Pensándolo bien, había hecho muchas bromas alrededor de Asgard, cortar cabellos disparejamente, unos cuantos robos menores y hechizos tontos, pero esta vez, lo que había hecho bien podía considerarlo como una broma, aunque no era así, se repitiría aquello a sí mismo para preservar la esperanza de volver a su morada lo más pronto posible.
Porque no había sido una broma. Había sido una misión, precisamente una misión que Odín le encomendó ¿Qué pretendía enviándolo a robar el collar de Freyja? Ella nunca recibiría un castigo real al volver a Asgard, en el fondo, él lo sabía.
Trató de tomarlo con humor, como siempre. Pero las cosas solo fueron de mal en peor.
Después de quedar moribundo por la paliza que Heimdal le había dado, se estaba recuperando en su hogar cuando soldados asgardiandos pusieron sobre él una prisión mágica y lo llevaron ante los pies de Odín, lo arrodillaron a la fuerza y aunque trató de cambiar de forma para huir, los mismos soldados aprisionaron su magia con muñequeras doradas.
― ¿Por qué haces esto? ¡Yo no he hecho nada! ― gritó con la voz rota puesto que uno de los soldados lo lanzó al piso en cuanto trató de levantarse.
Odín, con su mirada severa, se acercó a Loki .
― Tus travesuras han cruzado la línea esta vez. Has desafiado la voluntad de Asgard y robaste el collar de Freyja, un acto que no puedo ignorar. Un castigo es necesario para restaurar el equilibrio en nuestro reino ― proclamó Odín, su voz resonando en la sala.
Loki, entre jadeos, levantó la mirada hacia Odín, notando la hipocresía en sus palabras. Pero no se quedaría callado, no importaba cuánto quisiera la aprobación de los Æsir ni la de Sigyn.
― Fuiste tú quién me envió, dijiste que castigarías a Freyja por sus fechorías, que te trajera el collar de ámbar para cumplirlo ― miró a Heimdal a unos metros del trono, él lo veía y escuchaba todo, él sabía que ni siquiera Loki sería capaz de acatar tal tarea si Odín no se la hubiera encomendado, él lo sabía, ellos lo sabían. ― ¡Díselo Heimdal! ― gritó y su voz resonó por el salón.
Odín azotó a Gungnir frente a él. Un libro de portada blanca apareció en el piso y se abrió tras unas páginas con texto en él.
― Te envié en una misión para preservar la armonía, no para que sembraras el caos. Creíste que podías jugar con la voluntad de los dioses y salir impune, pero ahora enfrentarás un castigo que refleja la magnitud de tus actos.― La hipocresía de Odín se apoderaba de sus palabras.
Con un gesto majestuoso, Odin alzó el collar de Freyja y con ironía declaró ― Para que comprendas el valor de la historia, vivirás cada cuento de Midgard como un recordatorio de tus propios errores. Cada narración será tu prisión, y sólo cuando hayas aprendido la lección, podrás volver a Asgard
Loki, aprisionado y vulnerable, enfrentaba su destino con una mezcla de resentimiento y resignación, mientras Odín, en su teatro de moralidad retorcida, dictaba su cruel destino.
Nadie le creería, aún así, volvió a hablar con odio en su voz, ahora solo Odín podía escucharlo. ― la culpa tenía que caer en la espalda de alguien ¿No es así?
El rostro frente a él refulgió de ira, y más pronto que tarde, una luz envolvió a Loki, desapareciendolo de la sala del trono.
De su presencia ahí, solo quedó un libro cerrado con tapa blanca.
ᛛᛟᚴᛁ
La luz del sol golpeó su cara durante un rato hasta que por fin despertó sin abrir los ojos y cambió de posición sobre su ¿Pallasa?. Se removió un par de veces más, frunciendo las cejas al escuchar el característico ruido.
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Cenizas Y Tacones Rotos (Entre Cuentos y Castigos)
Historical Fiction»Después de robar el collar de Freyja y ser apaleado por Heimdal, Loki es castigado por Odín, siendo condenado a vivir dentro de un libro de cuentos clásicos de Midgard, en donde, se supone, debe aprender la lección y seguirlos al pie de la letra pa...