Siempre he creído saber quién soy, siempre pensé que nunca me iba a perder, que no iba a confundirme, que mi esencia no se iba a perder.
Soy emociones fuertes, soy sensibilidad, miedo, torpeza.
Siempre me juzgaba por ser tan dura conmigo mismo, por qué a pesar de que todo lo hiciera bien, sentía que todo estaba mal, siento mucho, pienso mucho y disocio mucho.
A veces soy tristeza, soy mis cicatrices, soy enojo, soy obscuridad.
Solo yo se lo que pase y lo que es estar en mi cabeza, las veces que escapaba de mi cuarto a los callejones obscuros huyendo de algo que claramente no puedo, mi mente.
Soy muchas emociones negativas, o bueno, era esas emociones, algunas están aún pero ya no pesan en mí como antes.
Soy comprensión, empatía, perdón.
Al día de hoy se que he pasado por cosas que no merecía y he perdonado cosas que no debía, pero todo eso me ha dado perspectivas diferentes.
Soy amor, soy entrega, soy incondicional.
Siempre dando todo por los míos, así no sea recíproco, es inevitable no serlo, no sé si esté bien o mal, pero esa es mi escencia, la necesidad de ver a las personas que quiero bien, poder hacer todo por ellas, amar de una manera tan desinteresada, pura y leal es algo que no me van a poder quitar, haya lo que haya pasado, sea como sea que me rompan el corazón.
Estuve frustraba mucho tiempo por qué muchas veces volvía a mis sentimientos negativos, de un momento a otro volví a sentirme como si todo me cayera encima y en vez de mejorar y transformar todo lo negativo que sentía, prefiri omitirlo y le menti a la única persona que no debía, a mí.
Empecé a fingir que no sentía nada, ni dolor, ni ansiedad, ni tristeza, ignore mis pensamientos y callaba las voces con música fuerte, me fui creyendo mi mentira.
Me veían más relajada, más suelta, más tranquila y feliz, hasta yo me veía así hasta que no pude ignorar las voces y comencé a escribir en mis notas, todo lo que en ese momento se me cruzó por la cabeza y por el corazón, sabía que estaba bloqueada emocionalmente, las cosas que me ilusionaban ya no lo hacían, lo que me ponía nerviosa ya no estaba, las cosas significativas para mí realmente dejaron de tener peso, el amor me dejó de interesar, los amigos me daban igual realmente me dejo de interesar si estaba bien o estaba mal lo que hacía, no me importaba la falta de sinceridad en la gente que me rodeaba, me volví desinteresada, quemeimportista, odiosa y de más.
No sé cuánto me pueda seguir mintiendo o estar creyendo que esto es lo que soy ahora, por qué aunque le de muchas vueltas llego a la misma conclusión, está no soy yo, no es Eli, me perdí.
