El Arte De Amar

Tres fechas, dos muertes.

Y estoy regresando a ese lugar, son largas horas de espera, aun así espero encontrarte.

Llego a nuestro lugar, nuestro hogar, pero tú ya no estás. ¿Dónde estarás?

Me quedo a esperar, prendo la televisión, pasan las horas pero aún no llegas. ¿Cuando llegarás?

Sin darme cuenta empecé a soñar, por fin te encontré, ahí estás. Mirándome a los ojos con una cálida sonrisa.

Corro a abrazarte pero antes de tocarte desapareces, sonó la alarma para despertarme. 7:00 am, tu jamás llegaste.

Hecho un mar de lágrimas sin saber cómo paso, la ausencia de aquel que me amo. Me dispongo a irme, otro día te esperaré.

28 de febrero, nuestro aniversario, después de largas horas de espera llegué a nuestro lugar. Ilusionado con poder verte esperando que recordarás nuestra fecha.

Pasan las horas, tu presencia es casi nula. Llega la noche y jamás apareciste, otra vez espere en vano.

La oscuridad me consume, lloro en silencio. ¿Por qué haces esto?
Aquel anillo quedo tirado en el suelo sin dueño, empiezo a creer que jamás podré dártelo.

Pasan las horas, muero de frío y aún no llegas, al parecer me quedé dormido. Otra vez estás ahí.

Mirándome como lo hacías cuando me amabas, con la diferencia de que ví todos nuestros momentos juntos. Buenos y malos. Entendí porque me enamore de ti.

Sales corriendo, el mismo juego, siempre te persigo pero jamás te alcanzó. ¿Por qué huyes de mi?

Te detienes en aquel árbol, voy hacia ti y está vez si puedo tocarte. Tu piel es fría y suave, me hace desearte.

Nos besamos, como nunca lo hicimos, un beso único y doloroso.

Ese 28 de octubre en la madrugada sonaron las ambulancias, un joven fue encontrado sin vida en aquel lugar. Murió esperando a aquel que jamás fue.

Con un anillo en su mano y en la otra una carta, quizás de despedida, que decía el nombre de aquel que amaba.

Murió sonriendo, nunca sabremos cuáles fueron sus últimas palabras, ni sus últimos pensamientos. ¿Por que sonreía? No lo sé.

¿Quien dice que de amor no se puede morir?
Si lo dice es porque aún no lo ha sentido, el amor de verdad y no solo esas ilusiones que con el tiempo se van perdiendo.

Aquel chico es un claro ejemplo de que el que te ama te espera, pero el espero de más.

Vuelvo a nuestro hogar, ese lugar lleno de risas y momentos únicos, nuestros.

Vuelvo a ese día, aquel agosto, llorabas tristemente pero yo no podía hacer nada. Querido una lágrima tuya es un océano para mí. Ya no llores, lamento decir aquellas palabras.

Ese frío agosto te fuiste, ya no volviste pero yo seguía regresando a ese lugar esperando encontrarte y poder besarte. Jamás llegaste.

Morí esperando por ti, sabiendo que nunca planteaste regresar. 28 de febrero aquel amor que comenzó.

Agosto, aquel amor que terminó. 28 Octubre, aquel que murió esperando a quien jamás volvió.

Llego a nuestro lugar, nuestro hogar, pero tú ya no estás. ¿Dónde estarás?