flower boy (2024) / ym

uno

Advertencia: Esta novela es simple y llanamente angst, habrán escenas relacionadas con depresión, ataques de ansiedad, medicación, etc, y la enfermedad ficticia que adelanté en la página anterior que podrían resultar complicadas de leer, así que si es un tema sensible, por favor no la lean<3 

...

Yoongi no se molestó en levantarse de la cama, incluso si escuchaba claramente como el irritante sonido de la tetera indicaba que estaba hirviendo. Cerró sus ojos con fuerza, puso la almohada sobre sus oídos, pero nada ayudó. Apenas había tenido la fuerza para levantarse a intentar cocinar algo, pero ya tenía demasiada hambre para tener energía de hacer algo más.

Cuando se quitó por fin la almohada del rostro ya resignado, un rayo de luz le impactó directamente el rostro y una punzada más intensa de dolor le golpeó las sienes. Arrastró sus pies hasta la pequeña cocina de su departamento como pudo y apagó la pequeña llama.

La tetera a estas alturas estaba casi vacía, pero tenía lo suficiente para el pequeño vaso plástico de ramen. Se sentó en la pequeña barra como siempre, y comió tan lento que los fideos se tornaron fríos.

A las ocho en punto, escuchó alguien digitar la clave y la puerta de entrada se abrió de golpe, dejando ver a un Jimin despeinado, somnoliento y sus labios hechos un puchero. Yoongi ni siquiera lo miró, ni se molestó en discutir por entrar a su casa sin su autorización. Simplemente lo ignoró, como siempre. Y no es que no apreciara su presencia, pero estaba demasiado cansado para decir algo, lo que fuera.

Jimin tomó el envase ya vacío, y lo tiró a la basura murmurando en voz baja, y comenzó a buscar entre las encimeras y cajones de manera afanada. A Yoongi le hubiese gustado ayudar, pero se quedó quieto con los codos apoyados en la barra de la cocina, mirando fijamente la pared blanca frente a él.

—¿Cómo amaneciste hoy?

—Como siempre.

Yoongi se levantó y caminó hasta las ventanas, cerró las cortinas que el menor había abierto cuando había llegado, porque le estaban dando un dolor de cabeza insoportable, y se lanzó al sofá tratando de dormir un poco. La noche anterior, no había podido dormir nada, y había estado hasta las cuatro de la mañana escuchando una canción una y otra vez, y su mente en paralelo hizo lo mismo, pero con pensamientos que lo llenaban de ansiedad y angustia.

La presencia de Jimin ya lo tenía al borde, pero no dijo nada. Jimin quería ayudar. Tristemente él no quería ser ayudado.

Ni siquiera pestañeó cuando Jimin dejó una bandeja sin mucha delicadeza en el sofá junto a él, y unas gotas del té, y del jugo de naranja se derramaron manchando los recipientes. Además estaban las tostadas de todos los días, y había incluso una medialuna. Murmuró una "gracias" que apenas quiso abandonar su boca, y comenzó a comer en silencio, solo porque no tenía intenciones de discutir.

—Luego de que desayunes, te das una ducha, recuerda que hoy debemos ir a tu consulta.

—No tengo que ir.

—Hyung — se quejó haciendo un puchero — Crucé la ciudad solo por ti, no tienes opción.

—De verdad estoy cansado Min, ¿no podemos cancelar?

—Sabes que no. Quizás Hoseok hyung te deja hacer eso, pero yo no te lo permitiré.

Y el solo hecho que Jimin mencionara el nombre de Hoseok, le provocó una punzada en el pecho que lo recorrió por completo. Habían pasado semanas, y un montón de noches asegurándose que lo había superado y que estaba bien. El dolor era incluso más fuerte que el efecto de las pastillas que Jimin estaba poniendo en la palma de su mano. Hoseok lo hacía sentir vivo, incluso si su rechazo aún quemaba, así como las espinas que cada día sentía crecer en su pecho.