" FRI(END)S " - CutiSon -

PRIMERO

- ¿Vos estás loco?

Fue lo primero que a Cristian le pudo salir de sus labios, acostado desde la cama veía a su amigo sacarse su camiseta blanca, agarró una percha con una camisa diferente en cada mano y las examinó rigurosamente.

- No, ya te dije que no tengo otra opción.- HeungMin se veía reflejado en el espejo, primero probó una camisa sobre su torso desnudo y luego otra, seguía indeciso, soltó un suspiro.

Los ojos de Cristian viajaron a la montaña de remeras que estaban apiladas sobre la cama del mayor, también soltó un suspiro, hace media hora que el coreano se probaba una prenda tras otra, no entendía porque simplemente no se cambiaba los jeans ajustados por algo más holgado, claramente era eso lo que no lo convencía.

Se levantó de la cama y caminó hasta el placard de madera, pispeó entre la ropa y sacó un pantalón cargo color crema, se lo dio a HeungMin que automáticamente se quitó sus pantalones para ponerse esos.

- No es necesario Sonny, vos lo haces porque sos un terco de mierda, tampoco es para tanto. ¡Además falta menos de una semana!- Se sentó rendido sobre la silla del escritorio.

Son finalmente se puso una remera color marrón y acomodó su cabello solo para ponerse una gorra del mismo color, volvió en sus pasos al espejo y convencido le sonrió al reflejo. El suspiró molesto que tiró el moreno lo hizo poner los ojos en blanco, sin más se volteó encarando a su amigo que lo veía con una ceja alzada, la calculadora científica pasaba de mano a mano claramente tratando de distraerse.

- Tengo veinticinco años Cuti y mi primo dos años menor que yo va a llevar a su PROMETIDA, no novia, PROMETIDA, a la boda de mi hermana.- Exaltado tomó el morral que colgaba de la pared.

- Sí. ¡Pero eso no significa que vas a llevar al casamiento de tu hermana a un chabón que conociste, literalmente, ayer!

- Mirame.- Le dijo para luego salir, el fuerte portazo de la habitación seguramente se escuchó en todo el edificio. Cristian chistó su boca.

- Que chabón idiota.- Tiró al aire.

- ¡Te escuché!

Otro portazo se escuchó, esta vez de la puerta principal seguramente, una risa salió de los labios de Romero, indignado por la ridícula situación negó con la cabeza y se asomó por la ventana de la habitación, abajo pudo ver a HeungMin salir y tomar un taxi, casi como si supiera que el moreno lo veía volteó hacia su dirección y le dedicó un lindo "Fuck you" antes de subir al auto, claro que Cristian le respondió pero él no lo vio.

Volteó a la pila de ropa tirada por todo el lugar, hasta juraría que había visto una remera del coreano en el balcón del vecino de abajo, tomó cada prenda y la acomodó prolijamente sobre la silla giratoria.

- No tengo tanto amor como para doblar todo eso. Es mi amigo pero hasta ahí nomás.- Le dijo a la gata que, desde su cama flotante había visto toda la "discusión" de esos dos.- No me mirés así Titi, vos tampoco se lo doblarías.- Se puso de puntas de pie y acarició la cabeza de la gata que muy agradecida por el mimo le respondió con un pequeño maullido.- Vamos que te doy de comer y me junto con los chicos.

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Ese mismo día por la noche Cristian se encontraba sentado en una mesa del bar de la esquina, hablaba animadamente con sus amigos mientras tomaba del vaso de fernet que había pedido, una pizza se hallaba a medio comer en el centro de la mesa y tomó otra porción.
La gente animada hablaba a su alrededor, el lugar estaba prácticamente estallado a pesar de ser un jueves por la noche y la música acompañaba de forma perfecta el ambiente.

- ¿En serio dijo esa ridiculés?- Preguntó Emerson, restos de pizza habían alrededor de su boca y Richarlison le tiró con una servilleta de papel en la cara. De mala manera tomó el papel y se limpió.