¿hermano? [sanemi x tu] (¿+18?)

cap.23 (el verdadero)

ATENCIÓN.

primero que nada con todos, buenos dias, buenas tardes y buenas noche o buenas madrugadas que se, que alguno leen mis historia en plena madrugada.

Y bueno, pido disculpas del otro cap.

Lo eliminaré.

Esta historia tendrá, abuso sexual, maltrato a la mujer y abortos.

Palabras que te pueden hacer herir o bajar el autoestima, cosas que te pueden dar asco y asesinatos.

Y como siempre, confusiones.

Spoiler:

Suicidio

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Algunos acosadores van a la cárcel por rendirse.

Pero claro, sanemi es un astuto...¿Enserió lo hace para matarte? Yo no creo eso y nunca me hagas caso.

Hay cosas pueden hacerse realidad...

Solo digo, cuando siempre digo lo que va pasar. Lo allunto.

Aún que tu PROFESOR parece un Pervertido que un santo pero no importa, con tal que la historia siga.

Tu solo ves a sanemi frente tuyo y te quedaste mirándolo fijamente. Te levantas un poco para sentarte en la camilla y luego intentabas hablar pero era imposible.

No salían palabras de tu boca.

Estabas sola con el, sin ningún doctor o doctora a lado a que pidas ayuda. Pero claro, fuiste muy ingeniosa e ibas a presionar el botón para llamar a tu enfermera.

Pero sanemi lo impidió agarrando te de la muñeca.

Sanemi:¿Me tienes miedo? -te hablo con un tono serio mientras apretaba su agarre-

No hubo respuesta de tu parte pero sentías que tenias que escapar.

ah...verdad, es sanemi, nunca puedes escapar de él, NUNCA.

Sentías que la mano de sanemi toca tu muslo apretando y acariciando hasta tocar tus pechos. El se pone encima tuyo mientras te mira a los ojos como un depredador viendo a su presa.

Se acerca a tu cuello y te deja mordedura, pero intentabas alejarlo aún que estas muy débil.

Sentías que te cargaban como una princesa y si era lo correcto.

Sanemi te carga y te lleva por los pasillos del hospital y como era de noche, no había nadie por los pasillos, eso le daba ventajas a sanemi para llevarte y utilizarte como un muñeco.

Cuando salió del hospital evitando a que lo vean. Sonrió victorioso, lo antes posible te metió dentro de un auto que no era de el, si no de un taxista que lo tiene encerrado en la maletera.

Te ponia en el co piloto para estar pendiente de ti, mientras el se ponía en el volante, el tarareaba muy alegre como si hubiera ganado un trofeo.