One-Shots 2 (Teen Wolf)

127. Stargent (2/2)

El movimiento del otro lado de la cama hizo que se despertara, pero no que abriera los ojos. Sabía quién estaba a su lado, se había convertido en un visitante recurrente de su casa de Lemoore. Quiso esperar para ver qué hacía su invitado, normalmente cuando se levantaba, podían ocurrir dos cosas, que fuera a la cocina y preparara el desayuno. O que se vistiera y se largara para después enviarle un mensaje sobre el caso que había hecho poner pies en polvorosa. La vibración de uno de los teléfonos le hizo saber que ese día sería de los segundos.

- Te están llamando.- Susurró Stiles abrazándose a su espalda e intentando volver a dormir.

Christopher frunció el ceño alargando su mano para agarrar el teléfono, el nombre de Peter se reflejó e hizo que se le pusieran los pelos de punto, el lobo solo lo llamaba por una emergencia o un calentón, y la última vez que hablaron Peter le dijo que estaba saliendo con un chico, así que eso solo le dejaba una opción. Descolgó y se sentó llevando el teléfono a la oreja, notando como Stiles se daba la vuelta quejándose.

- Dime.- Contestó con la voz tomada, los jadeo del otro lado volvió a ponerse nervioso. Era una pequeña confirmación de sus sospechas.

- Cuando el lobo me dijo que te conocía dude de su palabra.- Resonó la voz que él conocía.- El primer pensamiento fue que era imposible que un Argent se hubiera juntado con tal calaña, pero no solo lo conoces, sino que te tiene como contacto de emergencia en su teléfono.- Comentó con asco la voz del otro lado, Chris se sentó en el borde de la cama y cerró su puño sintiéndose un poco impotente.

- Las cosas han cambiado mucho Armand.- Contestó este notando como la cama se movía.- No te vi en la reunión, te di por muerto.- La risa seca del otro lado hizo que cerrara los ojos.- Déjalo libre, no es peligroso.- El grito de dolor de Peter llegó con claridad hasta Stiles que miraba con ceño fruncido la tensión del cuerpo del cazador.- Armand.- Pidió furioso.

- Ven a verme, hablaremos y escucharé tu argumento para dejar con vida a esta bestia.- Finalizó la llamada, dejando a Chris escuchando el silencio aún con el teléfono en la oreja.

- ¿Quién era el que ha gritado?- Preguntó con un poco de miedo, porque esa voz se le hacía conocido. Había revivido un episodio con cócteles molotov que no quería recordar.

- Tienen a Peter.- Dijo levantándose y vistiéndose con rapidez.

Sabía que el mensaje con la dirección era cuestión de segundos que entrara en su móvil, y pensaba ahorrar todos los segundos posibles en el rescate de este. Abrió el cajón y puso el revólver en su cinturón, antes de atar con una correa de cuero un cuchillo en su pierna. Cuando su teléfono vibró, se giró encontrándose a Stiles poniéndose la chaqueta y leyendo la dirección.

- Esto está en Beacon.- Dijo con miedo, sabía que todos los lobos se encontraban en la casa de la manada.- Vamos.- Gruñó guardando también sus pistolas en las fundas correspondientes.

El viaje fue silencioso, Argent no estaba acostumbrado a ser copiloto, mucho menos a tener permiso de saltarse semáforos en rojo y Stops por llevar una luz roja y azul en el techo. Cuando estuvieron acercándose Stiles desconectó las luces y entró en el polígono antes de aparcar delante de uno de los últimos almacenes. Ambos bajaron y miraron a la vez la puerta abierta. Chris quiso pedir que se quedara en el coche, protegerlo de lo que Armand pudiera estar haciendo a Peter. Pero Stiles ahora era un cazador, y no uno cualquiera, era el líder del clan que más fama tenía por el momento. Ambos entraron con las pistolas desfundadas, los gruñidos de Peter eran salvajes, así que no quería imaginarse que tortura podría estar utilizando con este.

Al entrar Armand apagó la porra eléctrica, dejando descansar a Peter, que estaba sudando, jadeando y totalmente derrotado. El aplauso de Armand le obligó mirándolo, y por un momento tragó totalmente acojonado. Era la viva imagen de su padre, jamás se imaginó que su tío podía ser tan igual al hombre que le había jodido la vida.