Capítulo 14: Al fin estamos juntos

207 118 295
                                    

Primer Arco: El Regreso del Djevel Kraiyer

🐑⭐

(Final de Arco).

Han pasado dos días desde que falleció Alessa, tras el colapso de su hermano menor, Rosy se ha hecho cargo de la casa y de Alexia, deambulando por la cocina, lleva una charola con algunos platos repletos de comida y un vaso de jugo de naranja; apenas sube las escaleras, es interceptada por el can, quien corre a su alrededor suplicándole para que le regale un poco de lo que lleva, molesta ante su insistencia le da un par de manotazos intentando alejarla del camino, mientras se apoya en la pared luchando por no caerse.

-¡Quítate Alexia...! Esto no es para ti -replicó, empujándola con la mano-, Alex no ha comido nada desde hace dos días, además... ¡Tú ya desayunaste!

-Guau -contestó Alexia, meneando la cola y acercándose más a la charola.

-¡Qué terca eres! -exclamó frustrada, mientras le sopla a su fleco-, en verdad me cuesta creer lo consentida que te tiene Alex.

Logrando evadirla, Rosy se mueve a través del pasillo para ir a la habitación de Alex, mientras balancea la charola tratando de no tirarla; a punto de llegar, su Holosmart comienza a vibrar con fuerza, tocando una melodía de lo más romántica.

-Lo que me faltaba... ¿Quién será? -se preguntó Rosy, corriendo hasta una mesita con flores para colocar la charola-, vaya, si se trata de Villegas... ¿Qué querrá?

-Bueno -dijo Rosy.

-¿Cómo estás, Rosaura? -preguntó.

-¡Es en serio! -exclamó Rosy, chasqueando la lengua-, solamente a Alex lo dejo llamarme así... ¿Qué necesita?

-Perdón, solo quería saber cómo se encuentra -respondió de nuevo Villegas.

-Pues, ya lleva dos días inconsciente -dijo triste Rosy.

-Comprendo, en cierto modo es normal, dado todo lo ocurrido esa noche -expresó Villegas, lanzando un suspiro-, ver partir a su hermana nuevamente, no debió ser nada fácil de asimilar... Pero no debe desanimarse, pues tendrá la oportunidad de volverla a ver.

-¿En serio no lo sabe? -preguntó Rosy, con tono de desconfianza.

-No, dime que pasó -respondió preocupada Villegas.

-¡Alessa está muerta! -gritó colérica-, ella destruyó su alma, con tal de salvarnos de esa maldita bestia.

-¡¿Qué fue lo que dijiste?!- preguntó impactada Villegas.

-Inférnita se nos apareció en la pesadilla, tenía una fuerza indescriptible, tan solo le bastó un ataque para dejarme inconsciente -respondió frustrada-, de no haber sido porque Alex me defendió y que Alessa consiguió vencerla, yo estaría muerta.

-Rosy, no sé qué decirte -interrumpió, con la voz entrecortada.

-Tú sabías Villegas, mejor dicho... ¡Ustedes sabían sobre esta bestia, y jamás se les ocurrió advertirle a Alex! -gritó más furiosa.

-Íbamos a contarle todo -respondió agitada Villegas-, por desgracia, no tuvimos la oportunidad de hacerlo, acaso... ¡¿Ya olvidaste lo que pasó esa noche?!

-¡Ya lo sé...! A causa de mi rabieta, impedí que hablaran con él -replicó, dándole un puñetazo al muro-, yo también soy culpable, tengo miedo de que mi borreguito me odie cuando recuerde todo esto.

-¿Borreguito? -preguntó intrigada-, no me digas que, ustedes ya son novios.

-Por desgracia no, solo nos besamos -respondió triste Rosy.

El Réquiem de AlessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora