Decisión

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Llegas a clase y te ves normal
vistes de manera pulcra,
cepillas tu cabello para que luzca casual.
Eliges a donde ir, llegas, sonríes y así todos los días.
Siempre vuelves a empezar.

Has recorrido el lugar tantas veces,
que incluso olvidas lo que dejaste atrás.
Y ante la indiferencia me empiezo a quebrar.
Te quise tan pronto que no me detuve a pensar.
Una vez que entraste a mi vida encabezaste la lista de mi agenda.
Esa que por alguna razón anteriormente estuvo vacía.
Vacía como mi vida la mayor parte del tiempo.
Vacía como mi red antes de entrar a la universidad.
Vacía como me dejó tu abandono y tú falta de actuar.

Y es que cuando me dejaste tuve tiempo de pensar,
mi vida no era exactamente mía desde que te conocí.
No era sólo yo, supe que veníamos en par.
Nunca me dió miedo perderte, porque te quise tanto que no tuve tiempo de pensar.
Siempre creí que las personas estaban destinadas a alejarse de mi por alguna extraña razón.
Pero tú parecías feliz a mi lado, obtenías desde lo económico hasta lo emocional.
Era lo único que pedias, y justo lo que yo te podía otorgar.
Cuando llegaba mi turno sonreías, corrías lejos de mi y jamás te pude alcanzar.
Ser amigo tuyo significaba escuchar sin descanso, cuidarte sin más.
Cuando la situación fuese al revés, había que callar, no importa que tanto se sufra, tus problemas eran primero y ya.

Hoy que me permito reflexionar ante nuestro poco tempo de amistad.
¿Qué de todo lo que soy te generaba malestar?

Tomé una decisión complicada, quería volar más allá, verlos desde fuera y aplaudir sin más. Mi tiempo había llegado, mi cuerpo ya no podía aguantar.

Al saberlo, mirándome a los ojos me mentiste, dijiste que me querías, que me apoyarías hasta el final.

Pero entonces, ¿Que es esa voz que se ríe y celebra de mi decisión?
Reconozco esa risa, el timbre de tu voz inconfundible.
Y mientras te escucho reír, colapso de dolor, no lo entiendo.
Te quise tanto que no encuentro una razón.
¿Por qué nunca lo dijiste?
¿Por qué escuché un te amo de tu voz?

¿Como te atreviste a fingir que me amabas, para después esperar mi despedida para reír en voz alta?

Y aún así, sigues sin aceptar el error.
Creí que lo nuestro era para siempre, pero veo que la profecía se cumplió.

No hay lugar en su corazón para personas como yo.

Odio esta sensación de vacío, pero se como tratar el dolor.
Una dosis letal, que me acompañe a ese viaje con un solo pasaje de ida.

Quisiera ser más fuerte para simplemente volver a escuchar tu voz.
Pero recuerdo que soy débil y estúpida, que escuchar tu voz me rompería aún más, y me haría cambiar de opinión.

Ante circunstancias fuertes, sepan que los amé con todo lo que soy.
Hoy mientras me sudan las manos, mis ojos lagrimean y me tiembla la voz.
Agradezco su cariño, pero he tomado una decisión.

Llévenme en sus recuerdos con todo lo que soy, incluso mis equivocaciones y mi constante grito de dolor.
Griten al mundo por mi que intenté luchar pero el miedo me venció al fin.

Ahora que me voy, reúnanse alrededor de mi,
den una bienvenida cálida a todos los que cuidaron de mi.
Mientras todos están, abracen mi recuerdo y prométanme paz.

Escritos de medianoche Where stories live. Discover now