Hellish Revenge

Capítulo 12 : ¿Quieres ir a pasear?

Madi

Esa misma noche, Karina me jalo fuera de la casa otra vez, como no era tan tarde, las tiendas de ropa aun estaban abiertas, lo que para mi era muy mala idea, de solo imaginar que  dije que si, a algo que ni siquiera había escuchado bien, y luego que lo analicé era demasiado tarde, ya había aceptado. Llegamos a una de las tiendas y habían muchos vestidos, todos de diferente color y diseño, unos que eran casi para la realeza, Karina estaba emocionada, ella siempre tenía ese lado femenino que yo no, sabía bien que cosas usar para la ocasión, por mi parte no estaba nada emocionada.

—Ay vamos, quita esa cara de amargada, el mundo no se va a acabar por tener una cita —me dice ella mientras revisa las tallas de los vestidos.

"Mi mundo si se va a acabar", pensé, pero no podía decirle eso, al menos de que quisiera un regaño de su parte.

—Mira prueba este conjunto  — dice dándome el conjunto y empujandome a al cambiador.

Entro y miro lo que me dio ;es una falda acampanada con diseño militar y un suéter negro de mangas largas, al ponérmelo, la falda me queda un poco más arriba de las rodillas pero no muestra nada tampoco, el suéter es casi perfecto, no es imcomodo pero aun así, sigo queriendo mi pantalón y camisa de siempre.

—Aver sal.

Hago lo que me dice y salgo.

—Por mis gatos,!Estas hermosa¡ —dice emocionada al verme con el conjunto puesto.

No puedo evitar reír por su expresión, siempre le han gustado los gatos, por lo que aveces dice alguna frace relacionada a ellos.

—Si me permite darle mi opinión, se ve muy bien bella señorita —dice una de las trabajadoras de la tienda.

—Nosé, creo que no me veo bien — es lo que le digo a Karina.

—A tonterías, ve a cambiarte qué te espero para pagarlo.

A la final, si me lo terminó comprando por más que le insistí en que no;hoy me desperté temprano, un poco más de lo habitual, no fue por estar emocionada sino, que fue porque no puedo dejar de pensar en aquella pareja, más que nada en sus palabras.

¿Seria verdad algo de lo que dijeron?

Es una de las preguntas, qué más me hecho desde que regrese. Pero ya tendría más tiempo para pensar, ahorita tengo que ir a arreglarme, para salir con el tarado de Aide.

Me puse el conjunto, que la noche anterior Karina me compro, y desenrede un poco el pelo, decidí dejarlo suelto pero, igual llevaba una liga para amarrarlo si me daba calor.
En lo que terminaba de ponerme las botas, Nina se despertó.

—Buenos días, conejita —le dije, siempre la molestaba en decirle conejita, ya que siempre se la pasaba comiendo zanahoria.

—Buenos días, Madi…—dijo bostezando —, parece que vas a salir temprano ¿no? —me dice mientras se sienta en una silla.

—Si algo así, bueno ya me voy, chao —le digo y salgo de la habitación.

—¡Suerte! —la oigo decir desde adentro.

Salgo de la casa, lo primero que encuentro es a Aiden esperando.

—Buenos días, bella durmiente —dice extendiendo su mano para que la tome.

—Buenos días —le respondo, extiendo la mano pero luego la vuelvo hacia mi.

—Vamos, no muerdo lo juro —dice en broma.

—Muy bien, pero igual no te la pienso dar —le digo —. Muy bien romeo, a donde vamos.

—Si que eres directa verdad —dice él —. Bueno creo que primero a comer, ¿te parece?.

—Sip, me parece perfecto.

Camino a tras de él, siguiéndole el paso, cuando veo a donde vamos, casi se me va el color, vamos exactamente a donde trabaja Nina, rogué qué no hubiera llegado todavía, pero para mi gran suerte, ya estaba hay.
Al entrar, ella me ve, por lo que tiene que evitar reír.

—Buenos días, ¿en que lo ayudo? —pregunta ella, esquivando verme a la cara. Pero aún así termina riendo por lo bajo.

—Buenos días, una taza de té con pan sería todo para mi —dice Aiden mirando a Nina —. ¿Tú que vas a pedir? —me pregunta.

—Para mi, una taza de café sin leche, con unas galletas, gracias —le digo a Nina.

—Muy bien en un rato se los traigo.

Nina se va y quedamos solos, el silencio entre nosotros es casi, incómodo, por lo que él lo nota, y rompe el hielo hablando.

—Donde te habías metido en estos días, que no te había visto —me pregunta.

—Pues, tenía un contrato por 3 días en una granja —le respondo.

—¿En la que arrestaron a una pareja, por asesinato?.

Asiento con la cabeza.

—Y tú, ¿en donde te metiste esta vez? —le pregunto.

—Pues, por ay, ya sabes, no soy de quedarse en un solo lugar siempre.

Nina, llega con nuestros pedidos, comemos y luego pagamos, al salir nos dirijimos a un parque, que casualmente, era el mismo en que me habían raptado, no pude evitar reír por ese recuerdo. Él me miró con extrañes, pero solo nege con la cabeza.

Al llegar al parque nos sentamos en unos bancos, estuvimos hablando pero, era muy divertido, siempre me hacia reír, por sus tonterías, jugamos piedra, papel o tijera, para decidir a donde íbamos ahora, gane yo, por lo que decidí ir a mi lugar favorito, el bosque, desde que había llegado, tenía muchas ganas de meterme en lago pero no me gustaba ir sola.

Al llegar al lago, me senté en una piedra, para poder quitarme las botas.

—¿Te vas a meter? —me pregunta.

—No, solo me quito las botas para caminar —le respondo muy sarcástica.

Al terminar de quitarme las botas, las dejo en una esquina de la piedra y me paró, y camino hacia la orilla del lago, al tener contacto con el agua fría, un escalofrío me recorre, pero no le doy importancia, aun con la falda y suéter manga larga, me adentro al agua cristalina, que deslumbra con el sol.

Él, aun en tierra me observa, detenidamente, como si de una sirena se tratara.

Yo, sigo nadando, aun sabiendo que me observa, hasta llegar a una piedra qué está en medio del lago, me subo en ella y lo observó.

Él, al verme en aquella piedra sentada, decide entrar, se quita sus botas, y la camisa, y entra al agua, no puedo evitar reír cuando al fin llega hasta donde estoy yo.

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✨Gracias por leer✨

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¿Será que estos dos se enamoran?