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Despertar en un baño es lamentable, no puedo creer que me quedé dormido en este lugar, definitivamente el olor del hospital es mejor que este baño asqueroso. No es una sorpresa cuando las náuseas me invaden, ha este punto no se si es por el olor o la pastilla. Sin poder aguantar más me levanto del piso y me inclino sobre el inodoro, no tardó en vomitar ¿Que vómito? Ni yo sé porque ayer ni comí nada. Al acabar puedo escuchar como alguien toca la puerta y pregunta si en encuentro bien, pero no reconozco la voz, con mis manos temblando me levanto y jalo la cadena mientras respondo que estoy "perfectamente" la otra persona duda, pero se va, no sin antes dejarme una botella de agua afuera, eso realmente lo agradezco.

Toma toda el agua de la botella en segundos y aún sintiendo un olor desagradable por haber vomitado me meto a las duchas de los vestuarios, una sensación de vacío en el pecho me invade ¿Ya es hora de la pastilla?. Salgo de las duchas, me cambio y observo mi reflejo en el espejo de los vestuarios, llegó la misma ropa de cuando llegue a este infierno. Que asco, debería cambiarme..

“Si, si no van a decir que pogo es un pobre sin estilo.”

Me quedo estático mientras veo mi reflejo en el espejo, la ansiedad reaparece en mi sistema y comienzo a sentir nuevamente náuseas, me muevo al casillero que me corresponde y lo abro con agresividad, sin importar el ruido que haga tomo las pastillas que se encuentran dentro del casillero, y sin esperar mucho abro el frasco para tomar la pastilla que me corresponde este día, una sensación de alivio me invade cuando siento la pastilla pasar por mi garganta. No quiero oirlo dentro mi cabeza, no de nuevo.

Ya más recuperado de la situación salgo de comisaría, busco la tienda de ropa más cercana y me pongo lo más lamentable que puedo. Una gorra negra, una camisa negra, un saco negro demasiado elegante, unos pantalón deportivo negro y unas chanclas. Esto si que es horrible. Después de salir se la tienda me siento en un banco fuera de comisaría para esperar al gilipollas de Amancio, quién realmente no se hace de esperar, platicamos un poco y luego hacemos una carrera a pie hasta el concesionario para comprarme un auto, claramente yo gano la carrera. Al comparar el auto lo estrenó con Amancio, pero en ese momento me llega una llamada, al ver el nombre del contacto no puedo evitar sonreír, "Isidoro." No dudo en responder.

La llamada es corta pero me sube el ánimo, Isidoro siempre sabe cómo subirme el ánimo con sus ocurrencias. Ante la noticia que también salió del hospital no dudo en ir por el con mi auto nuevo. Recibo la ubicación y después de una pequeña discusión sobre la ubicación, nos reencontramos. Realmente me dan un poco de ganas de abrazarlo pero no lo hago, no quiero demostrar que me importa, porque lo hace. Pasamos una noche nuevamente caótica, con Isidoro siendo ya un putero con las mujeres, ya las conoce a todas en un día, madre mía. Luego les presento entre ellos y le ofrezco a Isidoro el unirse a la policía, el parece feliz con eso, vaya actores. Cuando Conway conoce a Isidoro la química es inmediata, Conway le da con la escopeta de balas de gomas, no me sorprende. Luego se cambiarnos de ropa por petición de Conway, solo para que termine aceptando a Isidoro al cuerpo de policía, nuevamente me lo encasquilla.

Después de enseñarle toda la reglamentaria y la comisaría, y que Isidoro se comporte como un niño en dulcería, por fin salimos a patrullar los tres, es mucho peor que estar solo con Amancio, solo detenido gente a rápida velocidad y ver a Isidoro seguir de putero, este día es una tortura. Normal que llegue a quedar en una caravana apartado del mundo como un loco, dios santo. Por suerte Conway convoca una reunión, donde pone a la malla policial bastante dura, yo realmente no le prestó atención, toda mi atención está centrada en Freddy.. el recuerdo del agarre en mi cintura vuelve y no puedo evitar sentir como mi corazón se acelera, dios, puedo escuchar el regaño de Conway pero no le doy importancia, cuando Freddy habla toda mi atención sigue en el. Ahora que lo pienso no se aún su apellido, eso me da curiosidad, necesito saber más de el. Muerdo levemente mi labio y al acabar la reunión busco en la PEDEA su nombre, aparecen varios, eso me desanima un poco pero cuando escucho su voz detrás de mi me sobresalto y lo volteo a ver.

—Gustabiño, ven por aquí, te vas a encargar con Gordon de cuadrar todo esto.

Sigo a Freddy hasta ver una formación de varios alumnos, luego miro a ese tal Gordon y lo reconozco, es con el que choqué y me agarró de la cintura, el parece también reconocerme y desvía la mirada, no puedo evitar sonreír coquetamente, Freddy nos da indicaciones y como organizarlos, pero ahora suena algo molesto, Conway también está presente mientras camina alrededor de nosotros dos, Gordon y yo nos paramos uno al lado del otro, el primero en dar las indicaciones es Gordon mientras yo le hago segunda sin saber que argumentar, que nervios con Freddy mirándome fijamente y Conway dando vueltas por todos lados, al final Gordon da todas las órdenes y yo les agrego casi nada, cuando se acaban las indicaciones miro a Gordon aliviado., necesito darle las gracias aunque sea.

—Gracias, Gordon. Te debo una.

—Ni lo menciones, te veías nervioso.

—Aun estoy agarrando señal, realmente te lo agradezco, por esta vez y la de los vestuarios.

Cuando menciono lo último lo hago con un leve tono coqueto, Gordon nuevamente desvía la mirada y se rasca la nuca, se ve nervioso.

—Lamento ese incidente, no me di cuenta que te mantenía agarrado, ya sabes..

—¿Se van a chupar las pollas aquí o que?.

Con ganas de seguir hablando con Gordon, soy callado por la voz de Conway y su comentario tan insinuante, ruedo los ojos mientras me cruzo de brazos, al contrario Gordon se pone nervioso y se escusa para irse a patrullar. Suspiro con algo de fastidio, necesito hacer un poco de drama.

—¿Vas a espantar a los demás para aislarme? Que tóxica eres.

Conway se ve molesto y saca la porra, sin dudarlo me muevo para ponerme detrás de Freddy. El me mira curioso y pone su agarre nuevamente sobre mi cintura, un escalofrío recorre mi cuerpo, solo para que el viejo arruine el momento que se estaba creando entre los dos.

—¡Comisario Trucazo! ¡A mí despacho!.

Freddy chasquea la lengua y me suelta, tengo la necesidad de buscar su toque pero sintiendo la pesada mirada del viejo me alejo, que manera de arruinar este momento, pero al menos hizo algo bueno, ahora se que su apellido es Trucazo, el comisario Freddy Trucazo. Una sonrisa aparece en mis labios y me largo a seguir patrullando con los dólares de cabeza Isidoro y Amancio. Para mí disgusto, Amancio y Isidoro reciben una denuncia de una tipa que había robado acusando algo sobre el consentimiento, resulta ser un malentendido pero claramente yo recibo los regaños de Conway. Eso realmente me da igual, yo aprovecho que me encuentro nuevamente con Freddy y le pido unos consejos, aunque eso sea solo una escusa para hablar con el, lastimosamente para mí Conway nos ve y nos da con la escopeta de goma, que viejo tan tóxico.

Después de regañar a Isidoro y Amancio me vuelvo a entrar a comisaría para buscar un lugar donde dormir, definitivamente no usaré nuevamente el baño. Encuentro un patrulla descompuestas y con algo de duda entre en la patrulla para descansar ahí. Fue un día agotador.

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Buenas noches, aquí en capítulo número dos, no me gustó mucho pero hice lo que pude, les agradecería si me dejan su estrellita, me anima a seguir.

Me gusta que pogo este presente de vez en cuando en cada capítulo.

¡Gracias por leer!.

𝙄𝙈𝙋𝙀𝙉𝙎𝘼𝘽𝙇𝙀 : 𝙁𝙍𝙀𝘿𝘿𝙔𝙏𝘼𝘽𝙊.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora