* * *
Hoseok empezó a abrir sus ojos con pereza, estaba cansado pues había llegado al departamento muy tarde, un poco más de las dos de la noche. Un ruido que parecía provenir de la sala, lo hizo despertarse. Se removió con cansancio y se sentó al filo de la cama. Enfocando su mirada en la puerta, más dormido que despierto, vio a Soobin entrar aún con su pijama puesta.
— Buenos días.— el infante parecía nervioso.
— ¿Soobin, te pasa algo?. — preguntó con curiosidad. Dio unas palmadas para indicarle que se sentará a su lado.
El infante se acerco, sentándose a un lado de su mayor.
— ¿Y bien?. ¿Estás molesto conmigo?.— indagó. Hoseok había notado un comportamiento distante en su hermano las últimas semanas.
Soobin negó con la cabeza. — No es eso... Yo, estoy preocupado por ti.— comenzo a juguetear con sus dedos. — se que llegas muy tarde por las noches, y te he escuchado llorar muchas veces. — confesó el infante. Nervioso sin saber cómo expresarse, bajo la mirada. — hmm... ¿Estás así... por qué papá volvió?.
El mayor cambio por completo su expresión. Sin saber que decirle a su hermano.
— Hobi.– llamándolo. El infante jaló el brazo del mayor, tratando de llamar su atención. — ¿Es eso?.
Hoseok medito sus palabras por unos segundos. — Perdóname, he sido un mal hermano... No quiero que te preocupes, ¿Está bien?.
— Pero soy tu hermano, y quiero cuidarte como tú me cuidas a mi.— expuso el infante, seguro de sus palabras.
— ¿Cuando creciste tanto?.— preguntó más para si mismo. — Bien, te contaré lo que pasa, así no estarás preocupado por mí. Estoy trabajando por las noches en una clínica aparte. Solo será por un corto tiempo.— explico. Tratando de cubrir sus salidas de noche y ser creíble para el menor. — Y ... Sobre lo de llorar, ya estoy mucho mejor, así que no tienes que preocuparte.
— ¿Papá no volverá?.
— Si así fuera, ¿Te molestaría?.
Soobin comenzó a negar frenético.
— Por supuesto que no, yo no lo quiero. — Aseguró. — Tú y Tae son los únicos a los que quiero.— Me dices eso solo porque hoy te llevaremos a pasear. — bromeó. Intentando cambiar el tema.
— ¡No!, claro que no.— se apresuró a decir el pequeño.
Hoseok sonrió con todo su cuerpo contagiando a su pequeño hermano.
Después de dejar las cosas más claras y despejar las preocupaciones de su hermanito, salieron a comer el desayuno preparado por Taehyung.
Esa tarde, tal como lo prometió, llevaron a Soobin al cine y luego a pasear por un parque del centro.
Hoseok se sentía feliz de ver a su hermano sonreír, le tranquilizó mucho el saber lo que pensaba de su padre, con eso en mente, no tenía ningún cargo de conciencia por lo que le hicieran a ese hombre.
Cuando llegaron a casa, Soobin estaba agotado por el día tan ajetreado, Taehyung lo mando a darse un baño para que durmiera temprano. Y así fue, después de una ducha Soobin comió su cena y se durmió minutos después.