Hermandad en la Carretera

Capítulo 3

Fuego en las Sombras

La noche envolvía el bar de carretera en un manto de oscuridad, mientras Jack y el líder de "Los Lobos Salvajes" se enfrentaban en un tenso silencio. En el aire cargado, cualquier chispa podía desencadenar una explosión de violencia.

Eleanor observaba con cautela, consciente de que estaban en terreno peligroso. Los Lobos Salvajes no eran conocidos por su diplomacia, y la confrontación podía volverse letal en cualquier momento.

De repente, el sonido de motores resonó fuera del bar, interrumpiendo el tenso enfrentamiento. A través de las ventanas, Jack vio llegar a una pandilla de moteros con chalecos negros y parches rojos. Eran "Los Jinetes del Diablo", un club aún más temido que Los Lobos Salvajes.

La atmósfera se volvió aún más tensa cuando los recién llegados entraron en el bar. Parecían buscar algo, y Jack sabía que no serían amigables si se interponían en su camino.

El líder de Los Lobos Salvajes se puso en pie, su expresión endurecida por la determinación. "Parece que tenemos compañía, Jack. ¿Qué dicen tus amigos?"

Jack apretó los puños, evaluando rápidamente la situación. Sabía que estaban en desventaja numérica y que cualquier movimiento en falso podría desencadenar una guerra total entre los clubes.

Eleanor se acercó a su lado, su mirada firme y decidida. "No podemos dejar que esto se salga de control, Jack. Necesitamos encontrar una salida pacífica."

Pero antes de que pudieran tomar una decisión, el caos estalló en el bar. Los Jinetes del Diablo se abalanzaron sobre Los Lobos Salvajes, desatando una tormenta de golpes y patadas. Jack y Eleanor se vieron atrapados en medio del tumulto, luchando para abrirse paso hacia la salida.

Con habilidad y determinación, lograron escapar del bar y montar en sus motos. El rugido de los motores se mezclaba con los gritos y el sonido de la lucha detrás de ellos mientras se alejaban a toda velocidad.

Mientras la noche los envolvía en su manto oscuro, Jack y Eleanor se alejaron del bar, conscientes de que habían entrado en una guerra que amenazaba con consumirlos a ellos y a su club. Pero estaban decididos a luchar hasta el final, dispuestos a defender su libertad y su hermandad contra viento y marea.

El conflicto entre los clubes se había desencadenado, y el destino de "Los Lobos del Asfalto" estaba en juego en una batalla que prometía ser épica y devastadora.