🤍 Capitulo 34 🤍

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Narra Daila:

(Pueden reproducir la música)

Salí enojadisima de aquella fiesta, reconozco que hice mal pero Alison me estaba dando la espalda cuando todos lo harían.

Rápidamente comencé a llamar desesperadamente a Kevin pero no contestaba. De la frustración que sentí lance el celular contra un árbol. Era de noche, estaba completamente solo y tenía mucho frío.

Me senté a llorar, no lloraba por querer victimizarme, lloraba porque ¿como es posible que haya dañado a alguien de la misma manera en la que me han dañado múltiples veces a mi? Me sentía horrible por hacer eso, Kevin era un chico increíble y no merecía eso, no lo merezco ni lo merecí todo este tiempo.

-Ya, tranquila.- me tomo del hombro y se sentó al lado mío.

-No, no estaré tranquila Sebastián. Esto es mi culpa, le falle, le fui infiel.- aparte su mano de mi hombro y volví a tapar mi cara con mis manos.

-No fue tu culpa.-

-Claro que lo fue.-

-Fue mía, tú estabas borracha, yo no debí haberte seguido el beso, lo siento por causarte problemas.- yo negué.

-No es tu culpa, siempre soy una irresponsable con el alcohol.- rápidamente caí en cuenta. -Hablamos luego, Sebastián, tengo que ir a buscar a Kevin.- me pare y salí corriendo lo más rápido que pude al hotel donde nos hospedábamos.

Entré a la habitación y ahí estaba Kevin en pijama.

-Perdóname.- comencé a llorar como niña pequeña mientras lo abrazaba. Kevin no me devolvió el abrazo, parecía dolido y claro que tendría que estarlo, le fui infiel y el siempre me respeto, incluso cuando me vio besándome con Sebastián. -Kev, perdóname.- repetí mientras sollozaba. El me levanto la cara haciendo contacto visual, al parecer el también lloraba, sus ojos estaban llenos de decepción y dolor.

-Te perdono, bella.- yo no quería mirarlo a los ojos así que le volví a dar un abrazo, el cual esta vez si fue correspondido.

-Entonces ¿volveremos a ser novios?- pregunte sollozando. Kevin negó.

-Dai, te perdono, pero no pienso volver contigo.- yo asentí sin decir nada. -Tu tienes que estar con quien de verdad te sientas cómoda, con el hombre de tus sueños, con la persona que te haga sentir mariposas, no tratando de sacar un clavo con otro y se que no me hiciste esa pregunta por egoísta, solo no quieres hacerme sentir mal.- yo lo mire. -Lo extrañas ¿no es así?- yo suspire.

-Lo siento por hacerte esto, no lo mereces.- el nego.

-No pasa nada, me alegra que te hayas dado cuenta de tus sentimientos.- yo sonreí levemente.

-Eres el mejor hombre que puede existir.- el me sonrío, aun con lágrimas cayendo de sus ojos. De nuevo me sentí bastante culpable. -Kevin, fuiste un buen novio, mereces a alguien mejor.- dije mientras limpiaba sus lágrimas.

-Te prometo que volveré, volveras a sentir mariposas, será un amor a segunda vista y voy a enamorarte cuando se terminen los segundos platos.- yo le di una sonrisa triste. No le negué ningún tipo de oportunidad ya que realmente nadie sabe su futuro y yo no soy la excepción.

Al día siguiente me desperté temprano para acompañar a Kevin al aeropuerto.

-Muchas gracias por acompañarme.- me sonrío y yo imite su acción.

-No es nada, Kevin. Sabes que siempre estaré para ti.- me iba a dar la vuelta cuando Kevin me tomo del brazo.

-Espera- lo mire.

Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora