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Tommy y el viejo, caminaron en busca de leo, atravesaron los atajos de la selva para cruzar por el bosque, tommy, con poca costumbre para caminar, pedía pausas seguidas para descansar porque el dolor de los pies, los zapatos le quedaban muy ajustados. Al quitarlos, el pie estaba rojizo, hinchado, unas llagas se le formaron en el empeine, y también la poca circulación, habia tornado el pie en un color morado bastante oscuro, tommy asustado por su malestar, le pidió al viejo un descanso, sugirió que acamparan apenas llegando al bosque, el viejo, como buen niñero, acepto, y siguieron caminando, tommy ya descalzo, sentía alivio con el suelo rugoso de la selva, la frescura de las plantas le daban un descanso leve del dolor, el dolor de los pies era punzante, por cada paso que daba sentía como un latido punzante, pero que al mismo tiempo le causaba un dolor placentero.

El viejo seguía firme en su camino, ignorando los constantes lloriqueos de Tommy así como ignoraba la situación de Leo. Al llegar la noche, tanto el hambre como la sed, ya se estaban manifestando en el rostro de ambos, el hombre con más tiempo rodando en la zona, podía tolerarlo fácil, pero tommy que estaba en desarrollo inexplicable, estaba de mal humor, con una mentalidad de infante y su cuerpo con poca costumbre al ayuno, se quejaba, hacía rabietas, maldecía y gritaba cada vez que un mosquito le picaba alguna parte del cuerpo, el viejo en silencio seguía el camino, aprovechando las pocas horas de luz que aún daba el dia — viejo, ¿no vamos a comer? — preguntó tommy — buscaré algo, yo estoy acostumbrado, así que consideró siempre como prioridad buscar un refugio al llegar la noche a buscar alimento — dijo el viejo, miró a su alrededor buscando un árbol de fruta, solo miraba viejos árboles grandes, robles gigantescos muy acogedores, pero no había nada que cayera de ellos, enfoco la mirada a lo lejos, con la poca vista que tenía aún, la poca luz que le quedaba al día servia para ver, ya los últimos rayos del sol, el viejo, trrepo a un arbol de un solo salto para arrancar las ramas ya viejas y secas que aun colgaban de el, era un arbol que habia perdido la vida hace tiempo, se mantenia firme al suelo solo con la fuerza de sus viejas raices que aferradas a las raices de los demas arboles de alrededor aun le sabana fuerzas necesarias para mantenerse con vida, sus ramas superiores estaban partidas, como por algun rayo que cayo hace mucho tiempo y termino por extirparle toda la vida, ahuecandolo, haciendolo perfecto para la leña, con la fuerza de sus brazos que inhumanamente podia ser tratada como algo conocido, tomo un par de leños grandes y gruesos, los tiro al suelo donde tommy al verlos caer esbozo una cara de sorpresa por el enorme tamaño de las ramas, que se veían como pequeñas varas a lo lejos.

— ¡con dos será suficiente! — gritó el viejo desde las alturas, dejándose caer de un salto, tommy sin parpadear un segundo vio la viveza con la que el viejo se movía sin poder creer la energía que tenía resguardada dentro de sí, — vaya viejo, si que eres fuerte y vivaracho — dijo tommy ayudando a levantarlo del suelo donde había aterrizado hace poco — no tienes que decirlo joven, tú también maduraste demasiado rápido, hay cosas que no puedo decirte, pero parece ser que tu tambien tienes ciertas habilidades, la selva saca lo que todo el mundo lleva dentro, yo llegue aquí en el 84, después de un montón de malas decisiones donde me involucre con la gente equivocada, estaba moribundo y no había comido nada en dias, pense que moriria, solo pensaba "quiero ser fuerte, quiero ser mas fuerte para no morir" la selva te da lo que esta dentro de tu corazon, tu mas grande deseo, te hace cargar con el, con la realidad del deseo, las cosas no son como nuestra mente las cree, las cosas que uno desea no son siempre beneficiosas para nosotros, hay mucha ambicion erronea en el mundo, uno desea demasiado solo por la libertad de poder hacerlo, es una condena sin fin, una tortura incesante el problema es que solo con modales y buenas costumbres es como uno puede ser tolerado ante los demas, y de igual manera uno puede tolerar al resto con eso mismo, debe haber un punto de equilibrio en el exceso de confianza, en el exceso de caos, la soledad es debilidad de la mente, pero el exceso de comportamiento "apropiado" solo es miedo a la vida misma, quiza tu mas grande anhelo era ser un adulto, todos de niños nos emos sentido impotentes ante los niveles de jerarquia de los adultos, desear ser mas grande es querer adelantarse, es querer morir mas pronto, quiza por eso fuiste creciendo en poco tiempo, ¿que habra deseado leo? — dijo el viejo, tommy mirando las manos del viejo, como eran grandes, ásperas y daban un aspecto fuerte como el de un viejo capitán marinero, las comparo con las suyas, blancas, delgadas, sin ninguna cicatriz o magulladura, eran las manos de un hombre. Si. pero no de un hombre fuerte, tommy no pudo sentir la debilidad de su alma encarnada en su cuerpo, el deseo ahora de una fortaleza superior para poder realizar hazañas extraordinarias se comenzó a volver un deseo que quemaba el de tommy rodríguez, encontrar a su padre, vengar a su madre, volverse más fuerte, esas eran las ideas que le pasaban por la cabeza, ser un ser digno de ser, ser alguien a través de la aceptación de los suyos, darle así sentido a su vida, darle así motivo a su existencia, como un salvador que cumple su labor.

Leo.N.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora