Capítulo 2. Estas paredes

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Estoy muy emocionada con esta historia, será intrépida, dramática xD sin más que lo disfruten.

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La princesa está sentada en su cama con la espalda recargada en la cabecera, ahora que ha logrado establecer una alianza con Luthor tiene que saber como usarla para su beneficio. Su insomnio la tiene lista mucho antes de que los guardias vengan a sacarla de la celda a las ocho de la mañana, así que solo mira, mira casi sin parpadear los trozos de cielo perceptibles de su ventana tapiada a medias por barrotes.

Entonces el ruido metálico de la puerta le indica que ya puede salir por lo que es escoltada al comedor donde una porción de vegetales mezclados con cereales en una pasta con un vaso de leche le es servida como "desayuno"; aunque Kara lo intenta con todas sus fuerzas, ella era una princesa, lo que sea que pidiera le era otorgado por lo que le cuesta acostumbrarse, así que finge, finge que está bien con esto, que puede dormir, que está concentrada, que la comida no le causa náuseas. Cuando lo único en lo que su mente se ha enfocado en los últimos dias es en la descendiente de la familia que le ha traído miseria a su vida, la cual come como siempre, alejada de todos, en una mesa flanqueada por sus guardias. Esta mujer comienza a convertirse en su obsesión, sus ojos azules la buscan constantemente a lo largo del día y en cada lugar en el que entra, como ahora en este comedor ¿Por qué aceptó en cuanto dijo que había algo allá afuera? ¿Tiene a alguien de su familia o cómo ella anhela libertad con locura?

-¡PRINCESA!- grita Kane sacándola de su trance.

-¿Eh? ¿Qué?

Kara no sabe bien como es que ahora están en el patio, pero sus cuatro compañeras están jugando cartas con ella.

-Necesitamos un plan- sigue Sam cuando se da cuenta de que tienen su atención-. Necesitamos librar cuatro obstáculos, otras reclusas, los guardias, los muros y la distancia.

-Es cierto- concuerda Leslie-. ¿Dónde estamos? ¿Siquiera seguimos en Krypton o llegamos a una prisión de esa traicionera ciudad de Metropolis?

Alex niega con la cabeza.

-Estamos a dos días en auto del palacio, estoy segura, muy cerca debe estar el pueblo costero de Midvale, esta prisión debe ser la carcel de Zod o la ZM.

-La zona fantasma es un mito- alega la piloto girando los ojos.

Es entonces que Zor-El decide intervenir.

-La ZM es real, es un secreto de estado que sé que guardarán- pide mirándolas, las mujeres se ven conmocionadas-. Pero en definitiva no es esta, ya que es un centro penitenciario el doble de grande y subterráneo, en situaciones de riesgo como el golpe de estado los carcelarios tienen la orden de ejecutar a todos los presos y unirse al frente, eso ocurrió al principio de la guerra. Debe estar abandonada en alguna parte de la frontera con Gotham, pero si nuestras tropas fallas en el sur, no tardarán en encontrarla.

El silencio generalizado mella en el animo de grupo.

-Entonces estamos en la Penitenciaría Estatal Zod- dice Leslie casi con dolor-. Yo trabajé en la capital toda mi vida, pero la familia de mi madre era de Midvale, y como buena tradición mi tío era policía, trabajó un tiempo aquí, él murió a principios de la guerra, pero con lo que sé puedo confirmar que estamos a dos dias a pie y tal vez tres horas en auto del mar.

-¡Si! Eso explica como los Kent lograron tomar un barco a Temiscira- afirma Arias-. Vaya no pensé que seguía tan cerca, como me llegaron a la capital para el juicio y era verano cuando me trajeron aquí, no se me ocurrió que había vuelto al mismo lugar.

Tras el aceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora