la que había hablado con Ward.

- No vale la pena.- Dijo.

- ¿Qué tal, Plumb? Es agradable meterse algo en la boca.- Me miró rápido. Rodé los ojos.

- Ya. Gorra fuera y vaciaos los bolsillos.

- Si señora.- Contestó JJ. Yo me la quedé mirando.

- ¿Qué?

- Lo sé.- Me miró sin entender.- Ayer tarde.- Abrió los ojos y agachó la cabeza. 

Nos llevó con John. Al verle con el uniforme naranja me dió un vuelco al corazón. Respiré hondo y entré.

- Creí que sería yo.- Dijo riendo.- Y has sido tú.

- Bienvenidos a mi humilde choza.

- ¿Cómo estás? .- Pregunté.

- Vivo, de momento.

- Oye, no tenemos mucho tiempo y hemos venido por una sola razón ¿Vale? .- Habló el rubio serio.- Operación liberación amigo.

- Ay madre ya empezamos.

- Hace unos días ví a Ward sobornando a una poli, John. No hay otra manera.

- Paso uno: Cabrear tanto a los polis que no lo vean venir. Hecho. Paso dos: Esta noche alas 23:00 en punto vas a tener un ataque de apendicitis aguda.

- ¿Sabes lo que es la apendicitis?

- Céntrate.- Le corté.- Coge la pastilla de jabón y te la restriegas por la cara, que parezca que estás moribundo. Después metes las manos en agua fría por 5 minutos. Y entonces estarás listo. Te desplomas y te pondrás berreando en el suelo y te llevarán corriendo a la enfermería.

- Allí, convence a la enfermera de que esa cosa está apunto de estallar. Entonces cogerá la mano y te la pondrá justo aquí.- Hizo el gesto.- Cuando lo haga, cuando apriete. No hagas nada. Tú quieto. Y cuando te quite la mano es cuando te vuelves pirado. Grita como si te fuera la vida en ello.

- ¿Y luego que?

- Te ingresarán en el hospital. ¿Te acuerdas de mi primo Ricky? Es sanitario.

- Y luego el paso tres: Rescate.- Finalicé.