Predestinación

Futuro

Como si se tratará de un parpadeo los años pasaron rápidamente, tanto Mamoru como Usagi ascendieron al trono como los reyes Endymion y la Neo Reina Serenity; el poder de los cristales de plata y dorado rodearon la tierra elevando su aura al universo, como muestra de su poderío y confiabilidad al planeta y a su súbditos.

A su lado se encontraban todas las Senshi y los Shitennou quienes también asumirían en ese momento sus roles públicos con los nombres de sus primeras vidas y dejando sus nombres civiles para sus vidas privadas.

Para ese momento ya Tokio de Cristal estaba completamente construido y reformado; el poder de ambos cristales hicieron que la gente adquiriera paulatinamente una longevidad de mil años y las enfermedades autoinmunes y sistémicas conocidas hasta ese momento fueran anuladas; sin embargo no paso lo mismo con las enfermedades congénitas y neurodegenerativas; como todo en la vida las enfermedades con el paso del tiempo también evolucionaron por lo que el área médica se convirtió más bien en un área de investigación continua para gusto de Mercury y Zoisite.

Lograron unificar todo el planeta en el mismo orden político siendo los reyes los máximos gobernantes; aunque cada país mantenía un gobernante era netamente representante y este era directamente designado por los reyes.

Como bien pudieron predecir Kunzite y Jadeite esto molesto a gran parte de personas que antes ostentaban puestos políticos al rededor del mundo; para nada sorprendió a Mars que su padre y Kaidou fuera de los principales opositores del nuevo sistema en Japón; aunque al saber que su hija era parte del séquito de los reyes le dio una ligera esperanza de que a través de ella podía seguir activo pero en un encuentro con ella le dejo claro que eso no iba a suceder.

Lamentablemente como bien sabían la paz llega muchas veces acompañada de revueltas en contra y esta no fue la excepción, aunque claro en esta ocasión solo se enfrentaban a simples humanos no hizo falta un derramamiento de sangre como en otrora época; solo le basto a Nephrite y Júpiter una ligera demostración de sus poderes frente a los ejércitos para que estos se dieran cuenta que sin importar el tipo de armas que tuvieran en realidad no eran rival para el cuerpo de seguridad de los reyes que incluía tanto senshi como shitennou.

La última construcción en ser terminada fue el Palacio de Cristal que se erguía en una colina por encima de Tokio de Cristal, era tan grande que albergaba salones, salas, jardines interiores y por supuesto las amplias viviendas para los guardianes y los reyes.

Cuando los guardianes tanto senshi como shitennou entraron a recorrer el palacio tardaron un poco en deducir porque siendo 8 solo habían 4 viviendas para ellos.

- Siempre existe la posibilidad de que añadan una cama y una pared adicional si se sienten incomodos – Dijo divertida la Reina

Por supuesto ya todas ellas eran mayores de edad y sabían hacia qué rumbo se dirigían cada una de sus relaciones, en algunos de los casos esto solo representaría una simple mudanza ya que compartían vivienda desde hace años; aun así ver de frente los que serían sus nuevos hogares familiares les provoco un ligero escalofrío. La Reina les había solicitado que vivieran dentro del palacio con ellos; por supuesto que tenían que hacerlo ¿De qué otra forma podrían protegerlos ante cualquier eventualidad?

- El momento ha llegado, es momento que se muden al palacio – Dijo solemnemente el Rey Endymion

Los Shitennou asintieron sin dudar, muchos de ellos ya tenían tiempo alejados de sus respectivas familias pero sabían que no sería fácil para las chicas, pero para eso estaban ellos; para ayudarlas en esa transición.