Estoy siendo criada por villanos [EN PROCESO]

Capítulo 72

Yo estaba un poco desconcertada y lo miré, luego me eché a reír y abracé a Erno Etam por el cuello.

"Sí, papá es el mejor".

Frotando mi cara contra su nuca, sonreí.

"Lo sé..."

Después de un breve silencio, respondió de una manera que decía: "Ni siquiera necesitas decir algo tan obvio".

Como si fuera la hora del almuerzo, el comedor ya estaba lleno de gente.

"¿Abuelo?"

"... ¿Pequeña cosa esponjosa?"

Después de cinco años, el Duque Miriel, cuya apariencia apenas había cambiado, me vio y se levantó.

Tenía cubiertos en la mano como si estuviera a punto de comer y la mesa ya estaba llena de delicias.

"Finalmente te despertaste, cosita peluda."

"...Es Ayrin."

No es una cosita peluda, es Ayrin. ¡Ayrin!

"Eh, claro. La cosita peluda entró en hibernación y finalmente despertó".

Fue el momento en que estiró los brazos como para abrazarme. Mi cuerpo se movió hacia atrás.

Para ser precisos, sería más correcto decir que la persona que me sostenía dio un paso atrás.

"..."

"......."

"Hija, no toques cosas sucias".

"...Erno Etam. ¡Bastardo, estafador!"

La boca del duque Miriel se llenó de ira.

Ver el fuego saliendo de sus ojos me hizo preguntarme si algo más había sucedido mientras dormía.

"Mira, tu senilidad parece estar avanzando".

"¡Este... este... maldito bastardo...!"

El duque Miriel no pudo maldecir más que eso, probablemente porque yo estaba allí.

Erno Etam lo miró sin cambiar su expresión.

Y, naturalmente, me sentó en la silla alta donde había estado el duque Miriel.

"... ¿Qué?"

¿Por qué estoy sentado en el asiento de honor?

Como niña confuciana que creció aprendiendo a respetar a los ancianos y proteger a los débiles en el siglo XXI, me sentí como si estuviera sentada sobre un lecho de espinas.

Mientras movía mi trasero, Erno Etam sonrió y me besó en la frente.

"Haré que traigan un cojín de inmediato".

Chasqueó los dedos, concentrándose en el punto equivocado.

Luego, las doncellas salían y regresaban, cada una con un cojín de varios colores y formas en la mano.

"Elige el cojín que más te guste."

Me quedé sin palabras por un momento mientras miraba los coloridos cojines extendidos frente a mis ojos.

Había una gran variedad de cojines, desde cojines con formas de animales como gatos, conejos y tigres hasta cojines lisos y con forma de caramelo.

Sin embargo, la cuestión es por qué hay tantos cojines en la mansión del Duque, que no es una tienda de cojines.

"Ah, cualquiera de ellos está bien..."

Son todos lindos y bonitos.

Cuando apenas abrí la boca, Erno Etam pareció pensar por mí, luego escogió algunos cojines y los apiló sobre mi silla.